Un buque de rescate italiano con 46 migrantes a bordo atracó sin incidentes en el puerto siciliano de Lampedusa, a pesar de una prohibición explícita, tras declararse en estado de emergencia. Es el segundo caso en apenas una semana: el anterior terminó con la capitana de la nave detenida temporariamente.
El ministro del Interior y vicepremier Matteo Salvini, un antiinmigrantes intransigente que ha prohibido a los buques de rescate entrar a puertos italianos, expresó su enojo por el incidente a través de una serie de tuits, comenzando con la notificación de que el navío había “violado la ley, ignorado la prohibición de entrar a aguas italianas”.
Fue una maniobra similar a la que realizó un buque alemán la semana pasada al desobedecer la orden directa de las autoridades portuarias, pero al parecer sin las contramedidas que tomaron entonces las autoridades italianas. En aquella ocasión, las lanchas de la autoridad portuaria fueron golpeadas por el buque alemán al forzar el ingreso al puerto.
Imágenes de la televisión mostraron a los migrantes sentados en hileras en la proa del velero de la ONG Mediterranea Saving Humans con chalecos salvavidas color naranja. De inmediato no intentaron desembarcar.
Salvini tuiteó que Malta había ofrecido recibir a los migrantes del buque de bandera italiana. El grupo, que entregó el viernes a 13 pasajeros a la Guardia Costera italiana por problemas médicos, dijo que tomó la decisión de atracar debido a las “intolerables condiciones higiénicas a bordo”. Agregó que Lampedusa es “el único puerto seguro para atracar”, ya que el buque estaba en aguas italianas.
Por otra parte, el grupo humanitario Sea Eye dijo que su buque de rescate Alan Kurdi con 65 migrantes a bordo navega también hacia Lampedusa. Sería el tercero en violar la prohibición oficial del gobierno de Salvini. El ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, pidió a Salvini que desista de esa política de cerrar los puertos a los buques de rescate. Seehofer escribió que no se puede dejar a los buques con personas rescatadas a bordo a la deriva en el Mediterráneo durante semanas. “Le exhorto urgentemente a que recapacite sobre su posición de que no quiere abrir los puertos italianos”. Seehofer dijo que en vista de la responsabilidad de Europa “y nuestros valores cristianos comunes” no debería tenerse en cuenta qué organización rescató a los migrantes, de dónde viene la tripulación y bajo qué bandera navegan. La respuesta de Salvini y otras altas autoridades italianas es ya conocida: Europa no hace nada eficaz para ayudar a Italia con el flujo de inmigrantes que llegan desde Libia y Roma debe afrontar la crisis sola. Seehofer no hizo ninguna referencia a este aspecto decisivo del problema.
Iraníes en Austria
En tanto, la policía de Austria descubrió a 11 iraníes que esperaban llegar a Alemania ocultos en un tren de carga. Un trabajador del ferrocarril en una plaza de maniobras en Fuernitz, cerca de la frontera eslovena, escuchó ruidos en el interior de un vagón sellado en un tren oriundo de Eslovenia. Avisó a la policía, que halló a tres mujeres, tres hombres y cinco niños. Los migrantes dijeron que un traficante les hizo abordar el tren cerca de un refugio para migrantes en Sid, Serbia, el jueves, y les dijo que los llevaría a Alemania. Le pagaron 1.000 euros cada uno.