En sus declaraciones, el hijo de Kaddafi destacó que las tribus siguen apoyando al líder libio a pesar de las amenazas de los "enemigos". "Los mercenarios nunca han ganado una guerra porque combaten por el dinero. Envío un mensaje a todos los hogares libios para que se muevan", insistió.
Mientras tanto, Saadi, otro hijo de Kaddafi, declaró al canal de televisión Al Arabiya que está autorizado a negociar una transición con los rebeldes. El hijo del coronel aseguró que se entregaría a los insurgentes si con esto logra detener el baño de sangre.
Saadi pidió también a todas las partes que dejen las armas a un lado e insistió en que es necesario organizar una tregua para evitar que prosigan los enfrentamientos.
Por otra parte, desmintió que esté en contacto con los rebeldes para una "rendición negociada", como aseguró al canal Al Yazira el jefe del consejo militar rebelde de Trípoli, Abdel Hakim Belhaj. "Pidió unirse a la revolución y obtener garantías que le permitan volver con su pueblo y a la capital, Trípoli", había dicho Belhaj.
Los contradictorios comentarios ocurrieron en momentos en que las fuerzas rebeldes se dirigían hacia dos de las principales fortalezas de los leales a Kaddafi: el poblado natal del líder libio, Sirte, y el poblado de Bani Walid, en el desierto. Los insurgentes dijeron además que están pisándole los talones a Kaddafi, quien ha estado huyendo desde que los combatientes rebeldes atacaron la capital la semana pasada.
Arrestan al canciller. Por otra parte, el Consejo Nacional de Transición (CNT), el órgano de la insurgencia, informó que el ministro de Relaciones Exteriores libio, Abdelati al Obeidi, fue arrestado ayer en el oeste de Trípoli. El jefe diplomático del régimen se encontraba en su granja del suburbio de Yanzur cuando los revolucionarios lo arrestaron. En el momento de la detención, los rebeldes gritaron consignas como "Alá es grande".
El grupo cercano a Kaddafi sufrió ya numerosas deserciones, detenciones y muertes desde que comenzaron las revueltas que intentan terminar con sus 42 años de gobierno.
La esposa de Kaddafi y tres de sus hijos huyeron el lunes a Argelia. Ese día, según el CNT, sus fuerzas mataron en combate a Khamis, otro hijo del dictador prófugo, y a su jefe de inteligencia, Abdullah al Senussi.
Entretanto, miles de libios se concentraron ayer poco después del amanecer en la famosa Plaza Verde de Trípoli para celebrar el fin del mes de ayuno del Ramadán y dar gracias a Dios por el colapso de la dictadura. Hombres, mujeres y niños compartían vítores y sonrisas con las decenas de milicianos y agentes de policía que vigilaban el acceso al lugar ante el temor de posibles ataques.
Europa apura el desbloqueo de fondos libios en el exterior
París. — En una intensificación de los esfuerzos por ayudar a Libia a regresar a la normalidad, Francia pidió a un comité de la ONU la liberación de 1.500 millones de dólares congelados en bancos franceses, a la vez que la Unión Europea se prepara para levantar sanciones contra algunas empresas libias, se informó ayer. Países occidentales como Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos encabezan un esfuerzo por liberar 1.000 millones de dólares en bienes que fueron congelados en diversos países bajo una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en contra del régimen libio.
Funcionarios franceses dicen que al menos 50.000 millones dólares pertenecientes a Kaddafi y sus aliados están en bancos por todo el mundo. Aunque el dictador sigue prófugo, su régimen de 42 años se está cayendo. Los poderes occidentales quieren liberar los fondos a fin de que puedan ser utilizados por el Consejo Nacional de Transición, un grupo rebelde que derrotó a las fuerzas kadafistas con la ayuda de la Otán y que gobierna Libia de manera interina.
Francia pidió al comité de sanciones del Consejo de Seguridad que libere una quinta parte de los 7.600 millones de euros (10.900 millones de dólares) en bienes libios congelados en bancos franceses, según un alto funcionario de la oficina del presidente Nicolas Sarkozy. Eso es primer cálculo de cuánto dinero ligado a Kaddafi está en Francia. Una fuente del gobierno galo, bajo condición de anonimato, afirmó que se espera que el pedido sea aprobado a fines de semana.
