Cazas rusos volvieron ayer a atacar objetivos en Siria, oficialmente yihadistas, aunque grupos opositores al régimen de Bashar Assad aseguran haber sido víctimas de esos bombardeos, mientras que Estados Unidos advertía que seguirá con sus propias operaciones militares en la región. Se trata del segundo día de ataques rusos, después de que el Kremlin lanzara el miércoles sus primeros ataques fuera de su territorio desde 1979, cuando la entonces Unión Soviética invadió Afganistán. El presidente ruso, Vladimir Putin, descartó sin embargo las acusaciones de que los ataques del miércoles mataran a civiles y las calificó de "guerra informativa". "Estamos listos para este tipo de ataques informativos. La primera noticia sobre víctimas civiles apareció antes de que despegaran nuestros cazas", dijo Putin.
Rusia, uno de los principales apoyos de Assad en el mundo, anunció que sus últimos ataques alcanzaron cuatro objetivos del Estado Islámico (EI), que controla amplios territorios de Siria e Irak. Moscú anunció la destrucción de una base "terrorista", así como de un depósito de armas, un centro de comando y una fábrica de cochesbomba. Pero según una fuente occidental, los ataques fueron dirigidos contra el llamado Ejército de la Conquista, una coalición de rebeldes que incluye el Frente Al Nosra (rama de Al Qaeda en Siria) y que tiene al EI como principal enemigo. Debido a las críticas de Occidente, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, admitió que también son atacados otros grupos. Agregó que hay una lista de organizaciones que deben ser combatidas, pero no dio nombres concretos.
Compleja guerra civil. El conflicto sirio, que empezó en 2011 como un levantamiento contra Assad, se ha convertido en una compleja guerra civil en la que también participan grupos yihadistas venidos del extranjero. Según analistas, Moscú busca sobre todo disminuir la presión rebelde en los territorios que aún mantiene el régimen, que perdió dos tercios del mismo, aunque aún controla zonas clave.
Rusia niega que sus ataques tengan el objetivo de ayudar a Assad, pero el senador estadounidense John McCain denunció que los cazas de combate rusos atacan grupos "financiados y entrenados por la CIA" para luchar contra el EI. McCain, que preside el comité de asuntos militares del Senado, afirmó que en realidad el objetivo de Rusia es "apoyar" a Assad. El canciller ruso, Serguei Lavrov, aseguró que su país cree que sus bombardeos en Siria "están en línea con la ley internacional" por haber sido solicitados por Assad, luego de que Putin calificara de "ilegales" los ataques de la coalición estadounidense por no tener aval de la ONU ni de Damasco.
Estados Unidos y sus aliados temen que Rusia, que apoyó a la familia Assad desde que el padre del actual presidente estaba en el poder y que tiene una instalación naval en la ciudad costera siria de Tartus, esté usando sus ataques como pretexto para apuntalar las defensas de su gobierno, no para eliminar al EI.
Por su parte, otro grupo apoyado por Estados Unidos, llamado Suqur al Jabal (Halcones de la Montaña), aseguró que los aviones rusos dispararon más de diez misiles en el campo donde se entrenan, en la provincia de Idleb. Ante esta polémica, el presidente francés, François Hollande, dijo que el objetivo tiene que ser el EI "y no otros", antes de recibir hoy a Putin en París.
Coordinación militar. El gobierno de Washington, que desde hace más de un año lidera la coalición que bombardea objetivos del EI en Siria, lamentó que Rusia sólo le advirtiera unas horas antes de empezar los bombardeos. Están previstas reuniones militares para evitar encontronazos entre los aviones de combates de ambos países.
¿A quién favorece la intervención de Moscú?
La aviación Rusia está bombardeando objetivos en Siria, con lo que una nueva y poderosa potencia se suma ahora al conflicto sirio que dura ya más de cuatro años. El paso dado por Moscú tiene una gran importancia, según los analistas.
¿Qué objetivos persigue Rusia con los ataques aéreos? Rusia aseguró que sus aviones atacan con la intención de sumarse a la lucha antiterrorista contra el EI. Pero numerosos activistas sirios lo discuten y consideran que la aviación rusa bombardeó hasta el momento zonas que no están bajo control del EI sino de diversos grupos rebeldes moderados y radicales enemistados con las milicias yihadistas.
Sin embargo, esos grupos amenazan también las zonas controladas por el régimen como Homs. Rusia quiere ayudar al ejército sirio a neutralizar a esos rebeldes, señala el Institute for Near East Policy de Washington. Su autor Fabrice Balanche concluye que Moscú utilizó los primeros ataques con el objetivo de asegurar zonas que se encuentran bajo el control del régimen.
¿Suponen los ataques del Kremlin un giro a favor de Assad? Las tropas de Assad sufrieron duros golpes en los últimos meses. Perdieron casi la totalidad de la provincia norteña de Idlib a manos de una coalición rebelde, que desde entonces amenaza también el feudo del régimen en la ciudad costera de Latakia. El EI, por su parte, desplazó al ejército de la histórica ciudad de Palmira. Las fuerzas de Assad están cada vez más agotadas, como prueba también que el régimen tenga cada vez mayores problemas para reclutar combatientes. Incluso con la ayuda de Rusia las tropas sirias seguirán siendo demasiado débiles como para ganar el conflicto.
¿Cómo reaccionan los rebeldes sirios? Tanto moderados como radicales, los opositores de Assad están furiosos. Charles Lister, experto en Siria del think tank estadounidense Brookings, twiteó que los rebeldes están decepcionados con Occidente, sobre todo con EEUU, porque se sienten abandonados. Lister considera que quien más ventaja obtendrá de los ataques serán las fuerzas extremistas como el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria. Así, la intervención de Moscú podría echar a más rebeldes en brazos de los radicales. Para la mayoría de opositores la caída de Assad tiene prioridad absoluta y para ello están incluso dispuestos a cooperar con los extremistas.
¿Puede ser expulsado el EI? El EI no puede ser vencido únicamente con ataques aéreos, coinciden todos los expertos militares. Para expulsar a los extremistas se necesitan fuerzas terrestres fuertes.