El gobernador de Puerto Rico Ricardo Rosselló anunció que renunciaba, tal como lo había prometido, y que el veterano político Pedro Pierluisi sería juramentado como su sucesor, una medida que seguramente sumirá a la isla en un caos político que será dirimido en los tribunales.
En un anuncio enviado por correo electrónico desde su oficina, Rosselló dijo que Pierluisi “no necesita” la confirmación de ambas cámaras del Congreso local porque fue nombrado secretario de Estado, el siguiente en línea para ser gobernador, cuando la Legislatura estaba en receso esta semana.
En el texto se afirma que Pierluisi será juramentado para que complete el mandato de Rosselló, pero no dice exactamente cuándo. Rosselló había prometido renunciar a las 5 de la tarde de ayer, unos minutos antes de que se enviara el comunicado.
La renuncia de Rosselló se dio en respuesta a protestas populares contra la mala gestión gubernamental y por una serie de chats filtrados en los que él y sus asesores denigraron a varios puertorriqueños. La incertidumbre política de los últimos días generó el riesgo de caos y de una crisis constitucional en la isla, golpeada por años de bancarrota de las arcas estatales y por el huracán María en 2017, uno de los peores desastres naturales en la historia de Estados Unidos.
Hace unos días había júbilo por el éxito del movimiento popular para obligar a Rosselló a dejar el puesto. Sin embargo, ayer los puertorriqueños lamentaban el caos que los dejó sin saber quién será su próximo gobernador. “El pueblo está disgustado con el gobierno en general, no solamente con Ricardo Rosselló, sino también con todo el gobierno”, afirmó Janeline Avila, de 24 años, graduada recientemente en biotecnología.
El presidente del Senado local Thomas Rivera Schatz, miembro del partido de Rosselló y de quien se piensa podría ser gobernador en el futuro, criticó a Rosselló por haber nombrado a Pierluisi y pareció insinuar que combatirá el plan de sucesión. “Nunca se arrepintió de nada”, dijo Rivera sobre Rosselló. “No respetó el reclamo del pueblo. De hecho, se burló, utilizando nuevos cómplices”.Dijo también que prevalecerán el orden y la moral: “Nadie debe perder la fe”.
Cientos de manifestantes marcharon ayer hasta la residencia del gobernador, La Fortaleza, golpeando cacerolas y tambores, y entonando el himno nacional. Los inconformes no habían sido muy críticos de Pierluisi antes, pero expresaron su disgusto con el proceso de sucesión y los vínculos de Pierluisi con la junta federal de control que ha promovido recortes del gasto público de la isla.
La Cámara de Representantes de Puerto Rico confirmó a Pierluisi como secretario de Estado con 26 votos a favor, 21 en contra y una abstención. Algunos legisladores y funcionarios creen que, debido a que la legislatura no estaba sesionando cuando Pierluisi fue nombrado, ya era secretario de Estado. Otros argumentan que aún falta que lo confirme el Senado.
En una enmienda constitucional se afirma que todos los que estén en línea de sucesión del gobernador tienen que ser confirmados por la Cámara de Representantes y el Senado, exceptuando al secretario de Estado.