Cientos de manifestantes irrumpieron en la legislatura de Hong Kong, destrozando retratos oficiales y haciendo pintadas a favor de la democracia en los muros de la cámara principal para luego retirarse, antes de que policías antimotines desalojaran las calles circundantes con gases lacrimógenos e ingresaran al recinto.
La ocupación de tres horas, ocurrió en el 22 aniversario del paso de la ex colonia británica a China, y reflejó el repudio a la lider de Hong Kong por someterse a las presiones de China para recortar el régimen de libertades heredado de la era colonial. Las manifestaciones, que comenzaron hace un mes, fueron desatadas por una propuesta legislativa local que permitía las extradiciones a China para ser enjuiciados. Durante un mes, los hongkoneses marcharon contra la iniciativa de la jefa local Carrie Lam, hasta que esta tuvo que dar marcha atrás, luego de la histórica manifestación del 17 de junio, cuando dos millones de ciudadanos salieron a las calles de la ciudad. Siete días antes, lo habían hecho un millón. Nunca Hong Kong vio semejante nivel de movilización ciudadana.
Ayer, los manifestantes golpearon las gruesas ventanas de vidrio del palacio legislativo hasta que las rompieron, y también lograron abrir las puertas de seguridad. La policía inicialmente retrocedió mientras los manifestantes entraban, dándoles acceso al edificio sin ofrecer resistencia. Los manifestantes se pararon sobre los escritorios de los legisladores en la cámara principal y pintarrajearon el símbolo del territorio que estaba en una pared. También escribieron consignas que exigen una elección democrática del gobierno municipal y denuncian el intento de aprobar las extradiciones. Muchos lucieron cascos amarillos y blancos, máscaras y camisetas negras que se han convertido en su uniforme.
Los agentes se acercaron al edificio poco después e ingresaron a las cámaras legislativas cuando los manifestantes evacuaron. No se reportó ningún arresto o heridos.
El asalto hizo que los organizadores de una marcha pacífica diferente, también contra la medida de extradición, cambiaran la ruta y no terminara en la legislatura, sino en un parque aledaño. La policía calculó la asistencia de la marcha pacífica en unos 190.000, los organizadores en 550.000.
La iniciativa de ley sobre extradiciones aumentó los temores de erosión de libertades en el territorio, que Gran Bretaña regresó a China el 1 de julio de 1997. El debate sobre la iniciativa ha sido suspendido indefinidamente. Los manifestantes quieren que la medida sea retirada formalmente y piden la renuncia de Carrie Lam. Esta se comprometió a ser más receptiva, pero no ha respondido directamente a las exigencias de los manifestantes.
En su discurso al izar la bandera durante la ceremonia del aniversario, Lam dijo que las manifestacione previas le han enseñado que necesita escuchar mejor a los jóvenes y la gente en general. Pero no archivó definitivamente el plan de extradición.
Por Gonzalo Santamaría
Por Elbio Evangeliste
Por Matías Petisce