Beijing.1397058884 En medio de versiones contradictorias, el Comité Olímpico
Internacional (COI) admitió ayer por primera vez que podría detener el recorrido mundial de la
antorcha olímpica, como consecuencia de las estruendosas protestas a su paso en Londres y París.
Miles de manifestantes se volcaron a las calles en estas ciudades para mostrar su repudio al
gobierno chino y sus políticas hacia el Tíbet, antes de los Juegos Olímpicos que se realizarán en
agosto en Pekín. China, por su parte, prometió continuar con el recorrido de la llama hasta el
final.
El relevo de la antorcha fue interrumpido en Grecia, Estambul, Londres y París
por sectores que se oponen a las políticas chinas en materia de derechos humanos. Para hoy se
esperan más problemas en San Francisco, la única escala norteamericana del viaje.
Oficiales del COI expresaron ayer su preocupación por las protestas. El
presidente del organismo, Jacques Rogge, dijo que el comité ejecutivo discutirá el viernes el
futuro del relevo de la antorcha. No descartó la posibilidad de suspender o eliminar parte del
recorrido, aunque la mayoría de los oficiales olímpicos se oponen a una decisión tan drástica.
Cuando se le preguntó si es segura la continuación del tramo internacional del
relevo, Rogge contestó: "No voy a decir si es seguro o no. Habrá una discusión en el comité
ejecutivo sobre el relevo, pero no voy a especular al respecto".
Acusaciones. En tanto, la portavoz del COI, Giselle Davies, dijo que no hay
planes inmediatos para cancelar el resto del recorrido. "Esperamos que el relevo siga su trayecto
como fue planificado", afirmó.
El caos que acompañó el trayecto de la antorcha afectó la imagen de China. El
lunes tuvo que cancelarse la tercera etapa del recorrido por París cuando manifestantes lanzaron
agua para apagar la llama.
La vocera de la Cancillería china, Jiang Yu, acusó de los disturbios a grupos
que buscan la independencia del Tíbet respecto de Pekín. "Expresamos nuestra fuerte condena a las
deliberadas perturbaciones del recorrido de la antorcha olímpica por fuerzas separatistas tibetanas
a las que no les importa el espíritu olímpico ni las leyes de Gran Bretaña y Francia", afirmó.
"Todo saldrá bien". Un vocero del comité chino organizador de los Juegos, Sun
Weide, aseguró que la ruta de la llama continuará hasta el final. "Ninguna fuerza podrá detener el
recorrido de la antorcha. Estamos confiados de que todo saldrá bien", declaró.
Desde hace semanas, el aparato de propaganda del régimen de Pekín presenta a las
protestas de los tibetanos como una conspiración de fuerzas antichinas. También acusa a los medios
extranjeros de falsear la información sobre las manifestaciones.
"Imprevisible". Mientras tanto, la antorcha llegó ayer a San Francisco en medio
de estrictas medidas de seguridad. Para hoy se esperan manifestaciones en el trayecto previsto para
el fuego olímpico en la ciudad californiana. Los activistas protibetanos ya realizaron el lunes una
acción de protesta en el puente Golden Gate, donde colocaron una pancarta con la leyenda "Un mundo,
un sueño, Tíbet libre".
Después de San Francisco la antorcha pasará el viernes a Buenos Aires. El
presidente del Comité Olímpico Argentino, Julio Casanello, admitió ayer su preocupación por lo que
pueda suceder durante el paso del fuego olímpico. "Es una situación complicada. Es distinto cuando
hay condimentos ideológicos en el tema", dijo. Y agregó que la capital argentina es "absolutamente
imprevisible".
Pekín prometió continuar con el trayecto. Se esperan más manifestaciones en San
Francisco
Activistas pro Tíbet colgaron pancartas en el Golden Gate.