Estados Unidos y Europa intentaron ayer mostrar unidad de criterios frente a la guerra en Ucrania, pero ambos insistieron en sus diferentes enfoques sobre cómo enfrentar el expansionismo de Rusia, que está detrás del conflicto armado, y ayudar a su aliada, Ucrania. El presidente Barack Obama dijo ante la alemana Angela Merkel en Washington que todavía no tomó una decisión sobre enviar armas a Ucrania, mientras la canciller germana reiteró su negativa frontal al envío de armas. En tanto, en el terreno, las fuerzas prorrusas y rusas estarían por ganar una batalla decisiva, y habrían aislado a miles de tropas ucranianas en una ciudad. La diplomacia debería tener su última oportunidad esta semana en una nueva cumbre multilateral en Bielorrusia.
"La medida en que me baso para tomar estas decisiones es:¿es más probable que esto sea efectivo o que no?", se preguntó Obama en rueda de prensa con la canciller alemana en Washington sobre la entrega de armas a Ucrania. El ejército ucraniano se ha demostrado en las últimas dos semanas claramente inferior en poder de fuego y tecnología a los rebeldes que enfrenta. Estos, así como miles de tropas rusas que combatirían dentro de Ucrania, han avanzado en forma sistemática desde que en enero desconocieron el armisticio firmado en septiembre pasado en Misnk, Bielorrusia. Este domingo, Merkel y el presidente de Francia, François Hollande, anunciaron un nuevo encuentro en Minsk para firmar un nuevo alto el fuego, pero Moscú relativizó ese anuncio.
Armisticio violado.Rusia ha violado el armisticio de septiembre al enviar tanques y artillería al este de Ucrania, destacó Obama, quien agregó que acordó con Merkel que se deben mantener las sanciones a Rusia, y que Moscú quedaría más aislado si mantiene su actitud actual. "Incluso mientras continuamos trabajando por una solución diplomática, hoy estamos dejando en claro que si Rusia se mantiene en su curso actual, que es arruinar la economía rusa y perjudicar al pueblo ruso, así como tener un efecto tan terrible sobre Ucrania, el aislamiento de Rusia sólo empeorará tanto política como económicamente", declaró Obama. Sobre el tan debatido asunto de las armas, el mandatario dijo que su gobierno está evaluando todas las opciones, pero que aún no ha decidido. "La posibilidad de armas defensivas letales es una de esas opciones que están siendo examinadas, pero aún no he tomado una decisión", enunció el mandatario. El complicado eufemismo "armas defensivas letales" reemplaza al parecer a misiles antitanque, un tipo de arma que los ucranianos reclaman desesperadamente para frenar el avance de las columnas blindadas rusas y prorrusas. Pero Merkel dejó en claro su oposición a armar al ejército ucraniano. "Entiendo el debate pero creo que más armas no llevarán al progreso que necesita Ucrania. Realmente lo dudo", reiteró ayer en Washington. Merkel ha liderado los esfuerzos para alcanzar una solución diplomática a la crisis, hablando decenas de veces con Putin en el último año y reuniéndose con él en Rusia, Australia e Italia en los últimos meses. La semana pasada Merkel y Hollande se reunieron con Putin en Moscú y el domingo tuvieron una conferencia telefónica que también incluyó a Poroshenko. Ayer, los ministros de Relaciones Exteriores de la UE aprobaron el congelamiento de activos y prohibiciones de visas a 19 separatistas ucranianos y rusos, además de nueve organizaciones, pero dijeron que no entrarán en efecto hasta el 16 de febrero. La dilación es para facilitar las negociaciones. Merkel se reunirá mañana con los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de Ucrania, Petro Poroshenko; y de Francia, Francois Hollande.
Derrota estratégica. Desde el frente de combate, en tanto, llegan malas noticias para Ucrania. Las fuerzas rusas y prorrusas habrían cerrado el cerco sobre la ciudad y nudo ferroviario de Debaltseve. Según analistas independientes conectados con militares en el frente, las fuerzas rusas, luego de tomar la ciudad de Vulehirsk el 4 de febrero, habrían cerrado ayer el cerco sobre Debaltseve, donde habrían quedado atrapados miles de soldados ucranianos. Durante las últimas dos semanas, la ofensiva rusa y prorrusa estuvo ganando terreno en torno a esta ciudad de 25 mil habitantes, dela que huyeron miles de civiles. Los atacantes fueron capturando metódicamente diversos pueblos y pequeñas ciudades en la periferia de Debaltseve, hasta que lograron tomar Vulerhirsk, una ciudad de 8.000 habitantes y bloquear la salida de Debaltseve, siempre según fuentes independientes que Kiev desconoce.