El cuerpo sin vida de un niño apareció el sábado sobre la playa rocosa de Turquía, en un recordatorio punzante de que la crisis de los migrantes en Europa destruye vidas y familias cada día. El niño no identificado parecía dormido. Fue uno de al menos 39 personas que se ahogaron cuando su barco chocó contra las rocas y se hundió en la madrugada mientras intentaban recorrer la travesía —engañosamente corta— de la costa turca a la isla griega de Lesbos. La nueva tragedia se da en un contexto de creciente rechazo y restricciones en Europa a la llegada masiva de migrantes desde Medio Oriente, de Siria e Irak en particular.
El barco de la nueva tragedia contrabandeaba inmigrantes desde el centro turístico turco de Ayvacik, al norte de la isla griega de Lesbos, ubicada a apenas 8 kilómetros de distancia. Se trató del naufragio más reciente en el agitado mar Egeo, donde este mes han muerto muchas personas que buscan asilo en Europa. Las muertes de ayer elevaron el total de ahogados en enero a más de 250 mientras intentaban cruzar el Egeo y llegar a alguna de las islas del litoral de Grecia, punto de entrada a la Unión Europea y su promesa —cada vez más incierta— de refugio de la guerra y la pobreza.
Las imágenes del niño y de otras personas muertas en la playa recorrieron rápidamente las redes sociales y los portales web y recordaron la imagen del pequeño Alan Kurdi, de 3 años, tumbado boca abajo en una playa turca el año pasado. Su caso fue un llamado de atención mundial sobre la crisis de los refugiados sirios.
Debajo del agua. Oficiales de la guardia costera rescataron a 75 personas de la embarcación de 17 metros, pero funcionarios del gobierno turco dijeron temer que muchos cadáveres hayan quedado atrapados dentro de la embarcación hundida, por lo que era probable que aumente el número de muertos. Imágenes de video muestran a policías caminando entre cadáveres que llegaron flotando a la orilla, entre ellos el de un niño con ropa azul.
La Organización Internacional para las Migraciones dijo que las muertes por ahogamiento han aumentado cuatro veces respecto a las registradas en 2015 en igual período, mientras miles de personas al día tratan de entrar en la Unión Europea a través de Turquía y las islas griegas, en particular la isla de Lesbos. La agencia registró 805 muertes por ahogamiento en las rutas de contrabando humano entre Turquía y Grecia durante todo 2015.
Saim Eskioglu, vicegobernador de la provincia costera de Canakkale, que incluye a Ayvacik, dijo que el barco "chocó contra las rocas poco después de que salió de la costa y por desgracia se hundió. Creemos que hay más cadáveres dentro del barco'' hundido, dijo al canal CNN-Turk. El alcalde de Ayvacik, Mehmet Unal Sahin, agregó que la mayoría de los inmigrantes eran sirios. La agencia noticiosa estatal Anadolu señaló que el barco también llevaba personas de Afganistán y Myanmar.
Se estima que Turquía acoge a unos 2,5 millones de refugiados sirios, los que empero tratan por todos los medios de salir del país hacia Europa. Cruzar el Egeo hacia Grecia es el camino más corto, pero también el más peligroso. En noviembre, Ankara acordó luchar contra las redes de contrabando de personas y frenar el flujo migratorio hacia Europa. A cambio, la Unión Europea se comprometió a entregarle 3.000 millones de euros para mejorar las condiciones de los refugiados.
Merkel. La canciller Angela Merkel recordó a los refugiados que su asilo en Alemania es "temporal" y les pidió regresar a sus países una vez que terminen los conflictos de los que huyeron. "Cuando haya vuelto la paz a Siria y el Estado Islámico haya sido vencido en Irak, esperamos que ustedes regresen a su patria conscientes de lo que recibieron aquí", señaló Merkel en un congreso de su Unión Cristianodemócrata (CDU). La canciller apuntó que la Convención de Ginebra exige una protección limitada a tres años y recordó que, cuando acabó la guerra de Yugoslavia en los años 90, un 70 por ciento de los refugiados regresaron a su país.
La política generosa de acogida de Merkel fue responsable de que Alemania recibiera más de 1,1 millón de refugiados en 2015, la mayoría de ellos de Siria, Afganistán o Irak. La creciente presión sobre Merkel para que cambiara su postura llevó a su coalición a aprobar el jueves un endurecimiento de las leyes de asilo. Merkel insistió en que la crisis sólo se resolverá con el esfuerzo conjunto de toda la Unión Europea (UE). Por el contrario, la canciller criticó el cierre de las fronteras interiores de la UE y alertó contra sus consecuencias. "El precio para un país que se cierra por completo, en el caso de que lo logre, es para un caso como el de Alemania sufrir un revés en su dinamismo económico", sostuvo la canciller, cuyo país es una potencia exportadora de bienes de capital y de consumo de alta calidad.