Pedro Sánchez lleva al Psoe a internas ante la crisis de su liderazgo
La crisis en el Partido Socialista (Psoe) de España ya es oficial: su líder, Pedro Sánchez, retó a sus críticos a competir con él en elecciones internas el 23 de octubre para zanjar el debate que corroe al partido.
27 de septiembre 2016 · 00:00hs
La crisis en el Partido Socialista (Psoe) de España ya es oficial: su líder, Pedro Sánchez, retó a sus críticos a competir con él en elecciones internas el 23 de octubre para zanjar el debate que corroe al partido. Y para diciembre Sánchez planea un congreso partidario que ratifique al elegido en las internas. El desafío que lanzó el debilitado líder es resultado directo de la doble debacle que sufrió el domingo el Psoe en las elecciones regionales del País Vasco y Galicia. El planteo fue recibido con fuertes críticas de importantes líderes del socialismo, que hablaron de "cortina de humo" para tapar la doble derrota del domingo.
De hecho, las críticas contra Sánchez comenzaron el mismo domingo a la noche y ayer se reflejaron ayer en los diarios. "Ha hundido todos los pisos electorales del Psoe", se regodeó el diario conservador ABC. Pero las críticas que más pesan son internas. El desafío de Sánchez va dirigido en especial a Susana Díaz, jefa regional del PSOE en Andalucía, principal feudo socialista. Pero la rebelión se ha agravado con el desafío lanzado ayer por Sánchez, y gran parte de la cúpula nacional criticó su iniciativa apenas fue conocida. "Necesitamos debatir y votar y, que una vez los militantes decidan la posición política a través de una persona, toda la organización lo secunde y haya solo una voz", dijo el jefe socialista en rueda de prensa el día después de la debacle y luego de más de cuatro horas de reunión de la cúpula nacional partidaria. El dilema es si el Psoe principal partido de la oposición en España hasta ahora, debe apoyar una investidura de Mariano Rajoy. Sánchez se niega, y busca un improbable acuerdo de minoría con el tercer partido, el izquierdista radical Podemos, y algunas formaciones regionales. Pero su postura es cada vez más criticada por altos dirigentes y seccionales del Psoe, que piden facilitar un Ejecutivo a Rajoy y evitar a toda costa unas elecciones generales adelantadas por tercera vez consecutiva. Con bastante razón, temen que la prueba de las urnas sea la tumba del Psoe, que podría repetir la doble derrota vasca y gallega pero a nivel nacional. En esas dos regiones fue superado por Podemos. Sí hubo allí, finalmente, el tan temido "sorpasso", aunque a nivel regional: una luz de alerta en el tablero socialista. En las elecciones generales anteriores, el 26 de junio, el Psoe temió durante semanas el "sorpasso" de Podemos, lo que hubiera sido una catástrofe histórica. Mantuvo finalmente su segundo lugar.
Ayer, en la reunión de la cúpula nacional, la "comisión permanente", Sánchez ha debido afrontar las críticas de la presidenta del partido, Micaela Navarro, de la andaluza Susana Díaz, del secretario de Política Federal Antonio Pradas, y de Carme Chacón, entre otros líderes, que han dicho que la convocatoria del congreso de Sánchez es una "cortina de humo" para tapar los pésimos resultados en Galicia y País Vasco. Se sumaron los presidentes de Extremadura y Comunidad Valenciana y referentes como José Luis Rodríguez Zapatero. Todos rechazaron la idea de Pedro Sánchez de un congreso con primarias en octubre. Tampoco gustó que afirmase que los partidarios de dar paso a Rajoy quieren un Psoe "subalterno al PP".
Sánchez planteará el sábado al Psoe las primarias el 23 de octubre, así como un congreso en diciembre, "Sería una torpeza increíble celebrarlo el mismo mes de la posible convocatoria de nuevas elecciones. Daríamos el mensaje de que hemos tirado la toalla y que ya estamos decididos a unas terceras elecciones", disparó el número dos del socialismo andaluz, Juan Cornejo, que consideró como "nefastos" los resultados en Galicia y País Vasco. Cornejo además recordó que en febrero se decidió aplazar el congreso hasta que hubiera un gobierno. "La dirección del partido trata de esconderse detrás de un congreso «exprés» para no hablar de lo que se tendría que hablar: los resultados nefastos en Galicia y País Vasco", lamentó.