La canciller alemana, Angela Merkel, viajó a Estados Unidos para tratar de convencer al presidente de ese país, Donald Trump, de preservar el acuerdo nuclear con Irán y eliminar los aranceles al acero y el aluminio europeos. La visita de Merkel llega dos días después de la del presidente francés, Emmanuel Macron, quien a pesar de la química con el mandatario estadounidense no logró torcerle el brazo. Hoy es el turno de la mujer fuerte de Europa que, a diferencia de su socio galo —recibido con todos los honores durante tres días—, sólo tendrá dos horas y media para convencer a Trump de las ventajas de mantener el acuerdo nuclear con Irán y profundizar la relación transatlántica. En marzo, Trump promulgó una ley para imponer unos aranceles del 25 por ciento al acero y el 10 por ciento al aluminio proveniente de la Unión Europea (UE), a la que acusó de competencia desleal. Europa amenazó con tomar medidas punitivas contra Estados Unidos pero Trump redobló la apuesta y advirtió a Berlín que podría imponer nueves tasas contra el sector automotor alemán.