Un hombre armado atacó ayer con un rifle M4 un complejo hotelero en Manila y desató el temor de que fuera un atentado terrorista, aunque la policía filipina presume que se trató simplemente de un robo.
Un hombre armado atacó ayer con un rifle M4 un complejo hotelero en Manila y desató el temor de que fuera un atentado terrorista, aunque la policía filipina presume que se trató simplemente de un robo.
El ataque en el hotel y casino, ubicado frente al aeropuerto de Manila, dejó varias personas heridas cuando huían del edificio, informó el director general de la Policía, Ronald DelaRosa. Según el jefe policial, el atacante, que vestía una máscara negra, se encuentra prófugo. "El sospechoso es de aspecto extranjero", señaló. "No podemos atribuir esto al terrorismo (...) Sabemos de situaciones en las que extranjeros se vuelven locos después de sufrir grandes pérdidas en el casino. Ese podría ser uno de varios motivos".
Dela Rosa dijo que el hombre prendió fuego con combustible varias mesas del casino y disparó contra pantallas LED en la entrada del depósito de fichas en el segundo piso. Luego llenó su mochila con fichas valuadas en un millón de pesos filipinos cada una (20.000 dólares).
El incidente generó pánico en Manila después de que el grupo Site, que evalúa la propaganda yihadista en la web, indicó que un miembro de Estado Islámico (EI) aseguró que la milicia terrorista era responsable del ataque.
Llamado a la calma
El jefe policial instó a la población a permanecer en calma mientras las autoridades investigan el incidente. "No hay motivo para alarmarse", manifestó. "Simplemente estamos alerta. En lo que respecta a la policía, no podemos atribuir esto a terrorismo sin una evidencia concreta. Ellos (Isis) pueden adjudicárselo en cualquier momento como parte de su propaganda".
Después de que se registraran los disparos, en el lugar se generó una estampida y los empleados, jugadores del casino y huéspedes del hotel salieron corriendo del edificio.
El complejo alberga un hotel, un casino, un centro comercial y restaurantes. El ataque se da en el contexto de enfrentamientos entre el Ejército filipino y rebeldes islamistas en el sur del país. El conflicto, que ya deja más de 180 muertos y 100.000 desplazados, se originó el 23 de mayo, cuando unos 500 milicianos ingresaron a la ciudad de Marawi después de que las fuerzas del gobierno intentaran arrestar a un líder local delIsis.
A raíz de los enfrentamientos, el presidente Rodrigo Duterte declaró la ley marcial en la región de Mindanao y amenazó con extender el despliegue militar si se ampliaba la amenaza del Isis.
por la realfabetización política