El hombre que, armado con un arco y flechas, mató a cinco personas e hirió a otras dos en una pequeña ciudad de Noruega era un danés convertido al Islam. El ataque es considerado como "atentado terrorista" por los servicios de inteligencia Noruega. El atacante realizó una verdadera "cacería humana" que duró más de media hora por las calles de la pequeña ciudad noruega de Konsberg. Luego fue interceptado por la policía y fue detenido. El asesino era conocido por su radicalización religiosa por la policía noruega, pero esta no podía hacer nada de manera preventiva. Además, en el momento de la agresión la policía intervino, pero poco pudo hacer porque en Noruega la policía no va armada. Solo puede armarse ante una emergencia, pero en este caso ya era demasiado tarde. El plurihomicida se entregó luego de cumplir su raid de asesinatos.
"Era como si hubiésemos entrado en una serie de televisión, había un tipo cazando gente en medio de la calle", describe Arnold, un joven de 24 años. Apenas podía creer que en las calles de Kongsberg, una pequeña ciudad de montaña de 28 mil habitantes en la que nunca pasa nada, se estuviesen produciendo escenas de ‘cacería humana’. Un hombre, armado con arco y flechas, se llevó la vida de cinco personas y dejó un reguero de heridos en su siniestro recorrido.
La Policía sabía de él, tenía indicios de que se había vuelto un islamista radical peligroso, pero legalmente no pudo actuar hasta que ya era demasiado tarde. El terrorista fue identificado como Espen Andersen Brathen, un danés de 37 años que llegó a Kongsberg para trabajar en la construcción. Se lo vio con una chica con la que de vez en cuando entraba y salía de casa, pero que después no volvieron a verla.
Espen se relacionaba con algunos compañeros de trabajo musulmanes, con los que pisó por primera vez una mezquita. El resto del proceso de radicalización lo vivió en su habitación, a solas, a través de internet. Fue cambiando de trabajo, pero su círculo social siguió reducido a aquel primero del que recibió acogida. Hasta que salió a la calle con un arco que había comprado en una tienda de material deportivo, un producto que se adquiere sin licencia ni identificación, y comenzó a matar. La Policía danesa insiste en que el móvil del crimen sigue sin estar claro, aunque los servicios de inteligencia están seguros de que se trató de un acto terrorista.
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Una flecha incrustada en la fachada de una casa de la ciudad de Konsberg, Noruega.
Según los hallazgos preliminares de la investigación, el atacante tiene antecedentes terroristas que no fueron publicados. "En esta etapa de la investigación, el ataque tiene la apariencia de un acto de terrorismo", reconoció el servicio de inteligencia. El portavoz policial Ole Bredrup Saeverud también admitió que había temores de radicalización del agresor desde antes de los hechos. Estos temores llevaron al seguimiento de Braten durante el último año y posiblemente antes. Pero durante el último año, no hubo más indicios de anomalías y la vigilancia fue abandonada.
Thomas Nilsen estaba en su casa cuando oyó gritos. Se asomó por la ventana y quedó atónito ante las "imágenes bélicas. Los gritos salían del supermercado y tardé unos segundos en ver salir al hombre, con el arco en la mano. Todavía no había podido reaccionar cuando vi que sacaba una flecha de la bolsa que llevaba a la espalda. Tensó el arco y disparó contra una mujer que gritaba".
Las víctimas son cuatro mujeres y un hombre, de entre 50 y 70 años, a los que la Policía todavía no identificó públicamente. Sí informó de que una de las víctimas era un agente policial que estaba en día de permiso, comprando en el supermercado. No hay información todavía sobre si el asesino y al menos alguna de las víctimas tuvieron alguna relación anterior, pero todo apunta a que eligió aleatoriamente a sus objetivos.
El terror duró 37 minutos. La Policía arrestó al atacante a las 18.47 horas y en el primer interrogatorio policial confesó el acto sangriento, pasando después a disposición judicial en la prisión de la ciudad de Drammen. El jefe de Policía, Ole Bredrup Saeverud, garantizó en la conferencia de prensa en Tonsberg que "estamos seguros de que el atacante actuó en solitario" y admitió que "tenemos que aprender de lo sucedido para poder evitar tales cosas en el futuro".
La reconstrucción de los hechos permite suponer que el objetivo del terrorista solitario era matar al mayor número posible de personas. "Estamos seguros de que mató a más víctimas después del primer contacto con la Policía. Probablemente la mayoría murieron después del primer intento de arresto, durante la huida", lamentó. Un detalle que sumará temperatura a la polémica: la policía noruega no está armada normalmente, de modo que ese "primer intento de arresto" lo hizo personal policial desarmado. No es raro que haya fracasado y que el terrosista haya entonces continuado su "cacería humana".
También disparó sus flechas contra las ventanas de un edificio de oficinas en el que los empleados seguían trabajando. Oyeron un estallido cuando la primera flecha se clavó en la pared. Posteriormente, el atacante irrumpió en un supermercado de la cadena Coop-Extra y disparó a los clientes. Se activó la alarma del supermercado y salió huyendo mientras los heridos buscaban ayuda por su cuenta. "Entonces vimos a un hombre salir del supermercado. Tenía una flecha clavada en la espalda y decía que se iba a urgencias en lugar de esperar a que llegase la ambulanci"a, relató un testigo.
Frente a la iglesia local se instalaron velas y ramos de flores. Este viernes se hara un servicio ecuménico por las víctimas y sus familiares."No nos dan suficientes explicaciones", decía Kristiansen, que acudió a depositar unos crisantemos, «si la Policía sabía de él, si ya sospechaban que podía ser peligroso, ¿por qué no hicieron nada?».