Cumbre en París. Sesenta países convocados por Francia y el Reino Unido, las principales potencias implicadas en la coalición anti Kaddafi, celebrarán hoy una cumbre en París con el objetivo de “coordinar la transición” en Libia y evitar “errores” como en Irak, según señaló ayer el palacio presidencial del Elíseo mediante un comunicado.
Violó a sus guardaespaldas
Trípoli.— Los horrores del régimen de Muammar Kaddafi empiezan a salir a la luz. Cinco guardaespaldas del dictador prófugo han asegurado que fueron violadas por el líder libio y sus hijos, según informó la cadena Al Arabiya.
Los testimonios forman parte de un informe que está elaborando el psicólogo Sehram Sergewa en Bengazi. Sergewa —que está realizando el trabajo para presentarlo ante el Tribunal Penal Internacional— ha revelado inquietantes detalles al periódico Malta Times on Sunday.
El coronel libio se rodeaba siempre de una guardia femenina que llegó a estar integrada por 400 mujeres. Kaddafi las obligaba a mantenerse vírgenes.
Ahora, varias de ellas han decidido hablar y relataron cómo fueron violadas tanto por el dictador como por sus hijos y otros oficiales. Una de ellas contó que, además de ser violada, fue chantajeada: tras sufrir los abusos sexuales la instaron a convertirse “en guardaespaldas” del dictador o ver cómo su hermano, que estaba en prisión acusado de tráfico de drogas, “pasaba el resto de su vida en la cárcel”.
Durante la reciente guerra civil, un gran número de mujeres han denunciado asimismo haber sido violadas por kaddafistas. De hecho, el régimen del dictador ha sido acusado de dar a sus hombres Viagra para incitarlos a la violencia sexual.
Las mansiones de los Kaddafi, entre el lujo y el abandono
Trípoli.— Cubiertos bañados en oro, copas de cristal para el champán, trajes de Versace y Armani y filas de calzado de diseño sin estrenar son todo lo que queda en las lujosas viviendas costeras de los hijos de Muammar Kaddafi. Las extravagantes residencias son testimonio del hecho de que los Kaddafi no sólo dirigieron Libia, sino que eran sus dueños, y consideraban su riqueza petrolera como su patrimonio personal.
Sin embargo, los autos que hay ahora estacionados frente a estas doradas viviendas no son limusinas, sino una mezcla de jeeps y camionetas con ametralladoras en la parte de atrás que pertenecen al ejército de civiles que se alzó contra los 42 años del régimen de Kaddafi y ha conseguido derrocarlo.
Ahora son sus combatientes los que duermen en unos dormitorios con diseño italiano, alfombras de Pierre Cardin y sofás de Burberry, mientras descansan al final del mes de ayuno de los musulmanes, el Ramadán.
El día soñado. “Ha llegado el día con el que soñamos durante toda nuestra vida. Esta playa estaba reservada para los hijos de Kaddafi, sus familias, amigos y la élite en el poder”, dijo Kabet, un asesor legal en el consejo económico de Libia antes de unirse a la revolución en febrero.
“Ellos fueron los que disfrutaron de las riquezas de Libia, no nosotros. Los libios no sacamos nada”, apuntó Kabet. “Los libios nunca pudieron nadar aquí, o acercarse a las puertas. La suerte de cualquiera que se atreviera a acercarse a estos muros era conocida: recibiría un disparo mortal”, agregó.
Esta comunidad vallada, llamada Regatta, es una de las dos mini ciudades del color del sol construidas a lo largo de las playas de arena al oeste de Trípoli, unas áreas protegidas y privadas diseñadas de acuerdo a los requisitos insaciables de los Kaddafi.
Hay supermercados y centros de buceo, canchas de tenis y campos de fútbol, restaurantes y clínicas. Algunas tienen sus propios gimnasios y piscinas. En los muelles hay aparcadas numerosas lanchas a motor.
“Sólo una gota”. “Esto es sólo una gota de su riqueza, de las muchas casas que tenían aquí y en el extranjero y de los miles de millones que poseen”, dijo Abdel Salam Kilani, un oficial que desertó de las filas de Kaddafi en febrero.
