Nicolás Maduro prestó juramento ayer ante el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela y comenzó su segundo mandato en medio de una creciente aislamiento internacional y la amenaza de la Asamblea Nacional (Parlamento) de que lo declarará usurpador del cargo. El magistrado Maikel José Moreno Pérez, que estuvo dos veces preso por asesinato, es el presidente de ese Tribunal Supremo de Justicia, y fue el encargado de tomarle juramentación. El gobernante, de 56 años, prestó juramento mientras la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobaba una resolución desconociendo la legitimidad de su segunda presidencia y Paraguay resolvía romper relaciones diplomáticas. La sede de la ceremonia en el Tribunal Supremo es un hecho inédito y un abierto desafío a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, que sostiene al igual que buena parte de la comunidad mundial que la reelección de Maduro es ilegal.