El Cairo/Saná/Washington. — Las protestas contra delegaciones diplomáticas estadounidenses a causa de una película difamatoria con el islam continuaron ayer en Egipto y se extendieron a otros países de la región, como Yemen, Irán, Túnez, Irak o la ciudad palestina de Gaza, dejando al menos cuatro muertos y cientos de heridos. Las nuevas manifestaciones e intentos de ataque se producen un día después de que el embajador estadounidense y otros tres diplomáticos muriesen en un ataque contra el consulado norteamericano de la ciudad libia de Bengasi.
El presidente Barack Obama, que prometió llevar a la Justicia a los responsables del ataque al consulado en Bengasi, envió dos buques de guerra, aviones no tripulados y marines hacia las costas de Libia. También ordenó reforzar la seguridad en las legaciones en el exterior.
En Yemen, cuatro manifestantes murieron y más de 30 personas resultaron heridas en la capital, Saná. Manifestantes escalaron el muro de la embajada estadounidense y reemplazaron la bandera de barras y estrellas por una blanca en la que podía leerse: "No hay otro Dios que Alá, y Mahoma es su profeta". Los manifestantes lograron acceder al patio de la legación e incendiaron autores antes de que las fuerzas de seguridad consiguieran desalojarlos. El presidente yemení, Abed Rabbo Mansur Hadi, lamentó el brote de violencia y criticó la irresponsabilidad de los manifestantes.
Enfrentamientos. En El Cairo, cientos de manifestantes volvieron a congregarse en ante la embajada estadounidense para protestar contra el filme producido en Estados Unidos, de la que desde hace meses puede verse un trailer en YouTube. Las protestas de la capital egipcia desembocaron en enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. En las protestas resultaron heridas más de 300 personas, entre ellos decenas de policías. El presidente egipcio, Mohamed Mursi, condenó las violentas reacciones a la película y aseguró que trabajará con Washington para garantizar la seguridad del personal diplomático. "El pueblo egipcio es civilizado y que rechaza semejante acto fuera de la ley", dijo Mursi desde Bruselas. "Deberíamos proteger a los visitantes, turistas y representaciones diplomáticas", agregó.
En referencia a los incidentes en El Cairo, Obama sostuvo ayer que su país no consideraba al gobierno islamista egipcio ni amigo ni enemigo. "No creo que lo consideremos un aliado, pero tampoco un enemigo", agregó.
En Teherán, unas 500 personas se manifestaron ayer ante la embajada de Suiza —que representa los intereses estadounidenses en el país— y reclamaron la muerte del director de la película. Cientos de guardias les impidieron asaltar la embajada suiza. El guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, aprovechó para pedir a Washington que castigue al autor de la película.
Entretanto, en la ciudad palestina de Gaza, decenas de personas se manifestaron, quemando banderas israelíes y estadounidenses. La organización radical islamista Hamas llamó además a una gran manifestación para hoy. Hubo protestas en Túnez, mientras que en la capital alemana, Berlín, un paquete sospechoso recibido por correo obligó ayer a evacuar el consulado norteamericano.
Buques de guerra y aviones. Los servicios de inteligencia estadounidenses sospechan que tras la violencia desatada en Libia estaría la red terrorista Al Qaeda con motivo del undécimo aniversario de los atentados del 11-S. Al respecto, investigadores libios detuvieron a varios sospechosos tras la muerte del embajador. El viceministro del Interior, Wanis Al Sharif, sin embargo no dio detalles sobre la identidad y cifra de detenidos.
Los dos barcos de guerra estadounidenses enviados a Libia son el USS Laboon y el USS McFaul, y están equipados con misiles crucero Tomahawk guiados por satélites que pueden ser programados para alcanzar blancos específicos. En cuanto a los aviones de reconocimiento no tripulados, estos buscarán recabar información de inteligencia que sea traspasada a las fuerzas libias para que puedan realizar ataques.