La canciller alemana Angela Merkel cosechó una amarga derrota doméstica, al verse superada en Mecklemburgo-Pomerania Occidental, el estado alemán que es su distrito electoral, por el partido populista de derecha Alternativa para Alemania (AfD). Ese estado oriental es el más pobre de Alemania. El revés es un claro mensaje a la canciller democristiana a su coalición y a su política de inmigración de puertas abiertas, que ha permitido el ingreso de 1,1 millón de refugiados en 2015. Precisamente ayer se cumplía un año de la histórica decisión de Merkel de permitir el ingreso masivo de refugiados provenientes de Siria y otros países de Medio Oriente.
La AfD ha ido encadenando triunfos electorales a base de endurecer sus críticas a la gestión de la crisis de refugiados impulsada por la canciller, y ayer logró desbancar a la Unión Demócrata-Cristiana (CDU) de Merkel como segunda fuerza política en la región. Esta es la novena vez que AfD logra desembarcar en un parlamento regional, demostrando que se consolida como una fuerza política de primer orden de cara a las elecciones federales de año próximo. Las proyecciones, no obstante, indican que en la región podrá mantenerse la coalición entre el Partido Socialdemócrata (SPD) y la CDU que preside la canciller. El SPD reunía un 30 por ciento, luego venían con 21,5 por ciento AfD, y recíen en tercer lugar con 19,4 por ciento la CDU de Merkel, y un 12,2 por ciento el partido La Izquierda, radicales ex comunistas. Los Verdes caían por debajo del 5 por ciento, el mínimo para contar con representación parlamentaria. Fuera de la Cámara se quedaría el partido de extrema derecha NPD, cuya salida supondría su desaparición de los parlamentos del país.
"En su lugar". "Hemos puesto a la CDU en su lugar", proclamó triunfal Frauke Petry, líder del AfD. "Esto se debe a que otros partidos no han escuchado durante mucho tiempo a sus votantes", agregó poco después de que las televisiones públicas del país diesen a conocer los primeros pronósticos.
Desde las filas del partido de Angela Merkel reconocían que los resultados que arrojaban las urnas reflejan el "descontento y el voto de protesta" de los electores.
"Esto estaría aparentemente relacionado, en gran medida, con el debate sobre refugiados. Este resultado y el fuerte apoyo que recibió Alternativa para Alemania es amargo para nosotros", declaró con exceso de condicionales el secretario general de la Unión Demócrata-Cristiana, Peter Tauber.
Los expertos tienen menos dudas que Tauber. "La protesta contra la apertura de fronteras (de Merkel) se mantiene. Este también es un test a la candidatura de Merkel", indicó el politólogo Hans Rudolf Korte a la televisión pública ZDF.
Las elecciones regionales de Mecklemburgo-Pomerania Occidental se han celebrado justo un año después de que el Ejecutivo germano decidiese abrir las fronteras a los refugiados que se encontraban en Hungría, en su mayoría provenientes de Siria.
La euforia inicial y las bienvenidas de grupos de alemanes en estaciones de tren a los solicitantes de asilo han ido dejando paso al temor, como reflejan los resultados de los comicios que han venido celebrándose en los últimos doce meses. Tampoco contribuyeron algunas conductas violentas y machistas de ciertos migrantes, como las verificadas la noche de fin de año, cuando hubo más de mil casos de abusos sexuales, incluso violaciones. Los autores de estos delitos detenidos eran migrantes de Medio Oriente.
Alternativa para Alemania, una formación fundada en 2013 como partido euroescéptico, estuvo a punto de desaparecer a mediados del año pasado. Pero en septiembre de 2015, coincidiendo con la masiva llegada de refugiados a Alemania, resurgió con fuerza endureciendo su discurso contra los solicitantes de asilo y contra la política de acogida impulsada por Merkel. Cerca de 1,3 millones de alemanes estaban llamados a las urnas en Mecklemburgo-Pomerania Occidental, el estado con menor renta per cápita de todo el país. Un 61 por ciento de entrevistados por la cadena pública ARD dijeron que el tema de los refugiados había sido decisivo para dar su voto pese a que su estado o "Land" tiene la menor proporción de migrantes de toda Alemania
Solicitudes. La Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF) prevé tramitar antes de que termine el año unas 700.000 solicitudes de asilo, según el director Frank-Jürgen Weise."Vamos a conseguir llegara a esas cifras", señaló Weise. Según sus estimaciones, en 2016 habrán llegado a Alemania en torno a 300.000 refugiados. El pasado año entraron más de un millón. Según el funcionario, en los últimos meses los procesos se han acelerado de forma notable y, en la actualidad, las solicitudes que se resuelven en un tiempo medio de 1,3 meses.