El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer una nueva versión de su polémico decreto de restricción inmigratoria que suspende la emisión de visas para ciudadanos de seis países de mayoría musulmana y que congela el programa de admisión de refugiados, a fin de reforzar la seguridad nacional. El decreto, criticado por la oposición demócrata, busca contrarrestar las cuestiones legales que rodearon la orden anterior, de enero, que había entrado en vigor de manera inmediata y que causó caos en aeropuertos, protestas en Estados Unidos y el mundo y que en última instancia fue bloqueada por un fallo judicial.
Luego de varias idas y vueltas tras el freno de la Justicia, la Casa Blanca informó que la firma del nuevo decreto ocurrió por la mañana y en privado, y agregó que entrará en vigor a las 0.01 (2.01 de Argentina) del 16 de marzo y sustituirá al polémico veto emitido por el mandatario al término de su primera semana en el poder. Al justificar la medida, el gobierno de Trump, que asegura que las restricciones son necesarias para combatir el islamismo radical y evitar atentados, afirmó que la Oficina Federal de Investigaciones investiga actualmente a 300 refugiados asentados en Estados Unidos por "actividades terroristas".
El secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que el nuevo veto migratorio es "vital" para la seguridad del país, y pidió a sus aliados en todo el mundo que "entiendan" que se trata de un esfuerzo "temporal" para reforzar los controles migratorios. "El decreto firmado por el presidente para proteger al país de la entrada de terroristas extranjeros es una medida vital para fortalecer nuestra seguridad nacional", dijo Tillerson en una comparecencia ante la prensa junto a los titulares de Justicia, Jeff Sessions, y Seguridad Nacional, John Kelly. A diferencia del decreto original, la firma fue en privado y Trump no apareció en público, dejando todo el protagonismo a los miembros de su gabinete que explicaron la medida ante la prensa. La directiva modificada es de alcance más limitado y especifica que la prohibición de entrada a Estados Unidos por 90 días para los ciudadanos de Sudán, Siria, Irán, Libia, Somalia y Yemen no se aplica a aquellos que ya hayan tramitado y obtenido una visa, dijo el vocero de la Casa Blanca, Michael Short.
Sin embargo, este visado válido debe haber sido conseguido antes de las 17 (19 de Argentina) del 27 de enero, la fecha en la que se emitió la primera orden ejecutiva sobre inmigrantes y refugiados. Ese punto no quedó claro en el anterior decreto y se produjeron grandes trastornos en los aeropuertos de todo el mundo, pues ciudadanos con visados válidos no pudieron viajar a Estados Unidos. El portavoz agregó que Trump firmó la orden en privado.
A diferencia del decreto original, Trump decidió excluir a los nacionales de Irak de la suspensión de emisión de visados debido a que el Ejecutivo iraquí se ha comprometido a colaborar en la investigación de sus ciudadanos, según explicó el vocero. Irak se comprometió a mejorar los estándares de documentación con los que viajan sus ciudadanos a Estados Unidos y a ejecutar en el "tiempo oportuno" los procesos de repatriación de sus nacionales con órdenes de deportación en Estados Unidos, agregó.
Además, el nuevo decreto suspende la entrada a Estados Unidos, durante 120 días, de los refugiados de todo el mundo, con el fin de reforzar los procedimientos de seguridad y asegurarse de que las personas que piden asilo no suponen una amenaza para la seguridad de los estadounidenses.
En la anterior orden, bloqueada en los tribunales, se prohibía de manera indefinida la entrada de refugiados sirios a Estados Unidos, pero esta vez el gobierno de Trump no los mencionó de manera específica y los incluyó con el resto de refugiados, por lo que tendrán prohibida su entrada al país durante ese período.
Los líderes de la oposición demócrata del Congreso de Estados Unidos, el senador Chuck Schumer y la representante Nancy Pelosi, reprobaron ayer el nuevo decreto migratorio emitido por el presidente Trump, e insistieron en que se trata igualmente de "una prohibición" discriminatoria aunque esté diluida. "Una prohibición diluida sigue siendo una prohibición. A pesar de los cambios, esta peligrosa orden ejecutiva socava nuestra seguridad. Es más, resulta mezquina y antiestadounidense. Debe ser derogada", dijo Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, en un comunicado. "Esta es la misma prohibición, con el mismo propósito, impulsada por la misma discriminación peligrosa que debilita nuestra capacidad de combatir el terror", aseveró por su parte Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes.
El decreto sobre refugiados e inmigrantes no afectará a los ciudadanos que poseen la codiciada tarjeta de residente permanente ("green card"), un permiso que permite a los extranjeros trabajar en el país y solicitar la ciudadanía estadounidense, explicó la Casa Blanca.
Los residentes permanentes vivieron con gran confusión en los días siguientes a la proclamación del anterior veto, debido a que las autoridades detuvieron en los aeropuertos a muchos de ellos. Otra de las diferencias con el anterior decreto es que el nuevo elimina cualquier referencia a los cristianos, un grupo que había tratado de proteger en su anterior decreto, bloqueado por la Justicia.
En su anterior orden ejecutiva, Trump establecía que los cristianos sirios podían entrar a Estados Unidos, mientras que prohibía la entrada del resto de refugiados provenientes de Siria y con otras creencias religiosas. Desde Bagdad, el gobierno de Irak dijo que la decisión de excluir a sus ciudadanos del decreto de Trump envía un "mensaje positivo" sobre el futuro de las relaciones bilaterales mientras los dos países combaten contra el grupo radical Estado Islámico (EI).
Nigeria, por su parte, y aunque no fue incluida en el decreto, recomendó ayer a sus ciudadanos que eviten viajar a Estados Unidos hasta que el gobierno de Trump aclare su política migratoria, después de que a varios nigerianos con visado no se les permitiera la entrada al país.
Retoque. Miembros del gabinete de Trump anuncian a la prensa que el veto migratorio entrará en vigor el 16 de marzo.
Fin del Visa
Interview Waiver
Trump suspendió ayer un programa que eximía a ciertos viajeros de hacer una entrevista en persona para renovar su visado. El programa Visa Interview Waiver permitía que ciertos viajeros, por su edad, visado o frecuencia en sus visitas al país, no tengan que someterse a una entrevista para obtener sus visados de no inmigrantes, algo que puede a afectar a estudiantes, tripulantes de aviación, turistas o empresarios de todo el mundo. El programa no debe confundirse con el Visa Waiver, que exime de solicitar visados para visitas limitadas a países socios.
El decreto suspende la entrada a EEUU por 120 días de los refugiados de todo el mundo con el fin de reforzar la seguridad