Nuevo brote de violencia en Tíbet eleva a 90 la cifra de muertos
El estallido de violencia en Tíbet contra el dominio chino se ha cobrado hasta ahora las vidas de
unas 90 personas, según datos del gobierno tibetano en el exilio, mientras China ha reforzado el
despliegue de tropas en el altiplano.
16 de marzo 2008 · 15:30hs
Pekín/Nueva Delhi- El estallido de violencia en Tíbet contra el dominio chino
se ha cobrado hasta ahora las vidas de unas 90 personas, según datos del gobierno tibetano en el
exilio, mientras China ha reforzado el despliegue de tropas en el altiplano.
Tras los 80 muertos registrados el viernes en la capital tibetana, Lhasa -diez,
según las autoridades chinas-, las fuerzas de seguridad dispararon hoy contra monjes y
manifestantes pacíficos en Aba, en la provincia de Sichuan, causando la muerte a siete de
ellos.
También en la capital tibetana se produjeron hoy nuevos enfrentamientos contra
la policía china, que según testigos patrulla con tanques por la ciudad. Los agentes emprendieron
hoy redadas contra los tibetanos por las calles de Lhasa, donde pese al toque de queda se llevó a
cabo una manifestación contra el dominio chino, informó un empleado de una agencia de viajes a dpa
en Pekín.
En las provincias de Sichuan y Gansu, centro del budismo tibetano, varios
comercios y vehículos fueron incendiados. La policía reaccionó utilizando gas lacrimógeno y según
solicitantes de asilo se realizaron también disparos al aire. La emisora estadounidense Radio Free
Asia también informó de manifestaciones en Lithang y Sershul y en el monasterio de Samye, al sur de
Lhasa.
El Dalai Lama calificó la situación de “genocidio cultural” y
recordó a la comunidad internacional su “responsabilidad moral” de advertir a China
sobre la situación de los derechos humanos y pidió una investigación exhaustiva sobre las causas de
la violencia, expresando su temor de que se produzca un mayor derramamiento de sangre.
Aunque defendió la celebración de los Juegos Olímpicos y reiteró que ni él ni el
gobierno tibetano en el exilio aspiran a la separación de China o la proclamación de un Estado
independiente, manifestó su deseo de que Pekín garantice a Tíbet una cierta autonomía y el
cumplimiento de los derechos humanos.
Mientras, las autoridades chinas instaron a las organizaciones no
gubernamentales extranjeras a abandonar el altiplano tibetano.
“Todos los empleados de ONG hemos sido advertidos de abandonar Lhasa antes
del lunes”, dijo uno de ellos en declaraciones que publicará el diario alemán
“Frankfurter Rundschau” en su edición del lunes.
El lunes a medianoche finaliza el plazo impuesto por las autoridades chinas para
que los alborotadores se entreguen si quieren ser tratados con indulgencia. Se teme que después de
este plazo y de la salida de los extranjeros la policía china arremeta con dureza contra los
tibetanos. “Las fuerzas de seguridad se cebarán”, dijo el empleado de la ONG.
(DPA)