El presidente Barack Obama aseguró ayer que Estados Unidos puede superar sus divisiones y mantener la unión, ante el creciente descontento popular por la violencia policial y tras la matanza en Dallas de cinco policías por un veterano negro. "Las acciones de unos pocos no pueden definirnos a todos", dijo Obama en Varsovia, donde asistió a la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán). Obama describió además como "demente" al asesino de los policías, que posiblemente actuó impulsado por el odio hacia los blancos. También se refirió a la preocupación de que se produzca una nueva escalada de violencia. En muchas ciudades hay previstas nuevas acciones de protesta contra la violencia policial este fin de semana.
En Dallas, en tanto, las investigaciones se centran en los motivos del atacante, al tiempo que estalló una discusión sobre la utilización de un robot para acabar con su vida. Los policías asesinados tenían entre 32 y 55 años. El más joven se había casado hace dos semanas con una policía. Dos de las víctimas fueron soldados y prestaron servicio en Irak. Se espera que Obama visite Dallas a principios de semana. Para ello redujo a un día su visita a España, a donde llegó la tarde de ayer.
En una conferencia de prensa en Varsovia, Obama manifestó su profunda convicción de que Estados Unidos no está tan polarizado como afirman algunos. "Por muy dolorosa que haya sido esta semana, creo firmemente que Estados Unidos no está tan dividido como sugieren". Una vez más reclamó leyes más duras sobre tenencia de armas. No podemos desactivar a toda persona perturbada que quiere causar daño, "pero podemos hacerle las cosas más difíciles", afirmó Obama.
El afroamericano Micah Johnson, de 25 años, mató a cinco policías e hirió a otros cinco y a dos civiles la noche del jueves durante una manifestación contra la violencia policial. Según determinó la policía, actuó solo, aunque pudo haber tenido cómplices, según comentó el gobernador de Texas, Greg Abbott. Como móvil emerge cada vez más el odio hacia los blancos. En ese sentido se manifestó el atacante en las largas negociaciones con la policía antes de su muerte y en comentarios en Facebook, en los que expresó simpatía por grupos extremistas negros. Además, la policía aseguró que halló en su vivienda gran cantidad de armas y material paramilitar, también para la construcción de bombas, así como chalecos antibalas, munición y un manual sobre lucha armada. Además, aparecieron escritos afronacionalistas. También se supo que Johnson era veterano del ejército y a fines de 2013 sirvió en Afganistán, pero como carpintero. Según varios medios, fue retirado antes de lo previsto por acusaciones de acoso sexual de una soldado.
La marcha del jueves se organizó para protestar por la muerte de dos afroamericanos a manos de la policía en los Estados de Minnesota y Louisiana en el transcurso de 48 horas. También la noche del viernes marcharon miles de personas contra la violencia policial en Nueva York, Phoenix y San Francisco, entre otras. En varias ciudades se reforzaron las medidas de seguridad.
El tiroteo en Dallas ha reactivado el ya de por sí sensible debate sobre el uso de fuerza letal por parte de la policía, y su comportamiento ante las minorías raciales, especialmente los afroestadounidenses. Los líderes del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) condenaron la violencia de Dallas, pero aseguraron que mantendrán las manifestaciones previstas. "Black Lives Matter combate por la dignidad, la justicia y la libertad. No por el asesinato", indicó la organización. El viernes, miles de personas se manifestaron en Houston, Nueva Orleans, Detroit, Baltimore y San Francisco, exigiendo justicia por la muerte de los dos negros a manos de la policía, en escenas filmadas y que indignaron a la opinión pública.
En Phoenix, Arizona, policías dispersaron con gas lacrimógeno a manifestantes que tiraban piedras. En la ciudad de Rochester en el Estado de Nueva York 74 personas fueron detenidas al bloquear una calle en una protesta sentada. Nuevas protestas estaban planificadas para este sábado en varias ciudades en lo que fue apodado el "fin de semana de rabia" en la ciudad de Filadelfia.