La detención del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, un líder político de amplio recorrido, puso en alerta a la oposición venezolana sobre la radicalización del gobierno del presidente Nicolás Maduro contra dirigentes incómodos, en meses previos a las elecciones legislativas de este año. El propio Maduro se encargó de dejar clara la amenaza la noche del jueves, con la advertencia de que aprobará una legislación contra los opositores que "hacen daño por la violencia y luego tratan de cobrar electoralmente". El heredero político de Hugo Chávez ha jalonado sus dos años de gestión con reiteradas denuncias sobre planes golpistas e intentos de magnicidio, con el telón de fondo de una progresiva crisis económica, inflación, devaluaciones encubiertas, penuria de bienes básicos y desplome de su popularidad hasta un 20 por ciento.
Analistas y dirigentes de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) dijeron que en el panorama se anuncian nuevas detenciones y todos miraron hacia la ex diputada María Corina Machado, la dirigente opositora en libertad más incómoda para el gobierno por sus llamados a la dimisión de Maduro. Machado participó ayer en una marcha en Caracas para repudiar la detención de Ledezma e insistió en llamar "dictadura" al gobierno. El diputado Julio Borges, del partido Primero Justicia, del líder opositor Henrique Capriles, fue advertido de que puede ser despojado de su inmunidad y enjuiciado, tras ser acusado de estar vinculado con el intento golpista denunciado por el gobierno.
Causas judiciales. De tres dirigentes que llamaron el año pasado a las protestas contra el gobierno, una estrategia bautizada como la "Salida", sólo Machado sigue libre, ya que Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular, y Ledezma están tras las rejas y enfrentan causas judiciales.
López, encausado por supuesta instigación a las protestas entre febrero y mayo pasados, cumplió esta semana un año preso y Ledezma fue arrestado el jueves por agentes de seguridad que irrumpieron violentamente en sus oficinas en Caracas. Según Maduro, el alcalde metropolitano, quien fue reelegido a fines de 2013 con más 700.000 votos, será juzgado por conspiración. El cargo de Ledezma es el más relevante después del de la presidencia, ya que cubre cinco municipios del área caraqueña.
El gobernante mostró como "prueba" de las acusaciones un manifiesto firmado por Machado, López y Ledezma, que fue publicado el 11 de febrero y que llamaba a los venezolanos a un "acuerdo nacional para la transición" en el poder. El comunicado, que según Maduro era la "chispa" de un intento golpista, advertía que la crisis económica y la insistencia del régimen en "profundizar" el modelo que la genera pueden "llevarnos en muy corto plazo a una emergencia humanitaria". "Es claro que el régimen no resolverá la crisis y que el gobierno de Maduro ya entró en una fase terminal", planteó. La oposición denunció el procedimiento policial contra Ledezma, afirmando que se violaron sus derechos, fue golpeado y arrastrado por casi una veintena de agentes enmascarados. El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, advirtió que habrá nuevas detenciones en "virtud del temor que tiene el gobierno de competir en los comicios y de la pérdida del apoyo popular". "Estamos en plena turbulencia y puede agravarse. En este momento hay que contrastar el discurso del gobierno con la realidad del país", señaló.
Esta semana, la MUD respondió las denuncias de Maduro de que un grupo de oficiales de la aviación pretendían dar un golpe de Estado entre el 12 y 13 de febrero y que al develarse la conspiración se encontraron evidencias que "apuntan a la derecha opositora". "Alertamos al país y a la comunidad internacional sobre las pretensiones del gobierno de Venezuela de provocar un ambiente de caos que apunte a la ilegalización de la oposición democrática como una manera de prevenir la aplastante derrota electoral que le propinará el pueblo en las venideras elecciones", señaló.
Los comicios aún no fueron convocados, y el presidente sugirió que podrían ser a mediados de año. Maduro ordenó al jefe de la Asamblea Nacional (Congreso), Diosdado Cabello, que prepare un conjunto de propuestas para "apretar la mano a nivel legal contra los grupos que hacen política «armada», que participan en los golpes y después vienen a mostrar su cara de corderitos a participar en elecciones".
Un cambio. El analista Luis Vicente León dijo que es "obvio" que el país está entrando en una "fase distinta de la revolución, más radical y por ende peor. Es probable que el gobierno avance en sus mensajes de fuerza y control, por lo que el apresamiento del alcalde no será un hecho aislado". El abogado de Ledezma, Omar Estacio, explicó que contra el alcalde se lleva una "investigación abierta desde marzo de 2014" por supuestos llamados a las protestas contra el gobierno. El diario El Nacional, el único que publicó el manifiesto sobre la "transición", dijo ayer que la detención de Ledezma, quien defiende la causa electoral para cambiar de gobierno, sólo "nos dice a los venezolanos y al mundo que una ola represiva viene en camino".
El temor silenció los cacerolazos
El arresto del alcalde motivó el jueves tímidos y espontáneos golpeteos de cacerolas desde las ventanas de domicilios, en una Caracas que parece cada vez más reticente a participar en protestas callejeras. Ayer menos de 200 personas asistieron a un mitin en apoyo a Ledezma. La escasa movilización opositora en recientes convocatorias coincide con la decisión del gobierno de autorizar a los cuerpos de seguridad el uso de fuerza mortal para controlar el orden público.