El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se alejó de la política de décadas de buscar una solución de "dos Estados" al conflicto entre israelíes y palestinos, y afirmó que simplemente apoyará una salida acordada por ambas partes. "Por mucho tiempo pensé que la solución de dos Estados era la más fácil. Honestamente, si Israel y los palestinos están felices, yo estoy feliz con lo que ellos prefieran. Un Estado o dos Estados, aceptaré lo que acuerden", afirmó el mandatario republicano. Con esta frase, sepultó años de trabajo diplomático de Washington y otras naciones para convencer a ambas partes, y en especial a Israel, de que asuman los históricos compromisos de Oslo y se formen dos Estados, vecinos y en paz. El Estado israelí existe desde 1948, por mandato de la ONU, pero no fue entonces reconocido por los vecinos árabes. Muchos años y guerras más tarde, lo hicieron algunos pocos, como Egipto y Jordania.
En una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Trump dijo que su gobierno podría incluso aceptar una solución con un único Estado si ambas partes se ponen de acuerdo.Trump reiteró que "podría vivir con cualquiera de las dos soluciones". "Por mucho tiempo pensé que la solución de dos Estados era la más fácil. Pero, honestamente, si Israel y los palestinos están felices, yo estoy feliz con lo que ellos prefieran. Un Estado o dos Estados. Aceptaré lo que acuerden", declaró el mandatario republicano.
Más tarde, una alta fuente del gobierno estadounidense que habló bajo anonimato aseguró que Washington dejaría de insistir ante las dos partes en conflicto para hallar una solución de dos Estados. "Eso es algo que ellos deberán resolver, nosotros no vamos a dictar cuáles serán los términos de la paz", dijo la fuente.
La explosiva declaración da un giro a la política exterior estadounidense y provocó una oleada de reacciones en todo el mundo. El secretario general de Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres, dijo categóricamente que "debe hacerse todo lo posible para preservar" la salida de dos Estados. Apenas instantes más tarde, Francia —miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU— dijo por boca de su embajador François Delattre que el compromiso de su país con la solución de dos Estados "es más fuerte que nunca". El actual gobierno
En Ramala, la capital de la administración palestina, Hanan Ashraui, dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dijo que la nueva posición estadounidense "carece de sentido". Washington "está tratando de satisfacer a la coalición extremista de Netanyahu", apuntó.
Pero el ala más extrema del gobierno israelí cantó victoria. "Una nueva era. Nuevas ideas. Gran día para los israelíes y los árabes razonables. Felicitaciones", escribió en Twitter Naftali Bennet, líder del partido nacionalista y religioso Hogar Judío.
Pero en un mensaje directo a su interlocutor, Trump afirmó que le gustaría ver de parte del gobierno israelí "más contención con los asentamientos. Vamos a buscar alguna salida, porque me gustaría que lleguemos a un acuerdo", sobre la cuestión. El presidente señaló que "los israelíes van a tener que mostrar alguna flexibilidad, lo que no es fácil. Tendrán que mostrar que realmente quieren un acuerdo de paz". "Los palestinos", de su lado, "tienen que deshacerse un poco del odio que enseñan desde tierna edad. Ellos enseñan mucho odio. Es algo que yo he visto", sostuvo. La educación palestina, efectivamente, enseña que Israel es "una entidad sionista" y no una nación legítima, a lo que se suman textos e imágenes que incitan al odio. El antisemitismo es materia corriente en las escuelas palestinas, así como en casi todos los países árabes e Irán.
Trump aprovechó para criticar a la ONU por considerar que trató a Israel de "forma muy, muy injusta" cuando el Consejo de Seguridad aprobó a fines de diciembre una resolución que condena sus asentamientos en territorios palestinos. El mandatario republicano reveló que sigue manteniendo la posibilidad de transferir la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, una idea fuertemente criticada por los palestinos. Los gobiernos estadounidenses tienen desde hace décadas su legación en Tel Aviv, hasta que un acuerdo entre israelíes y palestinos determine el estatus de Jerusalén, ciudad que ambas partes reivindican como capital.
Trump nombró como nuevo embajador ante Israel al abogado David Friedman, quien en sus primeras declaraciones defendió la transferencia de la embajada a "la capital eterna de Israel, Jerusalén". El propio Friedman ha participado en la financiación de asentamientos israelíes en territorios palestinos. Su nominación aún debe ser confirmada por el Senado.
El caso Flynn: nuevo episodio
Donald Trump acusó a los medios de comunicación por la renuncia de su asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, y negó contactos entre sus asesores y funcionarios rusos durante el año previo a las elecciones presidenciales. Pero a la vez The New York Times reveló más evidencia del vínculo del equipo electoral de Trump con el Kremlin y agentes de inteligencia rusa durante la campaña.Trump defendió a su ex asesor nacional de seguridad: "Flynn es un hombre maravilloso al que los medios, falsos en muchas ocasiones, están tratando de forma muy injusta", dijo ayer. "Están tratando de encubrir la enorme derrota electoral de Clinton", añadió.
Pero según cuatro fuentes de la administración citadas por el NYTimes, las fuerzas de seguridad y de inteligencia estadounidenses interceptaron las comunicaciones de varios asesores de Trump en la investigación sobre el ciberespionaje durante las elecciones, tras lo cual concluyeron que el Kremlin había estado maniobrando para denigrar a la candidata demócrata, Hillary Clinton, y favorecer la llegada de Trump a la Casa Blanca. A fines de diciembre, Obama impuso sanciones a Moscú por el caso.
aliados. Netanyahu y Trump se dan la mano ayer durante la rueda de prensa en la Casa Blanca