El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió al país debatir "sin complejos" un aumento del precio de los combustibles, un tema caliente que el gobierno evadió por años y que ahora parece ser el inicio de un programa de ajustes económicos. La propuesta de Maduro, aprovechando el apoyo manifestado por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en la clausura la el jueves de su tercer congreso, fue develada después que el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, planteara a los delegados partidistas un posible programa de ajustes económicos.
Cuestión tabú. Para los gobiernos venezolanos, el precio de las gasolinas se convirtió en un tema tabú desde 1989, cuando un pequeño aumento, que sería escalonado, provocó una explosión social con saqueos y disturbios en el llamado "Caracazo".
Maduro dijo que iniciaba formalmente un debate sobre el tema, indicando que una botella de agua mineral de medio litro cuesta tres veces lo que un tanque de nafta. "¿Están de acuerdo? Bueno, formalmente abro el debate en el país sobre un nuevo sistema de precios justos de los combustibles internos y el uso de esa masa de dinero para programas sociales", dijo y la plenaria estalló en aplausos.
Venezuela vende la nafta más barata, pues un automovilista puede llenar el tanque con menos de un dólar. El precio se ha mantenido sin cambios en los últimos 11 años y Ramírez puntualizó que el subsidio anual alcanza a 15.000 millones de dólares. "Este es un tema de primera importancia que debemos discutir con todo el país, con la verdad. Un debate nacional, sin complejos, por la calle del medio. Yo manejo encuestas y más del 70 por ciento del país apoya un proceso para adecuar un sistema nacional del precios y comenzar a cobrar a precios justos los combustibles, incluyendo la nafta", indicó Maduro.
Para compensar el impacto, dijo que los recursos que se obtengan del alza serán destinados a programas sociales, incluyendo becas de universitarios y aumento de pensiones a jubilados. Ya Ramírez había adelantado a los delegados del tercer congreso del PSUV que el gobierno se propone unificar las tres tasas cambiarias oficiales (6,30, 11 y 50 bolívares por dólar), emprender una reforma fiscal y debatir la situación apremiante de muchas empresas que fueron estatizadas desde 2007 por el fallecido mandatario Hugo Chávez. Algunas versiones de prensa dijeron que el plan de ajustes completo podría anunciarse después del 15 de agosto, ante el apremio del gobierno por más ingresos.
Caída económica. Analistas alertaron que el aumento de los combustibles traerá un incremento de la inflación, que ya en el último año superó el 60 por ciento. Además, firmas independientes difundieron estimaciones de una caída de la economía en el primer trimestre del año de al menos 3 por ciento.
Maduro afirmó que el gobierno no está urgido de los recursos que genere el aumento de la nafta para mejorar sus cuentas fiscales, aunque se ha venido arrastrando una escasez de divisas en los últimos meses que limitó las líneas de crédito comercial. El mandatario bolivariano no mencionó el delicado tema cambiario, sin embargo, el ministro de Turismo, Andrés Izarra, dijo ayer que "se espera una unificación cambiaria que pueda sincerar" el mercado turístico.
En el fondo la unificación de los tres tipos de cambio significará una devaluación de la moneda, al desaparecer por lo menos la tasa más baja de 6,30 bolívares por dólar, mientras parece seguro que continuará el control cambiario, con 11 años de vigencia. El analista política John Magdaleno advirtió que no hay forma que los ajustes en marcha no generen malestar popular. "No hay forma que esto no generen un malestar social. Lo que veo adelante en un incremento en el descontento popular", señaló.
A la vez, el analista financiero Alejandro Grisanti afirmó que las medidas del gobierno venezolano son "tardías", pues debieron efectuarse a comienzos del año. "Es muy importante que para hablar de cualquier unificación cambiaria, de cualquier incremento del precio de los combustibles, es necesario que haya una profunda reforma fiscal, un gasto más eficiente y no ese despilfarro que se está dando, para poder controlar la inflación y los precios", indicó el experto financiero.
Críticas de la oposición. Por su lado, el líder opositor Henrique Capriles dijo en su cuenta de Twitter que "los del gobierno destruyeron la economía, despilfarraron recursos del país, se robaron gran parte y ahora quieren más recursos. ¿Para qué?". Señaló que un debate sobre precio de las naftas "pasa primero por dejar de regalar petról6eo a otros países, son unos 7.000 millones de dólares al año".
Además, indicó que el gobierno de Maduro habla de un debate, pero el aumento de los combustibles "ya es una decisión tomada". Antes "de pedirle a la gente que pague un aumento de combustible, el gobierno tiene que rendir cuentas. Ese también es el debate. Se robaron 25.000 millones de dólares a través de Cadivi (oficina del control de cambios) y quieren que ese desastre lo paguen todos los venezolanos. Quieren que todos paguemos los regalos del gobierno al exterior", aseveró.