Un sargento del ejército tailandés causó una matanza, con al menos 25 personas y 63 heridos y se atrincheró durante horas en un centro comercial. Al cierre de esta edición aún no había sido neutralizado. El hombre primero mató a su jefe y a un familiar en un cuartel, donde luego robó armamento y municiones y un vehículo para dirigirse al shopping center de la ciudad de Korat. Allí se atrincheró luego de causar una matanza. Cuando el sitio fue finalmente asaltado por la policía, el agresor mató a uno de los soldados de las fuerzas especiales. Logró huir del edificio y era buscado en la zona. Mantuvo a cientos de rehenes durante horas. Incluso el atacante subió varias fotos suyas en plena acción a Facebook.
"En el tiroteo con el delincuente cuando abandonaba el edificio del centro comercial murió un agente de las fuerzas especiales y otro agente resultó herido", informó la televisión Thairath TV. Cuando ya era domingo y de día en Tailandi, el tirador continuaba sin ser neutralizado, al parecer atrincherado en un callejón cercano al shopping center Terminal 21 de Korat. Un portavoz militar, el teniente general Kongcheep Tantrawanit, confirmó 21 muertos a última hora de la tarde. Luego moriría un efectivo de las fuerzas especiales. Más tarde el número fatal subió a 25 y el de heridos pasó de 31 a 63, con 13 de ellos enviados a cirugía de urgencia.
El agresor fue identificado como el sargento Jakkrapanth Thomma, de 32 años. El suboficial robó armas de guerra y municiones de la base militar de Surathampithak, donde estaba destinado, informó el diario The Bangkok Post. Allí mató a tiros a su comandante, un coronel, a una civil, que sería la suegra del comandante, y a otro soldado antes de robar un todoterreno blindado Humvee con el que se dirigió al shopping Terminal 21. El alto oficial asesinado por el agresor fue identificado como el coronel Anantharot Krasae, con quien el sargento protagonizó una disputa previa. La civil fallecida es una mujer de 63 años, familiar del coronel.
Posteriormente huyó en el Humvee a un templo budista, donde mató o hirió a varios creyentes y después se desplazó hasta el centro comercial, donde abrió fuego indiscriminadamente en el estacionamiento y luego se atrincheró dentro del shopping Terminal 21. Una vez llegado al centro comercial, "el individuo usó una ametralladora y disparó a víctimas inocentes. Hay muchos muertos y heridos", explicó el portavoz policial Krissana Pattanacharoen.
Las cámaras de seguridad captaron al individuo saliendo de su vehículo en torno a las 18. Había matado al coronel a las 15.30. De inmediato comenzó a abrir fuego contra la gente y contra una garrafa de gas, lo que desencadenó una explosión y un incendio. Usaba una ametralladora portátil M-60.
Tras horas de tensión, efectivos de las fuerzas de seguridad pudieron acercarse al lugar donde estaba atrincherado y lo instaron a entregarse, pero éste respondió con gritos y disparos. La operación sin embargo permitió evacuar a cientos de personas que estaban atrapadas en el centro comercial. Ya era de noche cuando se los vio salir en pánico y sin control de ninguna clase.
"Ya no puedo apretar el dedo"
Facebook, mientras tanto, eliminó las fotos y videos subidos por Jakkrapanth durante el ataque. "Ahora estoy cansado", asegura el sargento a la cámara en uno de los videos, vestido con casco y uniforme militar, "ya no puedo apretar mi dedo" para gatillar.
Se enviaron tropas de una unidad especial de guerra al centro comercial, donde se dijo que el atacante tenía a 16 personas como rehenes en el cuarto piso. A su vez, comandos de la División de Supresión del Crimen de la Policía llegaron desde Bangkok en helicóptero. La policía también llevó a la madre del hombre desde la provincia de Chaiyaphum a Korat con la esperanza de que pudiera persuadirlo de que se rindiera. El comandante del ejército, el general Apirat Kongsompong, también estaba en la escena. Habían pasado al menos 16 horas desde que se inició la violencia en el centro comercial y el atacante aún no había sido neutralizado por las fuerzas policiales,que al parecer ni siquiera sabían con precisión dónde estaba.