El candidato centroderechista Sebastián Piñera se impuso con comodidad en el ballottage de las elecciones presidenciales de Chile sobre el candidato oficialista Alejandro Guillier. En marzo recibirá los atributos del mando de parte de la presidenta socialista Michelle Bachelet. Esta a su vez los había recibido hace cuatro años de Piñera, que ahora vuelve a la primer magistratura. Piñera obtuvo el 54,57 por ciento de los votos, mientras que Guillier recibió 45,43 por ciento, con el 99,90 por ciento de las mesas escrutadas. De esta forma, las expectativas previas que se había hecho el centroizquierda oficialista, sobre un eventual triunfo de Guillier gracias a los votos de quienes en primera vuelta votaron a otros postulantes del mismo sector, se desvanecieron por completo.
Las primeras mesas del veloz escrutinio dieron alguna esperanza al senador socialista Guillier, alimentadas también por una clara diferencia en su favor en el voto de los chilenos residentes en el exterior, pero desde el momento en que el recuento rondó el 9 por ciento de las mesas, la diferencia en torno a los 9 puntos, se mantuvo constante hasta el final del conteo. "Hemos sufrido una derrota dura", admitió Guillier a las 19:45, al aceptar la victoria de Piñera ante sus seguidores, a pocas cuadras del Palacio de La Moneda en Santiago.
Para entonces hacía largo rato que las caras largas de los adherentes del candidato oficialista anticipaban la derrota, luego de la efímera esperanza de los primeros votos. La velocidad del conteo no dio tiempo para que las esperanzas se consolidaran; en apenas dos horas el conteo llegó al 99,31 por ciento de las mesas y selló el 54 por ciento holgado contra el algo más de 45 por ciento de Guillier.
En el comando de campaña de Chile Vamos, en el hotel Crowne Plaza, a metros de la tradicional Plaza Italia, el clima fue festivo desde temprano, y se multiplicó con el paso de las horas. Se comenzó a armar el escenario desde el que Piñera dio más tarde su primer discurso como presidente electo en Plaza Italia, donde los chilenos festejan sus triunfos deportivos. Piñera agradeció a todos los chilenos "la oportunidad de volver a servir al país" y se comprometió a "ser el presidente de todos y para todos los chilenos. Me comprometo a ser el presidente de la unidad, el presidente de todos y para todos los chilenos, el presidente del trabajo, el presidente del cambio, el presidente del progreso y, por supuesto, el presidente de la clase media y las regiones de nuestro país", expresó ante una multitud. El nuevo presidente electo subió al escenario con su esposa Cecilia Morel y sus hijos, y a medida que avanzaba su discurso, que duró aproximadamente 25 minutos, fueron subiendo al escenario políticos de la coalición Chile Vamos. "Se siente, se siente, Piñera presidente", gritaba el público. Continuó su discurso al decir que "vamos a iniciar un nuevo y mejor trato con nuestros adultos mayores, con nuestros niños, con las mujeres, con los que sufren alguna enfermedad, con la clase media y, por supuesto, con nuestros pueblos originarios". En ese momento, la multitud comenzó a gritar "Chile se salvó, Chile se salvó", en referencia a Alejandro Guillier, pero rápidamente Piñera expresó su cariño por el senador derrotado y agradeció su visita y también el llamado que le había hecho la presidenta Bachelet. Y gritó "viva la diferencia, viva el pluralismo de ideas, pero nunca esas diferencias deben convertirnos en enemigos, pero la verdad es que cada vez que los chilenos nos hemos enfrentado y convertido en enemigos hemos consumado nuestras más grandes derrotas".
Santiago no fue la única zona de festejos: en todas las comunas de la capital chilena, y en varias regiones, simpatizantes de Piñera salieron a la calle a festejar el triunfo de su candidato en autos, con banderas chilenas, bocinazos y con cánticos.
Poco después de las 20, Bachelet cumplió con la formalidad republicana de llamar personalmente a su sucesor electo para felicitarlo y acordar el horario en que hoy lo visitará en su domicilio para comenzar a acordar los términos de la transición. La cita será a las 9 hora local en el domicilio de Piñera, en la comuna de La Condes, desayuno mediante, como indica la tradición. Ambos mandatarios son experimentados en estos intercambios, ya que es la tercera vez que se traspasarán el mando entre sí. Bachelet le entregó el mando a Piñera en 2010, luego recibió los atributos de manos de éste, en 2014, y ahora se los devolverá, en marzo de 2018. Un caso único en la historia chilena.
"Lo llamo para felicitarlo por su triunfo y desearle una buena gestión en su mandato, porque ambos queremos el bien para Chile", expresó Bachelet a Piñera en un llamado que ya es una tradición republicana en Chile. A su vez, el nuevo presidente electo le dijo que "le agradezco mucho sus palabras. Nunca he tenido la menor duda de que tanto usted como yo quiere lo mejor para Chile". La comunicación fue transmitida en vivo por la TV chilena
triunfo. Piñera da anoche su discurso de la victoria en Santiago, junto a su esposa, Cecilia Morel.