El presidente Donald Trump declaró ayer una "misión cumplida" sobre el ataque de misiles liderado por Estados Unidos contra Siria como consecuencia del programa de armas químicas del gobierno del presidente Bashar Assad, pero el Pentágono afirmó que las operaciones lanzadas contra tres instalaciones vinculadas con las armas químicas dejaron muchas intactas, lo que representa que el mandatario sirio podría hacer uso de ellas contra civiles si así lo desea. "Un ataque ejecutado a la perfección", tuiteó Trump luego de que los aviones y barcos militares de Francia y Gran Bretaña lanzaron más de 100 misiles contra unas fuerzas aéreas sirias que según los aliados no mostraron resistencia. "No pudo haber habido un mejor resultado. Misión cumplida!", agregó Trump, que no obstante advirtió que volvería a bombardear Siria si Assad volvía a usar armas químicas. Su elección de las palabras "misión cumplida" rememoró una declaración similar hecha por el ex presidente George W. Bush luego de la invasión de Estados Unidos a Irak. Bush dio un discurso ante los marineros de un barco de la Armada de Estados Unidos en mayo de 2003 junto a un cartel que decía "misión cumplida", apenas semanas después de que se hiciera aparente que los iraquíes habían organizado una insurgencia que forzó a las fuerzas estadounidenses a involucrarse en una guerra de muchos años.
El ataque más reciente en Siria, durante la noche, fue limitado cautelosamente para minimizar muertes de civiles y evitar un conflicto directo con el principal aliado de Siria, Rusia, pero la confusión surgió por la medida en que Washington advirtió a Moscú por anticipado.
El Pentágono dijo que no le proporcionó ninguna advertencia explícita. El embajador de Estados Unidos en Moscú, John Huntsman, afirmó en un video que "antes de que se tomaran acciones, Estados Unidos se comunicó" con Rusia para "reducir el peligro de hubiera víctimas rusas o civiles". La portavoz del Pentágono, Dana W. White, dijo que bajo su conocimiento nadie del Departamento de Defensa se comunicó con Moscú antes de los ataques, y afirmó que los objetivos fueron elegidos de forma muy metódica para minimizar el riesgo de confrontaciones con Rusia o de violar el espacio aéreo de Siria. Los funcionarios dijeron que eso no incluyó darle a Rusia una notificación previa de dónde ocurrirían los ataques. Rusia tiene fuerzas militares, incluidas aéreas, en varias zonas de Siria para apoyar a Bashar Assad en su larga guerra contra los rebeldes antigubernamentales. Rusia e Irán calificaron el uso de la fuerza por parte de EEUU y de sus aliados como un "crimen militar" y un acto de agresión.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió para debatir los ataques, pero rechazó una resolución por parte de Moscú que pedía una condena por la "agresión" de los tres aliados de Occidente. La embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, dijo al Consejo que el presidente Trump dejó en claro que si Assad usa gas venenoso otra vez, "EEUU está armado y preparado".
Assad rechaza que haya usado armas químicas y el gobierno de Trump todavía debe presentar evidencia contundente de lo que afirma precipitó los ataques con misiles de los aliados: un ataque con gas venenoso a civiles en la ciudad siria de Duma el 7 de abril. Estados Unidos dice que sospecha que se utilizaron dos tipos de gases venenosos. "Las buenas almas no serán humilladas", tuiteó Assad mientras cientos de sirios salieron a las calles de Damasco, la capital de Siria, donde hacían la «v» de la victoria y agitaban banderas en símbolo de resistencia.
Los ataques "hicieron blanco en forma eficaz", dijo White a la prensa en el Pentágono. Las fuerzas armadas indicaron que fueron tres los objetivos: el sitio de investigación y desarrollo de armas químicas Barsah, en la zona de Damasco; una instalación de almacenamiento de armas químicas cerca de Homs y un "búnker" de armas químicas a pocos kilómetros del segundo objetivo. Aunque funcionarios informaron que el objetivo en particular fue la capacidad bélica con armas químicas de Assad, la fuerza aérea del gobernante, incluidos helicópteros que supuestamente ha utilizado para lanzar armas químicas contra civiles, no fueron atacados.
En una acción militar lanzada hace un año en respuesta a un ataque con gas sarín, el Pentágono aseveró que sus misiles habían eliminado casi 20 por ciento de la fuerza aérea siria. Ni Siria ni sus aliados rusos o iraníes tomaron ayer represalias, afirmaron funcionarios del Pentágono. La operación encabezada por EEUU tuvo un amplio respaldo en Occidente. La alianza de la Otán dio su total respaldo; su secretario general, Jens Stoltenberg, dijo en Bruselas que el ataque tuvo como propósito garantizar que las armas químicas no puedan ser utilizadas con impunidad. La canciller alemana Angela Merkel describió el ataque como "necesario y apropiado", al igual que lo hizo la premier británica Theresa May, cuyo país participó del ataque junto a EEUU y Francia. Trump señaló que EEUU estaba dispuesto a ejercer presión económica, diplomática y militar contra Assad hasta que el gobernante sirio ponga fin a lo que describió como un patrón criminal de asesinar a su propio pueblo con armas químicas prohibidas a nivel mundial. Estas palabras no implican al parecer que seguirán las incursiones militares. De hecho, el general Joseph Dunford, presidente del Estado Mayor Conjunto, dijo que no hay más ataques planeados.
Después del ataque.. Un soldado sirio toma imágenes entre las ruinas de un centro de investigación en Damasco alcanzado por los misiles aliados..
Moscú desplegaría fuerzas en Irán
Un medio especializado, Debka.org afirmaba ayer que Rusia, pese a su aparente nula reacción a los ataques de EEUU, comenzó desde el pasado jueves a desplegar bombarderos estratégicos Tu-95 y Tu-22M en bases de Irán. Esto reduce su tiempo de vuelo a Siria e Irak en al menos cuatro horas. Además, buques de carga rusos estaban transitando el estrecho del Bósforo el viernes y ayer a plena luz del día, cargados con nuevo equipo militar para el ejército sirio. Según estas fuentes, una fuerza mixta siria y de Hezbolá apoyada por Rusia cruzó ayer a la mañana el río Eufrates, en Irak, para arrebatarle a EEUU el control de yacimientos de gas y petróleo. Los combates se producían con el Ejército Democrático Sirio (SDF), respaldado por Washington.