No hubo acuerdo para el rescate pese a la cumbre de Obama y Bush
Una reunión sin precedentes que celebró el presidente George W. Bush con los candidatos John McCain
y Barack Obama y legisladores de ambos partidos concluyó sin un acuerdo sobre el contenido del plan
de rescate financiero. Previamente, se había informado que había un preacuerdo en el Congreso para
sacar adelante el plan de rescate por 700 mil millones de dólares que pide el gobierno para frenar
la crisis bancaria.
26 de septiembre 2008 · 01:00hs
Washington. — Una reunión sin precedentes que celebró el presidente George
W. Bush con los candidatos John McCain y Barack Obama y legisladores de ambos partidos concluyó sin
un acuerdo sobre el contenido del plan de rescate financiero. Previamente, se había informado que
había un preacuerdo en el Congreso para sacar adelante el plan de rescate por 700 mil millones de
dólares que pide el gobierno para frenar la crisis bancaria. La noticia previa del acuerdo había
causado optimismo en las Bolsas (ver pág. de Mercados).
En la reunión, que duró aproximadamente una hora, republicanos de alto rango
mostraron su oposición al principio de acuerdo que había alcanzado un grupo de líderes legislativos
de los dos partidos, lo que obligará a continuar con las negociaciones. Los titulares de la cámara
de Diputados y el Senado, los demócratas Nancy Pelosi y Harry Reid, dijeron que hubo "progresos"
pero que todavía "no se alcanzó un acuerdo". Pelosi y Reid participaron de la cumbre junto al
presidente Bush y los dos candidatos a sucederlo, el demócrata Obama y el republicano McCain. Este
no dio su apoyo explícito al plan.
La reunión buscó en vano acelerar el acuerdo sobre el paquete de 700 mil
millones de dólares que el gobierno presentó al Congreso para sanear los mercados financieros,
golpeados por la crisis de los préstamos hipotecarios. Pero finalmente sólo se trató de "una buena
reunión", declaró Ed Gillespie, uno de los asesores de Bush. Gillespie admitió que "no es
sorprendente que haya diferentes puntos de vista" y afirmó, con prudencia, que demócratas y
republicanos "nos estamos acercando" a un acuerdo. Otro de los participantes de la reunión, el
influyente senador republicano Richard Shelby, fue más negativo. "No creo que tengamos un acuerdo,
yo expresé mi disenso", indicó. El líder republicano en el comité bancario del Senado, dejó claro
que no existe aún un acuerdo y que lo anunciado en la mañana de ayer por otros líderes del Congreso
no es válido. "Ese acuerdo es obviamente un no acuerdo", dijo Shelby, quien representa al sector
más conservador del Partido Republicano, que se opone por principio a la intervención del Estado en
el mercado.
Más tiempo. El presidente de la Comisión de Bancos del Senado, Christopher Dodd,
considerado el cerebro del acuerdo, a la salida del encuentro dijo que tomaría algún tiempo extra
finalizar el trabajo, más allá incluso del previsto receso legislativo de hoy. El mismo Dodd había
declarado previamente que los negociadores de la cámara de Representantes y el Senado habían
alcanzado un "acuerdo fundamental" sobre la ley de rescate, dando pie a la ola de optimismo
bursátil.
En cuanto al acuerdo tentativo en el Congreso, le daría al gobierno apenas una
fracción de los 700 mil millones de dólares que había solicitado; la mitad del dinero estaría
sujeta al veto del Legislativo, según señalaron fuentes del Capitolio. El Tesoro recibiría
"solamente" 250 mil millones de dólares inmediatamente y podría tener 100 mil millones adicionales
si puede probar que se requieren. Los últimos 350 mil millones requerirían una votación del
Congreso.
Tal como en el plan original, la parte fundamental del proyecto del Congreso
consistiría en que el gobierno adquiera los bienes incobrables de las empresas financieras en
apuros para evitar su quiebra, impidiendo la expansión por la economía real de una recesión grave,
cuyos primeros síntomas ya se sienten. Fue este el acuerdo previo alcanzado en el Capitolio, antes
de negativa la cumbre en la Casa Blanca.
Anoche, el titular de la Reverva Federal, Ben Bernanke, y el del Tesoro, Henri
Paulson, llegaron de urgencia al Capitolio para retomar las negociaciones con los legisladores.