El fracaso del conservador Mariano Rajoy en su intento de ser investido jefe del Ejecutivo español abrió esta semana un nuevo período para tratar de evitar unos terceros comicios en España, que serán convocados si el 31 de octubre no hay gobierno. Son ya más de ocho meses los que dura el bloqueo político en el país, que sigue sin Ejecutivo en plena fase de recuperación económica tras una dura crisis. Ante esta situación, ¿existe alguna opción realista de evitar las que serían las terceras elecciones en un año?
Rajoy anunció ayer que seguirá intentando formar gobierno, amparándose en el hecho de haber sido el candidato más votado en las elecciones del 20 de diciembre y las del 26 de junio, pero lo tiene complicado. Tras su investidura fallida, en la que no logró los apoyos suficientes para revalidar su cargo al frente del Ejecutivo pese a su acuerdo con el partido liberal Ciudadanos, su única esperanza es que el Partido Socialista (PSOE) dé su brazo a torcer y acepte cambiar su "no" rotundo por una abstención en una hipotética futura investidura.
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, no parece estar dispuesto a ello. Sus recientes discursos, convertidos en un duro alegato contra Rajoy, cerraron la puerta a cualquier futuro cambio en su postura y el socialista hizo un llamamiento a las "fuerzas del cambio" para tratar de buscar una alternativa al líder conservador. Pero, ¿puede Sánchez articular una mayoría para ser investido ahora jefe del Ejecutivo español? El socialista lo intentó sin éxito en marzo, cuando no logró el apoyo simultáneo del partido izquierdista Podemos y del liberal Ciudadanos, lo que abocó al país de nuevo a las urnas el 26 de junio. Ambas formaciones, que irrumpieron por primera vez con fuerza en diciembre en el Parlamento español, consideran "incompatibles" sus programas y se vetan entre sí. Y eso resta posibilidades a Sánchez.
La única alternativa sería contar con Podemos y recurrir a fuerzas nacionalistas e independentistas, pero el PSOE lo rechaza de plano. Ante esta situación, el diario El Mundo consideró ayer en su editorial que la propuesta del líder de los socialistas es "una «boutade», un globo sonda, una huida hacia adelante con la que (...) pretende ganar tiempo ante su difícil situación en el partido". "Con el lanzamiento de esa «solución» imposible, Sánchez pretende erradicar de la opinión pública la creencia de que los socialistas no son los responsables de la más que posible convocatoria electoral en diciembre", añadió el rotativo.
Para el politólogo español Pablo Simón, el movimiento de Sánchez es parte de una estrategia "ganadora". El experto considera que si logra negociar con Podemos y Ciudadanos un gobierno en minoría, "la única opción posible", el socialista será presidente del gobierno. "Pero si no lo consigue, podrá argumentar que estos partidos han impedido un gobierno alternativo al PP e irá más cómodo a unas terceras elecciones", argumentó. "Incluso si después se quiere plantear la abstención para permitir que gobierne el PP, podría decirle a sus votantes que lo hace tras haber intentado una alternativa", añade el experto, editor de la revista Politikon.
Otra opción para formar gobierno en España, que algunas voces pusieron sobre la mesa pero que se considera inviable, pasa por que el PP retire a Rajoy de la primera línea y proponga a otro candidato que no suscite tanto rechazo entre el resto de partidos. Lo sugirió el viernes el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y también el histórico socialista Felipe González, ex presidente del gobierno español. "Nuestro candidato es Mariano Rajoy, es el que eligieron los españoles y el que ganó las elecciones", zanjó de forma tajante en el Congreso de los Diputados el portavoz del PP, Rafael Hernando.
El principal temor que aflora ahora en España es que las líneas rojas y los vetos de los partidos continúen sobre la mesa al igual que ha ocurrido en los últimos meses. Los comicios del 20 de diciembre dibujaron el Parlamento más fragmentado de la historia reciente de España, en el que Ciudadanos y Podemos se sumaron a las dos que durante varias décadas sustentaron el sistema bipartidista español: el PP y PSOE.
Hartazgo ciudadano. Rajoy declinó entonces la oferta del rey para tratar de formar gobierno, a sabiendas de que no iba a reunir los apoyos suficientes. Sánchez lo intentó después sin éxito. Pase lo que pase, el reloj ya está en marcha. Los partidos tienen casi dos meses para tratar de formar gobierno. Si no lo consiguen, los españoles tendrán que volver a votar en diciembre. Expertos coinciden en que, si esto ocurre, descenderá considerablemente la abstención. Tras ocho meses sin gobierno, el hartazgo de los ciudadanos tendrá casi seguro reflejo en las urnas.
Mientras, Rajoy seguirá tratando de revalidar su cargo al frente del gobierno. Según dijo la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, Rajoy trabajará para tratar de "preservar" el acuerdo al que llegó con Ciudadanos y con el regionalista Coalición Canaria, dirigido a sumar apoyos de cara a su investidura, pese a que los liberales lo dieron el viernes por roto. Pero, además, el líder del PP seguirá intentando negociar con el PSOE, que hasta ahora cerró todas las puertas a una posible negociación con los conservadores.