China aprobó ayer una nueva ley por la cual los ciudadanos estarán obligados a registrarse con sus nombres reales para tener acceso a internet y a otros servicios de telecomunicaciones, una medida que algunos sectores interpretan como un intento de amordazar la ya de por sí censurada red china. "Los proveedores pedirán a los usuarios que proporcionen información de identificación real al firmar acuerdos para conceder el acceso a internet, líneas fijas de teléfono o dispositivos móviles o para permitir a los usuarios publicar información de dominio público", dice la resolución, que consta de 12 artículos.
Según apuntaron varios medios oficiales durante la semana, en la práctica la nueva normativa obligará a los ciudadanos chinos a presentar sus documentos de identidad cuando firmen tales contratos. Aunque las autoridades justifican que la acción tiene por objetivo "garantizar la seguridad de la información y salvaguardar los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos", algunos usuarios ven detrás una voluntad de controlar las opiniones, en algunos casos críticas y hasta ahora anónimas, de los internautas.
Peligro potencial. Las medidas sugieren que el nuevo líder chino, Xi Jinping, y otros jerarcas que asumieron el poder en noviembre comparten la preocupación de sus predecesores en torno al potencial de internet para extender la oposición al gobierno de un solo partido, así como su insistencia en controlar la información a pesar de las promesas de que habrá más reformas económicas. La restricciones llegan también después de una serie de escándalos de corrupción de funcionarios políticos fueran expuestos por usuarios de internet. Según el nuevo marco normativo, además, los proveedores de estos servicios "están obligados a detener inmediatamente cualquier tipo de información «ilegal» una vez detectada y tomar las medidas pertinentes", que incluye su registro y posterior eliminación, y añade que pueden hacerlo "antes de informar a las autoridades de supervisión", que también podrán acceder a los datos.
Poca claridad. En el documento, aprobado por la Asamblea Nacional Popular (ANP) tras cinco días de reuniones, no se especifica qué se considera como "información ilegal". Además de los ciudadanos, la nueva ley podría afectar en mayor medida a negocios como los cibercafés, muy populares en China, si las nuevas políticas les piden un control más exhaustivo de sus clientes.
En China se estima que la cifra de los usuarios de internet es de unos 500 millones de personas, el 40 por ciento de la población.
Opiniones encontradas. Mientras que las autoridades señalan que este procedimiento "es necesario para prevenir acusaciones falsas" y que ya existe en varios países, muchos usuarios consideran este paso como un ataque a la libertad de expresión en un momento en que, por ejemplo, varios casos de corrupción han sido desvelados gracias a filtraciones de periodistas y ciudadanos a los foros y redes sociales chinas.
Aunque aún no se saben las consecuencias exactas de la aprobación de la ley ni qué comportará en la práctica, parece que el brazo censor del gobierno chino —llamado popularmente «La Gran Cibermuralla»— está endureciendo sus políticas. Y ello lo están percibiendo, por ejemplo, las compañías que ofrecen redes VPN, usadas por disidentes o periodistas extranjeros para entrar en webs bloqueadas en China, unos servicios que en las últimas semanas han dejado de funcionar con normalidad.
Los internautas chinos ya se enfrentan a amplias medidas de censura, especialmente sobre asuntos políticamente sensibles como los derechos humanos y las elites políticas, y páginas web tan populares como Facebook, Twitter y YouTube, propiedad de Google, están bloqueadas. A comienzos de año, el gobierno comenzó a obligar a los usuarios de la exitosa plataforma de microblogs Weibo a registrarse con sus nombres reales.
Apple perdió otro juicio y fue multada
Un juzgado chino multó a Apple con un millón de yuanes (160.400 dólares) por hacer disponibles en su tienda de aplicaciones algunos productos de terceros que vendían libros electrónicos pirateados. Apple deberá pagar compensaciones a ocho escritores chinos y a dos compañías por violar sus derechos de autor. Apple, cuyos productos disfrutan mucha popularidad en China, enfrentó una serie de complicaciones legales este año.