Un diputado venezolano buscó refugio en la embajada argentina

Horas después de la detención del vicepresidente de la Asamblea Nacional venezolana, Edgar Zambrano, otro diputado opositor venezolano, Richard Blanco, pidió protección a la embajada argentina en Caracas. A la vez, una diputada, Mariela Magallanes, se refugió en la embajada de Italia. La ONU condenó la ofensiva del régimen de Nicolás Maduro contra los diputados y dijo que bloquea toda posibilidad de diálogo. Estos dos diputados, así como otros cuatro, vieron retirados sus fueros por un organismo que no tiene esa potestad: la Asamblea Constituyente. Esta actúa desde 2017 como un poder paralelo y emite resoluciones como esta, sin marco constitucional alguno.

   Al saber que le habían quitado los fueros y que los servicios de inteligencia lo tenían en su lista, Richard Blanco fue recibido ayer por la tarde por las autoridades argentinas en carácter de “huésped”. La información la confirmó al canal de noticias TN su hija Andreína, quien vive desde hace años en Buenos Aires. La hija del legislador agregó que su familia en Caracas “también está en proceso de ponerse a resguardo, porque ellos no tienen la posibilidad de alojarse en una embajada y no descartamos que la dictadura de Maduro pueda ordenar un allanamiento de su casa, como pasó días atrás con la residencia de Leopoldo López”.

   Richard Blanco, de 54 años, es presidente del partido Alianza Bravo Pueblo y miembro de la Asamblea Nacional (Parlamento). Pidió ser recibido en la embajada argentina luego de que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) le quitara sus fueros. “Cuando anoche supimos que el Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) detuvo al vicepresidente de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, cuando conducía su vehículo, se tomó la determinación de pedir alojamiento en la embajada de Argentina”, explicó Andreína Blanco. La joven expresó su “agradecimiento a (el encargado de negocios a cargo de la embajada) Eduardo Porretti y al canciller Jorge Faurie”.

   Richard Blanco, junto a otros nueve legisladores, fue acusado el martes por el Superior Tribunal de Justicia (TSJ) de “traición a la patria, conspiración, instigación a la insurrección, rebelión civil, concierto para delinquir, usurpación de funciones e instigación pública a la desobediencia de las leyes y el odio continuada”. Con ese fallo, la Constituyente resolvió quitar los fueros a los legisladores, pese a que en la Constitución vigente no tiene esa potestad. Desde su conformación, la ANC no se ha dedicado a su fin específico, sino a actuar como un poder paralelo fuera del marco constitucional.