El presidente estadounidense, Barack Obama, hará una histórica visita el viernes 27 a Hiroshima (Japón), una de las dos ciudades sobre la que las fuerzas estadounidenses lanzaron bombas atómicas durante la Segunda Guerra Mundial, informó ayer la Casa Blanca.
La visita de Obama "pondrá de relieve su continuo compromiso de buscar la paz y la seguridad de un mundo sin armas nucleares", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Obama, que se convertirá así en el primer presidente de ese país en visitar el Hiroshima Peace Memorial Park, dedicado a las víctimas, estará acompañado por el primer ministro japonés, Shinzo Abe. La visita se producirá tras un viaje a Vietnam y tras asistir a su última cumbre del G7 en la localidad nipona de Ise-Shima.
Consciente de que la evocación de ese capítulo de la historia estadounidense puede resultar políticamente delicado en Estados Unidos, donde algunos legisladores han denunciado por anticipado "una gira de disculpas" inaceptable, la Casa Blanca insistió en el hecho de que en ningún caso se trata de ir a pedir disculpas. "Estados Unidos estará eternamente orgulloso de nuestros dirigentes y de los hombres y mujeres que sirvieron en las Fuerzas Armadas durante la Segunda Guerra Mundial", subrayó Ben Rhodes, asesor muy cercano a Obama, en un texto en el que explica la visita. "Su causa era justa y nosotros les estamos muy agradecidos", insistió. "Esta visita será una ocasión para saludar la memoria de todos los inocentes que perdieron la vida en esa guerra".
Según un sondeo realizado el año pasado por el Pew Center, 56 por ciento de los estadounidenses estima que el uso de la bomba nuclear estuvo justificado, un porcentaje mucho más bajo que el registrado a la salida de la guerra. Obama "compartirá sus reflexiones sobre el significado del lugar y los eventos allí ocurridos", dijo el viceasesor de seguridad nacional Ben Rhodes en su blog. Pero "no revisará la decisión de utilizar la bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial, sino que ofrecerá una visión hacia adelante centrada en nuestro futuro común", añadió Rhodes.
Varios legisladores demócratas se felicitaron por el anuncio de la visita a Hiroshima, entre ellos el senador Ben Cardin, quien hizo referencia a un arma nuclear "tan eficaz en la época como para alcanzar nuestro fin inmediato (poner fin a la guerra) y, al mismo tiempo, tan alarmante para la conciencia humana".
La bomba mató a miles de personas en sólo unos segundos el 6 de agosto de 1945. Las víctimas sumaron 140.000 a finales de ese año, tras las muertes por heridas relacionadas con la explosión. Tres días después, las fuerzas norteamericanas lanzaron otra bomba nuclear sobre la ciudad portuaria de Nagasaki, donde murieron unas 40.000 personas el primer día, y 74.000 al final del año.
"Esta visita ofrecerá una oportunidad para honrar la memoria de todos los inocentes caídos durante la guerra", dijo Rhodes.
El jefe de Gobierno nipón, Abe, que acompañará a Obama, se alegró ayer "desde el fondo del corazón" por la visita, según fue citado por la agencia de noticias Kyodo. "Manifestar la determinación de alcanzar un mundo sin armas nucleares desde una ciudad golpeada por una bomba nuclear será importante para la próxima generación", añadió.
Según Rhodes, la visita simbolizará también "lo lejos que Estados Unidos y Japón han llegado construyendo una alianza profunda y perdurable basada en los intereses mutuos, valores compartidos y un espíritu duradero de amistad entre nuestros pueblos". Hoy, los dos países cooperan en todas las grandes cuestiones globales, en una relación que era "inconcebible al final de la Segunda Guerra Mundial".
La visita de Obama tendrá lugar algunos meses antes del 75º aniversario del ataque japonés contra la base estadounidense de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, que empujó a Estados Unidos a intervenir directamente en la guerra.
Otros homenajes. En abril, el secretario de Estado norteamericano John Kerry se convirtió en el funcionario estadounidense de más alto rango en visitar la ciudad, siete décadas después de la bomba. Entonces depositó una corona en el memorial de Hiroshima al margen de un encuentro de ministros de Exteriores del G7. "Jamás olvidaré las imágenes" que "retuercen el estómago", reconoció Kerry en esa oportunidad.
Ya en 2009 la administración Obama hizo los primeros intentos para viajar a Hiroshima, pero Japón desestimó la visita alegando que era muy "prematura".
Por su parte, Richard Nixon visitó Hiroshima antes de ser presidente de Estados Unidos (1969-1974), mientras que Jimmy Carter lo hizo tras dejar la Oficina Oval en Washington (1977-1981).
También las Naciones Unidas saludaron el viaje de Obama. "Esperemos que la visita sea un mensaje para todo el mundo de que necesitamos el desarme nuclear", dijo el portavoz del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
En su décimo viaje a Asia, que realizará del sábado 21 al sábado 28, Obama visitará también Vietnam, donde hablará con la cúpula del país sobre la ampliación de las relaciones y ofrecerá un discurso en Hanoi al respecto.
La gira se inscribe en el plan conocido como "pivot to Asia" (pivote asiático), dirigido a ganar aliados para Estados Unidos, que cada vez considera más a China como un rival que pretende imponer reglas.