El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió ayer ante el Congreso de Estados Unidos que un acuerdo nuclear con Irán garantizaría que Teherán pueda construir una bomba atómica, a la vez que lamentó la controversia que generó su discurso con el gobierno de Barack Obama. Las ambiciones de Irán son una amenaza existencial no sólo para cualquier judío, sino para el mundo entero, advirtió Netanyahu en su mensaje ante las dos Cámaras del Congreso. "Debemos estar unidos para frenar la marcha iraní de conquista, represión y terror", agregó Netanyahu, que se mostró en contra del acuerdo que actualmente negocia Teherán con los cinco países con derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania.
Dicho acuerdo "no bloquea el camino de Irán hacia la bomba, allana el camino de Irán hacia la bomba", alertó. "Es un mal acuerdo. Un muy mal acuerdo. Estamos mejor sin él". Aun así, Netanyahu no cree que la única alternativa a una solución negociada sea una guerra. "La alternativa a un mal acuerdo es un acuerdo mucho mejor", alegó, sin dar detalles de cómo podría ser.
La exhortación del líder israelí ocurre dos semanas antes de las parejas elecciones en su país, donde aspira a un nuevo período, y después de que la invitación de dirigirse al Congreso extendida por el presidente de la Cámara de Representantes (Diputados), el republicano John Boehner, provocara una tormenta política en Estados Unidos. Más de 48 representantes y senadores demócratas no asistieron al discurso, algo muy poco común dados los estrechos lazos entre ambos aliados.
Netanyahu habló poco después que el secretario de Estado norteamericano John Kerry se reuniera durante más de dos en Montreaux, Suiza, con el ministro de Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, con la esperanza de acordar un marco internacional para un acuerdo más adelante este mes que reduzca las ambiciones nucleares del régimen de Teherán. Estados Unidos, Reino Unido, China, Francia, Rusia y Alemania negocian con Irán para que frene su enriquecimiento de uranio y otras partes de su programa nuclear, a cambio de poner fin a las sanciones económicas sobre el régimen de Teherán. Las potencias occidentales esperan poder llegar a un acuerdo sobre los principales puntos a finales de este mes y lograr un acuerdo definitivo antes de julio. Para Netanyahu es un error confiar en Irán, pues considera que "el régimen iraní es tan radical como siempre".
Según Netanyahu, los detalles del acuerdo filtrados muestran que a Irán le faltaría poco para construir un arma nuclear, que se mantendría el programa atómico del país y que las restricciones sobre el mismo se levantarían después de tan sólo diez años.
Malestar en Washington. La Casa Blanca expresó de palabra y hecho su disgusto con el discurso, y despachó al vicepresidente Joe Biden a un viaje al extranjero, lo que significó que no ocupó su lugar tradicional en la tribuna de la Cámara durante la alocución. Netanyahu tampoco se reunió en la Casa Blanca con Obama. Al respecto, Obama dijo que no hubo nada nuevo en el discurso al Congreso del premier israelí. "Hasta donde puedo decir, no hubo nada nuevo", dijo el jefe de la Casa Blanca a periodistas. "El premier no ofreció alternativas viables", agregó instando al Congreso a esperar para evaluar un acuerdo nuclear con Irán hasta que se haya alcanzado. Netanyahu advirtió también de que el acuerdo que se está negociando podría desatar una carrera armamentística nuclear en la región más peligrosa del mundo: "No será un adiós a las armas, sino un adiós al control de armas".
Por otro lado, lamentó que su discurso ante el Congreso estadounidense haya generado una disputa con el gobierno de Obama. El primer ministro fue invitado por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, sin que éste lo consultara previamente con la Casa Blanca. "Lamento profundamente que algunos consideren como algo político mi presencia aquí. Nunca fue mi intención", dijo, alabando además el apoyo de Obama a Israel en privado y en público.
Decenas de demócratas boicotearon ayer el discurso del primer ministro israelí, pero aun así cientos de invitados llenaron la Cámara de Representantes. A su llegada Netanyahu fue recibido con una larga ovación por los congresistas y muchos intentaron darle la mano mientras avanzaba hacia el estrado. Los medios compararon esa bienvenida con la que recibe Obama a su llegada para el debate del estado de la Unión. La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, advirtió a su vez que "sembrar miedo" en un momento en el cual está cerca un acuerdo con Irán sobre su programa nuclear, no ayuda a las negociaciones.