Caracas.- El ministro de Energía y Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, denunció que la acción judicial impulsada por la empresa Exxon-Mobil contra Venezuela es un desacato” a las decisiones de un Estado soberano.
Caracas.- El ministro de Energía y Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, denunció que la acción judicial impulsada por la empresa Exxon-Mobil contra Venezuela es un desacato” a las decisiones de un Estado soberano.
En una entrevista difundida la noche de ayer por el canal multinacional “Telesur”, el funcionario reiteró que la demanda legal del gigante petrolero es una “acción de guerra económica” contra el país y que ya logró congelar activos de Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Indicó que lo que ocurre ahora “es un desacato de la Exxon-Mobil a decisiones de un Estado soberano”, que nacionalizó el año pasado los complejos de refinación de crudo pesado en la llamada Faja del Orinoco.
“El gobierno de la República bolivariana de Venezuela ha tomado un conjunto de medidas soberanas para garantizar el control de nuestro principal recurso natural, el más importante y estratégico en términos económicos, el petróleo”, recalcó.
Las declaraciones de Ramírez fueron en reacción a la posición del expresada por el Departamento de Estado norteamericano en torno a que las medidas que pretende tomar la petrolera contra PDVSA son parte de “una disputa comercial en marcha entre Exxon-Mobil y Venezuela”.
El portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, indicó el miércoles que
el gobierno de Estados Unidos apoya plenamente “los esfuerzos de Exxon-Mobil para conseguir
una compensación justa y por sus activos, de acuerdo con la ley internacional”.
“Estas declaraciones del Departamento de Estado comprueban lo que hemos venido
denunciando, que se trata de una acción de guerra económica contra nuestro país.
Hemos denunciado que la Exxon está trabajando claramente en esta dirección y ahora tiene respaldo del Departamento de Estado nortemaricano”, indicó el ministro.
Ramírez rechazó que se trate de una “disputa comercial” entre dos empresas, sino de un tema de “soberanía”.
Exxon demandó a Venezuela para reclamar una compensación por su salida de los proyectos de crudo pesado de la Faja del Orinoco. En una primera medida judicial, logró que tribunales internacionales congelaran activos de PDVSA por más de 12.000 millones de dólares.
“Nosotros hemos llamado a movilizar a nuestro pueblo, trabajadores, a todas nuestras instituciones porque vamos a dar una batalla como hemos dado en el pasado, desde que asumimos el control de nuestros recursos estratégicos”, aseguró Ramírez.
Igualmente, consideró que Exxon Mobil mantiene una acción hostil contra Venezuela, “una acción hostil que vas más allá del arbitraje. Están tratando de insinuar que nuestra empresa petrolera no tiene capacidad para responder ante un reclamo”.
El Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York confirmó este miércoles el congelamiento de 300 millones de dólares pertenecientes a PDVSA depositados en bancos estadounidenses, como medida para asegurar el dinero hasta que se resuelva el arbitraje.
“Hay una clara intención política de la Exxon Mobil de intentar de acorralar a nuestro país con este tipo de medida”, señaló el funcionario.
A la vez, el ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, rechazó que la acción judicial de la firma Exxon contra PDVSA sea una disputa comercial y aseguró que se trata de una acción “política” impulsada por el gobierno de Estados Unidos.
El funcionario señaló que las declaraciones de McCormarck son “infelices” y que dejan al “desnudo” los verdaderos intereses de Estados Unidos que son “ponerle la mano al petróleo venezolano”. (DPA)
Por Javier Felcaro
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