El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó desde la Casa Blanca que uno de sus buques de guerra desplegados en Medio Oriente derribó ayer y destruyó a un avión no tripulado (dron) iraní, luego que éste "amenazara" a su barco y se acercara a poco más de 900 metros en el estrecho de Ormuz, el epicentro de la actual escala bélica y diplomática entre Washington y Teherán.
"El dron ha sido destruido inmediatamente", subrayó el mandatario, antes de agregar que "este es el último de muchos actos provocativos y hostiles por parte de Irán contra buques que operan en aguas internacionales".
Así, Trump manifestó que "Estados Unidos se reserva el derecho a defender a su personal, instalaciones e intereses", al tiempo que pidió al resto de países que condenen estas acciones por parte de Teherán.
"Esta es la última de las muchas acciones provocativas y hostiles por parte de Irán contra buques que navegan aguas internacionales", denunció Trump, citado por la agencia de noticias EFE.
Poco después, el vocero del Pentágono, Jonathan Hoffman, le relató el operativo a la cadena Fox News,
"Apróximadamente a las 10 de la mañana hora local, el buque anfibio USS Boxer estaba en aguas internacionales en tránsito de ingreso al Estrecho de Ormuz. Un sistema aéreo no tripulado de alas fijas (UAS por sus siglas en inglés) se acercó a Boxer hasta una distancia corta y amenazante. El barco realizó una acción defensiva contra el UAS para garantizar la seguridad del barco y de su tripulación", explicó Hoffman. El episodio parece una réplica del avión no tripulado estadounidense que las fuerzas iraníes derribaron el 20 de junio pasado. Teherán había denunciado que la nave estaba en territorio iraní, y exhibió mapas que lo probarían. Washington lo negó, Trump ordenó un ataque de represalia, pero luego sorpresivamente lo suspendió.
El hecho se produjo a las pocas horas de que la armada iraní capturara un buque con 12 tripulantes, que navegaba por aguas iraníes tras salir de un puerto de Estados Arabes Unidos. El barco estaría traficando petróleo crudo, según la denuncia del régimen.
La Guardia Revolucionaria iraní anunció la captura del barco extranjero "por contrabando de petróleo", días después de que un petrolero emiratí desapareciera de los radares y en medio de grandes tensiones entre Irán y Estados Unidos.
El secuestro es el último de una serie de incidentes, incluyendo misteriosos ataques, que han involucrado a otros petroleros en el golfo Pérsico y que han agravado una escalada de tensiones en la región desatada tras la decisión unilateral de Estados Unidos de abandonar el pacto nuclear firmado en 2015 entre Irán y las seis mayores potencias.
El petrolero fue apresado al sur de la isla de Larak, en el estrecho de Ormuz, dijo la Guardia en un comunicado en su portal de noticias Sepahnews, sin especificar la procedencia del barco.
Inmediatamente después de que se conociera el incidente, el precio del crudo subió un 1 por ciento, luego de haber bajado la semana pasada. Esta semana, la compañía de control del tráfico marítimo de petróleo TankerTrackers informó de la desaparición de un supertanque emiratí de bandera panameña, el MT Riah, que opera en el estrecho de Ormuz "para abastecer de combustible a otros barcos". El buque ingresó en aguas iraníes el domingo, y luego su sistema de identificación automática dejó de enviar señales, agregó.
En principio, la incautación del barco no parece apuntar directamente a algún país en particular, sino más bien que la Guardia Revolucionaria está tomando medidas para impedir el contrabando de petróleo iraní.
Pero si efectivamente se trata del MT Riah, el movimiento parece dirigido directamente contra los buques con sede en los Emiratos Arabes Unidos.
Las tensiones en el golfo Pérsico comenzaron en mayo cuando fueron atacados cuatro petroleros, dos de ellos emiratíes— en unos actos de sabotaje que Estados Unidos atribuyó a Irán.
En junio hubo otros dos ataques contra buques petroleros, e Irán volvió a negar haber estado involucrado.
En las últimas semanas, Emiratos Arabes ha llamado a frenar las tensiones entre Teherán y Washington, pero antes había presionado para que Estados Unidos sea más duro con las sanciones económicas contra la república islámica iraní.