En la casa de Saadi Kaddafi, trajes, abrigos de cachemir, corbatas y calzado de casi todos los diseñadores famosos del mundo están tirados por el suelo.
Hay también valijas abiertas, como si sus habitantes se hubieran ido corriendo. También hay discos de Pink Floyd, del popular cantante libanés George Wassouf y de la serie de televisión “West Wing”, así como páginas impresas del boletín de noticias de la cadena Al Yazira sobre la huída del presidente tunecino Zine al Abidine Ben Ali, derrocado el pasado febrero.
Los Kaddafi tenían pasión por los bienes de lujo y menos por los libros. El único que se puede encontrar en el chalé de Mohamed Kaddafi, que ha huido a Argelia, es “Fugas del cuerpo y la mente”, una obra sobre la meditación.
Su vivienda está adornada con fotos de clubes, banderas, recuerdos deportivos y fotos de su familia. También han quedado atrás hojas con horarios de vuelos a países árabes vecinos.
13 dormitorios. Los nuevos inquilinos de la elegante residencia de Aisha, única hija del antiguo líder libio, están cómodos en sus 13 dormitorios. Los rebeldes han guardado todos los álbumes de fotografías excepto una que está rota, en la que aparece con su padre cuando era joven.
Queda claro que los habitantes de este plácido recinto, con playas, palmeras y pinos se fueron corriendo, o quizá en medio de una fiesta. En algunas casas quedaron copas de vino y champán en las terrazas. Hay juguetes y bicicletas de niños abandonados en las calles estrechas.
“No valen nada”. Al otro lado de la cerrada comunidad de Regatta, a unos 12 kilómetros al oeste de Trípoli, los libios viven en casas pobres y destartaladas, ganando salarios muy modestos.
Aunque estos chalés suntuosos muestran el abuso de los Kaddafi de las riquezas del país y ponen de manifiesto las desigualdades sociales, pocos libios los conocían hasta que los encontraron los rebeldes.
La mayoría de los combatientes provienen de la zona montañosa pobre en el oeste de Libia, pero no parecen envidiar el lujo.
“Esto no significa nada para nosotros”, dijo Ibrahim Madani, un combatiente de 26 años proveniente de Zintan. “Déjenles saber a los Kaddafi que los millones que tienen no valen nada. La gente pagó con su sangre por el bien de la libertad”, apuntó.
“Lo más importante es que la gente se libró de ellos. Que la nueva generación disfrute de una mejor educación, un mejor país y una mejor vida”, agregó. “Ellos chuparon la sangre del país”, afirmó Madani.
Los terribles maltratos a una niñera de la familia
Trípoli.— Días después de la caída de Kaddafi, se comienzan a conocer detalles sobre el trato de la familia del dictador prófugo hacia sus empleados. El caso de la niñera Shweyga Mullah es especialmente doloroso: fue quemada viva por la mujer de Hannibal, uno de los hijos del ex líder libio.
Según informó la CNN, la mujer etíope, de 30 años, llegó hace cerca de un año a la casa del hijo de Kaddafi para hacerse cargo de la educación de sus hijos, un niño y una niña.
Todo iba bien hasta que fue quemada por Aline, la mujer de Hannibal. Mullah contó que el conflicto se generó cuando se negó a golpear a la niña, que no dejaba de llorar. “Me llevó a un cuarto de baño, me ató las manos a la espalda y también los pies. Tapó mi boca y empezó a verter agua hirviendo sobre mi cabeza”, relató.
De acuerdo al reportero Dan Rivers, el pecho y las piernas de la mujer aún muestran cicatrices. Algunas de ellas incluso dejan ver la carne viva.
Mullah recordó que Aline la escondió. Después de un tiempo, un guardia la encontró y la llevó a un hospital. Cuando Aline se enteró, lo amenazó con la cárcel si volvía a ayudarla. La reacción de Aline con Mullah se volvió más violenta: “No me dejó dormir durante tres días. Me quedé fuera, sin comida. Ella decía: «Si alguien le da comida, le haré lo mismo». No tenía agua ni nada”, aseguró.