Al respecto, Maduro denunció la existencia de una escalada internacional contra Venezuela y pidió a los países del bloque regional Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América iniciar gestiones diplomáticas para "parar esta locura... que quién sabe hasta dónde nos puede llevar". En alusión a las críticas de la oposición y algunos gobiernos que lo señalan de dictador Maduro se identificó como un demócrata, y sostuvo que "llevo la banda presidencial que me dejó el comandante Hugo Chávez en encargo".
Desde temprano varios cientos de seguidores del gobierno y empleados públicos, con sus características camisetas rojas, se concentraron en los alrededores del máximo tribunal, ubicado noroeste de Caracas, para acompañar al mandatario en la ceremonia. Las autopistas y avenidas de la capital venezolana amanecieron con escasa presencia de vehículos y transeúntes y en algunos puntos de la ciudad se observó la presencia de efectivos de la policía nacional custodiando las vías. En los postes de algunas calles fueron colgados pendones con los colores de la bandera venezolana y la frase "Yo soy presidente". Entre banderas venezolanas y carteles con el dibujo del rostro del gobernante y la leyenda "Maduro usurpador", un puñado de opositores se concentró al este de Caracas para protestar. El mandatario izquierdista deberá lidiar desde el primer día de su segundo gobierno con más cuestionamientos y presiones de la comunidad internacional.
El secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo condenó la juramentación de Maduro a quien señaló de incurrir en una "ilegítima usurpación de poder" tras unas elecciones que consideró "desleales e injustas". "Es hora de que Venezuela comience un proceso de transición que pueda restaurar el orden constitucional y democrático mediante la celebración de elecciones libres y justas que respeten la voluntad del pueblo venezolano", dijo Pompeo. En una resolución adoptada por 19 votos a favor, ocho abstenciones, seis en contra y un ausente, la OEA no solo consideró ilegítima la asunción sino que también urgió a los 34 Estados miembro a adoptar "medidas diplomáticas, políticas, económicas y financieras" para "contribuir a la pronta restauración del orden democrático en Venezuela".