Miles de brasileños salieron la noche del martes a repudiar con cacerolazos, bocinazos y abucheos una propaganda emitida por la cadena de radio y televisión por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT), en defensa del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. La manifestación, que se hizo habitual en 2015, durante el primer año del segundo mandato de Dilma Rousseff, se produjo en varias capitales regionales, como Belo Horizonte, Brasilia, Curitiba, Río de Janeiro, Salvador de Bahía, San Pablo y Recife, entre otras ciudades del interior.
Los cacerolazos se hicieron sentir en señal de protesta contra el PT, algunos de cuyos dirigentes están envueltos en sonados casos de corrupción. Las agencias de noticias hablaron de protestas y pequeñas manifestaciones en 14 ciudades, y reseñaron que se notaron especialmente en barrios de clase media alta como Higienópolis y Jardins, en San Pablo, y Leblon e Ipanema en Río de Janeiro. Durante la propaganda, un locutor cuestiona a opositores al PT que buscan abrir un juicio político contra la presidenta Rousseff, y a los que “calumnian” a Lula, investigado por la Justicia. En el programa interviene el propio Lula, quien comenta la situación del país y destaca los logros conseguidos porBrasilen la última década, aunque se abstiene de mencionar su propia situación judicial. El ex mandatario recordó que Brasil es el país que más redujo las desigualdades sociales y las tasas de pobreza y recalcó que las críticas contra el PT “vienen de los que no quieren dividir asiento de avión con el pueblo”. “Nos equivocamos, pero acertamos. Lo tenemos todo para volver a crecer”, comentó el ex gobernante 2003-2010.
En la mira de la Justicia. Lula está en el centro de dos investigaciones por supuesto “ocultamiento de patrimonio”, pero es fuertemente defendido por el PT, que atribuye las acusaciones a supuestas maniobras de sus adversarios políticos para “ensuciar su nombre”. El ex jefe de Estado deberá declarar ante la Fiscalía por un caso de lavado de dinero y ocultamiento de patrimonio de un departamento en el balneario de Guarujá, en el litoral de San Pablo, pero su testimonio fue suspendido temporalmente el pasado 17 de febrero por el Consejo Nacional del Ministerio Público, órgano que supervisa a las fiscalías y que ayer autorizó al promotor del caso retomar las investigaciones y marcar una nueva fecha.
Los cacerolazos acompañaron en el último año a las propagandas del PT y a varias apariciones de Rousseff en televisión, lo que llevó a la presidenta a abstenerse en mayo pasado de pronunciar un discurso para conmemorar el Día del Trabajo.
La propaganda del PT en favor de Lula fue divulgada horas después de la detención del publicista Joao Santana, quien estuvo a cargo de las campañas presidenciales del ex mandatario, en 2006, y de Rousseff en los comicios de 2010 y 2014. El juez Sergio Moro, a cargo de la causa por el escándalo de corrupción en Petrobras, ordenó la prisión de Santana, sospechado de recibir remesas de dinero de origen ilegal.