Damasco/El Cairo.— El primer ministro sirio, Riad Hiyab, huyó a Jordania y se unió a los rebeldes que combaten al gobierno del presidente Bashar Assad, en un duro golpe para el régimen de Damasco. Hiyab —quien planeó el rompimiento durante meses, según un colaborador— es el funcionario de más rango que cambia de bando y su decisión seguramente alentará a los rebeldes, luego de que otras figuras militares y políticas han abandonado al debilitado régimen.
El portavoz de Hiyab, Mohammed al Ottri, leyó un comunicado del político en la cadena árabe Al Jazeera desde Ammán: "Por este medio informo que me aparté del régimen asesino y terrorista y me uní a la revolución de la libertad y la dignidad", afirma la declaración. En el texto se asegura que la deserción fue organizada por el Ejército Libre de Siria.
Huida planeada. Previamente, círculos de seguridad jordanos habían confirmado a la emisora que Hiyab había huido a través de la frontera hacia Jordania. Se cree que uno de sus destinos finales posibles es Qatar. De acuerdo con la declaración de Al Ottri, Hiyab planeaba su huida desde hace más de dos meses.
Previamente, los medios oficiales señalaron que el presidente sirio, Bashar Assad, separó del cargo a Hiyab y que su sucesor será el hasta ahora viceprimer ministro Omar Galavanyi, pero no se explicó el motivo de la medida.
Hiyab, de 46 años, que era antes ministro de Agricultura, había sido nombrado al frente del gobierno apenas el pasado 6 de junio. Dedicó gran parte de su vida a servir lealmente a Assad y tuvo altos cargos en el seno del partido Baath. Cuando el año pasado comenzaron las protestas contra Assad, se desempeñaba como gobernador de la provincia de Latakia, de la que es oriunda la familia del presidente.
Un trago amargo. Como ministro de Agricultura, Hiyab no fue responsable de la muerte de nadie. Como primer ministro estaba, en cambio, en la cúpula del gabinete y estaba por encima —aunque fuera formalmente— de los ministros del Interior y de Defensa, cuyos soldados y agentes secretos matan diariamente a decenas de personas.
El margen de decisión del jefe de gobierno sirio en el avance del régimen de Assad sobre su propia población es mínimo. Tampoco hay muchos ámbitos civiles que el gobierno controle: más allá de la capital, Damasco, la mitad de Aleppo y aquellas zonas no urbanas en las que están estacionados los militares, no controla mucho. Desde el punto de vista operativo, la pérdida del primer ministro no es un golpe demasiado duro para el régimen.
Sin embargo, desde el punto de vista psicológico, la "traición" de Hiyab es un trago amargo para el gobierno de Assad. Después de cientos de oficiales, ocho diplomáticos y cuatro representantes parlamentarios, él es un ejemplo especialmente llamativo de que los altos funcionarios no necesariamente son leales al régimen. Así se lee en su declaración: "Hoy se apartó (del gobierno), en la persona del primer ministro, un alto funcionario. De esa forma ustedes, que ocupan rangos más bajos, no tienen ninguna excusa para seguir siendo leales al régimen", aseveró.
Según fuentes familiarizadas con el régimen sirio, Assad está perdiendo apoyo en el ejército y el aparato de seguridad, sobre todo por parte de los sunitas, una rama del islam a la que pertenece Hiyab y la mayoría de la oposición.
Los musulmanes sunitas representan más del 60 por ciento de la población, aunque en el aparato militar son apenas 4.000 de los en total 33.000 oficiales. El clan Assad y las cúpulas del régimen pertenecen a la comunidad shiíta de los alawitas, una minoría en el país. Incluso los desertores más famosos, como el general Manaf Tlass, ex amigo de Assad y que huyó hace un mes —también sunita— subrayan la división religiosa en el país.
"Se está derrumbando". Por su parte, EEUU calificó ayer la huida a Jordania del primer ministro sirio como una nueva muestra del desmoronamiento del régimen de Assad.
"El hecho de que la cabeza del gobierno sirio rechace el continuo derramamiento de sangre que impone Assad refuerza aún más la idea de que el gobierno sirio se está derrumbando por dentro", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. "Y el hecho de que cada vez más integrantes del gobierno se distancien demuestra que el presidente está perdiendo poder. Ahora debe actuar el pueblo sirio", agregó.
De acuerdo con los opositores sirios, ayer también desertó el primer y único cosmonauta del país, Mohamed Ajmed Faris, quien huyó a Turquía. El piloto de la Fuerza Aérea oriundo de Aleppo se unió a las fuerzas opositoras, según se informó. Faris viajó al espacio en 1987 con los soviéticos.