El líder anticastrista cubano Luis Posada Carriles, un "héroe" para el exilio y un terrorista para La Habana y Caracas, murió en la mañana de ayer a los 90 años, dijo su abogado Arturo Hernández, quien destacó que "dedicó su vida a pelear contra los hermanos Castro y la dictadura en Cuba". Su letrado explicó que el ex miembro de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense había tenido un deterioro de salud desde un accidente de automóvil en 2015, en el que sufrió varias lesiones y que además desde hace cinco años había sido diagnosticado con cáncer de garganta. A diferencia de otros activistas, Posada nunca renunció a la violencia como método para generar un cambio en la isla. "Si Castro entrara por la puerta lo mataría, no porque lo odio sino porque también mataría a una cucaracha", dijo Posada en varias entrevistas entre 2009 y 2010.
El "Bin Laden de Occidente"
En Cuba, los medios oficiales anunciaron el fallecimiento del líder anticastrista bajo el calificativo de terrorista y el "Bin Laden de Occidente". Según la web "Cubadebate", él "salió de Cuba con la sola intención de acabar con la Revolución de la isla".
Hace poco más de tres años, Posada Carriles estuvo en un acto público del exilio cubano en Miami organizado para protestar en contra de la reanudación de las relaciones entre Estados Unidos y la isla, entablada por el entonces presidente Barack Obama. Allí, el líder anticastrista, nacido en Cienfuegos, Cuba, y nacionalizado venezolano, insistió en que su país "no sería un paraíso turístico" y por eso llamó a "resistir hasta el final". "No se puede negociar con bandidos", aseveró.
Posada Carriles fue acusado de dedicar gran parte de su vida a una serie de atentados y operaciones desestabilizadoras contra el castrismo en Cuba así como en Centro y Sudamérica, de las que aseguró en reiteradas ocasiones no arrepentirse. Según documentos del Departamento de Estado, Posada Carriles fue entrenado por la CIA poco después de convertirse en uno de los instructores en la fracasada invasión de Bahía de Cochinos contra Castro en 1961. Cuba lo acusó de ser uno de los cerebros del peor atentado que sufrió la isla, el perpetrado en 1976 contra un avión de Cubana de Aviación procedente de Caracas y que costó la vida a 73 personas.
Posada Carriles fue detenido en Venezuela, donde tenían su centro de operaciones, pero una década después, en agosto de 1985, huyó de la prisión. En Guatemala fue blanco de un atentado el 28 de febrero de 1990. Posada Carriles aseguró que fue organizado por Cuba, aunque reconoció que mucha gente tenía motivos para querer eliminarlo. En una serie de entrevistas con The New York Times en 1998, Posada Carriles se atribuyó los atentados contra instalaciones hoteleras en La Habana que un año antes habían causado la muerte de un turista italiano, Fabio Di Celmo.
En 2000, Fidel Castro denunció en Panamá una "conjura" para asesinarlo en plena Cumbre Iberoamericana. Posada Carriles fue arrestado junto a otros tres hombres y condenado a ocho años de cárcel. Pero en 2004, poco antes de abandonar la presidencia panameña, Mireya Moscoso lo indultó. Hace siete años, Posada Carriles fue considerado inocente de los 11 cargos que se presentaron en su contra por supuestamente ingresar ilegalmente a Estados Unidos en 2005.