La Casa Blanca confirmó ayer la muerte de Kayla Mueller, una cooperante estadounidense a la que Estado Islámico (EI) secuestró en 2013 en Siria, aunque sin dar detalles sobre las circunstancias del fallecimiento. La milicia islamista afirmó el pasado viernes que Mueller, de 26 años, murió en Siria en un ataque aéreo lanzado por Jordania, que forma parte de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos contra el EI. Esa información no fue confirmada y Jordania rechazó las acusaciones.
La Casa Blanca dijo que no tenía información concluyente sobre cuándo o cómo había muerto Mueller, pero señaló que los servicios de inteligencia habían confirmado el deceso en base a información suministrada por la familia.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, precisó que el objetivo alcanzado por los jordanos fue un depósito de armas y que no había evidencia de civiles en al área, cuestionando la versión del EI sobre la muerte de Mueller. “Lo que es incuestionable es que el ISIS (siglas de EI en inglés), más allá de la causa de su muerte, es responsable por ello”, dijo. “Esta, después de todo, es la organización que la retenía en contra de su voluntad. Eso significa que son responsables por su seguridad y su bienestar. Y que, por tanto, son responsables por su muerte”.
Salvajes ejecuciones. Mueller es la sexta rehén occidental de la milicia islámica que muere. El grupo yihadista ejecutó en los últimos meses a varios periodistas y cooperantes extranjeros.
Earnest confirmó que al menos otro estadounidense más se encuentra como rehén en la región. Se trata del periodista estadounidense Austin Tice, cuya familia ha estado llevando adelante una campaña pública para asegurar su liberación después de que fuera secuestrado en Siria, pero no está claro qué grupo lo retiene. “Tenemos el corazón roto por nuestra única hija”, afirmaron las padres y el hermano de Mueller en un comunicado en el que explican que les comunicaron su muerte. “Kayla era una humanista sensible y entregada” que dedicó toda su vida a ayudar a los demás, dijeron.
“Da igual cuánto se tarde, Estados Unidos encontrarán y pedirán cuentas a los terroristas responsables del secuestro y muerte de Kayla”, señaló en un comunicado el presidente estadounidense, Barack Obama. “Kayla dedicó su vida a ayudar a quienes lo necesitaban”, afirmó la Casa Blanca. “La compasión y dedicación de Kayla para ayudar a los necesitados nos muestra que la honradez humana puede pervivir incluso entre el mal más inadmisible”, agregó. “El mundo está unido en la condena a los continuos asesinatos y la detención de inocentes por parte del EI”, aseguró el secretario de Defensa, Chuck Hagel.
El secretario de Estado, John Kerry, elogió el idealismo de Mueller y advirtió a los extremistas: “Como en el caso de nuestros amigos de Jordania, nuestra determinación de vencer esta ofensa abyecta e innombrable contra el mundo civilizado permanece inalterable”.
Mueller fue secuestrada en la región siria de Aleppo en agosto de 2013. De acuerdo con el EI, murió en un bombardeo contra Al Rakka, considerado un bastión de la milicia. Según los medios, el EI habría pedido por su liberación un rescate de 6,6 millones de dólares.
Estados Unidos está revisando actualmente su política para manejar los secuestros de sus ciudadanos en el extranjero, lo que incluye cómo coordina sus esfuerzos con las familias. Los resultados de esta revisión se difundirán en los próximos meses, de acuerdo con Earnest. La revisión no incluye la reconsideración de la política estadounidense según la cual está prohibido el pago de rescates para la liberación de rehenes. Los funcionarios creen que pagar rescates no hace más que alentar el secuestro de estadounidenses en el extranjero y además financia a los grupos terroristas.
Bombardeos aliados. Aviones de los Emiratos Arabes lanzaron ayer temprano bombardeos contra el EI, en el marco de la coalición liderada por Estados Unidos para combatir al grupo radical. Cazas de combate F-16 destruyeron sus objetivos y regresaron a salvo a su base, indicó el ejército de los Emiratos, sin precisar cuáles eran sus blancos. Los Emiratos se habían retirado de la coalición internacional para proteger a sus pilotos, luego de que en diciembre pasado se accidentara y fuera tomado como rehén en Siria el piloto jordano Maaz al Kassasbeh, quien luego fue quemado vivo por los yihadistas de EI.