Presionan a los golpistas hondureños para que levanten el estado de sitio
La policía de Honduras detuvo ayer a una decena de seguidores del depuesto presidente Manuel
Zelaya que ocupaban una oficina pública, mientras crecía la presión interna para que el gobierno de
facto derogue la suspensión del estado de sitio. El decreto de excepción recibió una lluvia de
rechazos a nivel internacional y hasta fue criticado por sectores locales que apoyaron el golpe de
Estado, lo que llevó al presidente de facto, Roberto Micheletti, a afirmar que estudiaba levantar
la suspensión instaurada por 45 días de la libertad de prensa, circulación y asociación.
1 de octubre 2009 · 01:00hs
Tegucigalpa. — La policía de Honduras detuvo ayer a una decena de seguidores
del depuesto presidente Manuel Zelaya que ocupaban una oficina pública, mientras crecía la presión
interna para que el gobierno de facto derogue la suspensión del estado de sitio. El decreto de
excepción recibió una lluvia de rechazos a nivel internacional y hasta fue criticado por sectores
locales que apoyaron el golpe de Estado, lo que llevó al presidente de facto, Roberto Micheletti, a
afirmar que estudiaba levantar la suspensión instaurada por 45 días de la libertad de prensa,
circulación y asociación.
Legisladores hondureños, entretanto, dejaron en claro que el Congreso revocará
el decreto de seguridad si el gobierno interino no lo hace, afirmó Rigoberto Chang, un senador del
conservador Partido Nacional. También la junta electoral avaló la suspensión del decreto.
Cansada de la turbulencia que ha paralizado Honduras, la elite política y
empresarial del país ha estado exhortando a Micheletti para que se reúna cara a cara con
Zelaya.
Desalojo y gases. Apoyados en el decreto, decenas de policías allanaron ayer el
Instituto Nacional Agrario, desalojaron a 50 campesinos que estaban allí desde el golpe del 28 de
junio que derrocó a Zelaya. Varios de ellos fueron detenidos. Militares también disolvieron con
gases lacrimógenos una protesta frente a la presidencia de empleados de radio Globo, una emisora
leal a Zelaya clausurada el lunes.
"Es imperativo que las autoridades de facto restablezcan por completo e
inmediatamente los derechos civiles y constitucionales a los hondureños", dijo Dan Restrepo,
asistente del presidente estadounidense, Barack Obama, para Latinoamérica.
Pese a los incidentes, un enviado de la Organización de Estados Americanos dijo
que Zelaya y Micheletti podrían entablar el diálogo cuando una misión de cancilleres del grupo
llegue a Honduras el 7 de octubre.
Dentro de la embajada sitiada por policías y soldados fuertemente armados,
Zelaya celebró temprano el cumpleaños de su esposa Xiomara Castro y escuchó por teléfono el primer
llanto de un nieto recién nacido, una noticia que le dio ánimo después de nueve días de
encierro.