La Paz.— El gobierno de Evo Morales enfrenta esta semana una ola de protestas en todo el territorio boliviano, mientras el debate político sobre la nueva Constitución y las autonomías parece haber quedado relegado a un lejano segundo plano.
La Paz.— El gobierno de Evo Morales enfrenta esta semana una ola de protestas en todo el territorio boliviano, mientras el debate político sobre la nueva Constitución y las autonomías parece haber quedado relegado a un lejano segundo plano.
El transporte pesado comenzó ayer una huelga nacional con bloqueo escalonado de caminos contra la prohibición de exportar aceite, decidida por el gobierno para garantizar el abastecimiento interno. A la medida oficial también se oponen los principales exportadores de aceites comestibles, entre ellos el líder del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Branco Marinkovic, y los grandes productores de soja del oriente boliviano.
Se prevé que la situación empeorará cuando las federaciones departamentales de La Paz y Santa Cruz empiecen a realizar bloqueos en las rutas de sus respectivos departamentos contra la prohibición.La carretera internacional de La Paz conduce a las fronteras con Chile y Perú, en tanto que la carretera internacional de Santa Cruz desemboca en las fronteras con Argentina, Paraguay y Brasil.
En tanto, el transporte urbano prepara un paro nacional de 48 horas desde hoy, para exigir aumento de tarifas. Además, miles de microempresarios anunciaron en Cochabamba que mañana iniciarán movilizaciones que se extenderán en forma paulatina a todo el país, con el objetivo de que se derogue un decreto que amplió por un año más la importación de ropa usada.
Mientras tanto, el gobierno negociaba ayer una solución al bloqueo de rutas en Camiri, un pequeño pueblo al sur del país cuyos habitantes exigen que se profundice la nacionalización de los hidrocarburos para crear 800 puestos de trabajo en esa región tradicionalmente petrolera.
El viernes pasado los pobladores intentaron tomar la planta petrolera de Transredes y otras cercanas como medida de presión, pero los militares se enfrentaron con los manifestantes. Los cortes en Camiri mantienen varados a decenas de vehículos, entre ellos varios camiones argentinos.