Washington.— Tras el "supermartes", la carrera republicana quedó con un claro favorito al frente: el senador John McCain. De todas maneras, el político de 71 años aún no pudo lograr la nominación a la presidencia, y deberá esperar las próximas contiendas.
La ventaja de McCain puede ser decisiva, a pesar de que sus rivales Mitt Romney y Mike Huckabee prometieron seguir en carrera. "Todavía nos queda mucho, pero estamos muy cerca de la victoria por la que trabajamos tan duro", afirmó el senador por Arizona, que en total lleva sumados 613 delegados, contra los 269 de Romney y los 190 de Huckabee. Para conseguir la nominación del partido se necesitan 1.191 delegados.
McCain se aseguró victorias en Estados clave como California, Nueva York e Illinois. Especialmente importantes fueron sus triunfos de Nueva York, Nueva Jersey, Missouri, Arizona, Connecticut y Delaware, seis de los ocho Estados que entregaron todos sus delegados al ganador.
Reapareció Huckabee. Mike Huckabee, por su parte, se impuso en Georgia, Tennessee, Alabama, Virginia Occidental y Arkansas, el Estado del que fue gobernador. Romney también se impuso en Massachusetts, donde gobernó, además de Colorado, Minnesota, Dakota del Norte, Montana, Alaska y Utah, el Estado eminentemente mormón como el candidato.
El pastor baptista Huckabee, cuya estrella se había apagado tras su triunfo inicial de Iowa, festejó su resurrección a lo grande. "En los últimos días la gente decía que esto era una carrera entre dos", deslizó como un dardo a Romney, que planteó la lucha como un cara a cara entre él y McCain.
Romney, al que varios analistas consideraron como el perdedor del día, prometió llegar "hasta la convención" del partido en septiembre.
La jornada arrancó con la suspensión de actividades en algunas escuelas confesionales. Qué dijeron desde el Arzobispado