El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer la retirada estadounidense del "desastroso" acuerdo multilateral firmado en 2015 con Irán por su programa nuclear y el restablecimiento inmediato de las sanciones económicas contra Teherán. En un dramático pronunciamiento desde la Casa Blanca, Trump afirmó que la comunidad internacional no puede "prevenir una bomba nuclear iraní bajo la estructura podrida de este acuerdo", y por ello decidió retirarse del entendimiento. Este acuerdo, conocido por sus siglas en inglés JCPOA, fue firmado en 2015 por Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia y China con Irán, y se refiere a mecanismos de enriquecimiento de uranio para impedir que Teherán desarrolle un arma nuclear.
En la misma jornada, todos los otros firmantes del acuerdo reafirmaron su intención de mantenerse fieles al entendimiento, pero la retirada estadounidense abre un interrogante real sobre su supervivencia como herramienta diplomática. "Estoy anunciando hoy (martes) que Estados Unidos se retirará del acuerdo nuclear con Irán. En momentos, firmaré el memorando presidencial que restablece sanciones" a Irán, dijo el mandatario en un mensaje televisado desde la Casa Blanca. Luego de la histórica declaración, Trump ocupó un pequeño escritorio donde firmó el documento que marcó la ruptura de Washington con el acuerdo que la comunidad internacional hilvanó con Irán durante años de esfuerzos diplomáticos continuados. "Implementaremos sanciones económicas del más alto nivel. Cualquier nación que ayude a Irán en su búsqueda de armas nucleares también será sancionada fuertemente por EEUU. No seremos rehenes de un chantaje nuclear", afirmó.
La decisión de Trump fue adoptada a pesar de los reiterados llamados a la prudencia y a no retirarse del acuerdo que le habían sido formulados por aliados firmes como Francia, Alemania o el Reino Unido, que son firmantes de ese entendimiento. Trump debía decidir hasta el 12 de mayo si mantenía o no el acuerdo nuclear con Irán. Ya desde que asumió el cargo, había amenazado reiteradamente con retirar a EEUU del pacto, y la semana pasada se refirió a éste como un "acuerdo horrible". Instantes más tarde, el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, formuló un llamado urgente a todos los otros signatarios del acuerdo a que reafirmen sus obligaciones. Guterres afirmó estar "profundamente preocupado" y pidió "a los otros participantes del JCPOA que mantengan plenamente sus respectivos compromisos".
El gesto del mandatario estadounidense abre una fisura evidente en su alianza con países europeos y las otras potencias nucleares sobre la continuidad del acuerdo con Irán. La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, lamentó la decisión estadounidense y dijo que el bloque europeo está "determinado a preservar" el acuerdo. En un mensaje en la red Twitter, el presidente francés, Emmanuel Macron, había señalado que "Francia, Alemania y el Reino Unido lamentan la decisión estadounidense" y añadió que esos tres países van a trabajar "colectivamente" en favor de un acuerdo "más amplio". Seguidamente, esos tres gobiernos emitieron una nota conjunta en la que apuntaron que "permanecen comprometidos a asegurar que el acuerdo es respetado".
Por su parte, el presidente de Irán, Hassan Rohani, afirmó en un mensaje por TV que su país estaba dispuesto a negociar con Europa, Rusia y China formas de garantizar los intereses iraníes. "He dado instrucciones a la Organización Iraní de Energía Atómica que tome las medidas requeridas para futuras acciones de forma que, caso sea necesario, podamos retomar el enriquecimiento industrial (de uranio) sin límites", dijo. No obstante, añadió que para eso "esperaremos algunas semanas antes de aplicar esta decisión". Pocas horas antes del anuncio de Trump, la Unión Europea ya había instado a que todas las partes mantengan sus compromisos a la luz del acuerdo JCPOA. En un encuentro con el vicecanciller de Irán, Abas Araghchi, los representantes de la UE se manifestaron en favor de "la aplicación plena y efectiva" del acuerdo de 2015. En contrapartida, el premier de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que su gobierno apoyaba totalmente el gesto valiente de Trump. Netanyahu recordó que se opuso al acuerdo desde el principio porque "no sólo este acuerdo no bloquea la vía a Irán hacia la bomba, sino que abre la vía hacia un arsenal completo de bombas nucleares, y ello en unos años".
En el plano interno, hasta el habitualmente discreto ex presidente Barack Obama rompió su silencio para apuntar que la decisión de Trump fue "equivocada". "La realidad es clara: el JCPOA está funcionando", afirmó el ex mandatario demócrata. El diplomático Tony Blinken, que fue subsecretario de Estado cuando el acuerdo fue firmado, en 2015, dijo que la retirada de Washington era un "error monumental". Además, apuntó Blinken, el gesto de Trump otorgó a los defensores de una línea dura en el gobierno de Irán un argumento para retomar sus tentativas de conseguir un arma nuclear.