El presidente de Brasil, Lula da Silva, advirtió a sus ministros que los despedirá en caso de que “hagan algo algo en forma equivocada”, durante un discurso que inauguró la primera reunión de gabinete de su gobierno. Lula enfatizó la necesidad de dialogar en el Congreso sin reparos ideológicos. Los ministros recién designados tuvieron algunos chispazos a través de los medios desde el 1º de enero y a la vez estalló el caso de una ministra de un partido que hasta hace poco era bolsonarista. La titular de Turismo tiene muchas fotos con parapoliciales de Río de Janeiro y políticos vinculados a estas “milicias”. A su vez, los titulares de Hacienda, Industria, Trabajo y Planificación, mantuvieron discrepancias que llegaron a los medios. Las tensiones mayores giran en torno a la política económica y a la forzada convivencia del Partido de los Trabajadores (PT) con sus aliados conservadores.
En un discurso en el Palacio del Planalto frente a los 37 miembros del gabinete, Lula trazó las directrices sobre el trabajo de los ministros, a quienes les pidió apertura, buen trato y paciencia para negociar los principales proyectos ante un Congreso, en el cual hay que formar mayorías para cada iniciativa. La coalición del ex presidente Jair Bolsonaro ganó con amplitud la mayoría en ambas cámaras en la primera vuelta electoral.
En ese sentido, Lula aseguró que convocó a personas con opiniones divergentes para poder “llegar a las mismas conclusiones para reconstruir el país. Nuestra tarea será ardua, pero es una tarea noble. Vamos a tener que entregar este país mejor”, aseguró el mandatario, que denunció el presunto “cese” de las políticas públicas de educación, salud, cultura y juventud durante la gestión de Jair Bolsonaro, quien abandonó el país el 29 de diciembre hacia Estados Unidos, dos días antes de terminar su mandato.
Sin nombrar a ninguno específicamente, Lula mostró rigor frente a sus ministros y aseguró que no dudará en despedirlos ante errores o ilegalidades. “Quien haga algo equivocado, sabe que apenas hay una forma de actuar, la persona será simplemente, del modo más educado, invitado a dejar el gobierno y, si cometió algo grave, tendrá que ponerse a disposición de las investigaciones y del Poder Judicial”, aseguró Lula.
Un poco más tarde, aclaró: “Tengan la seguridad de que los apoyaré en los momentos buenos y en los males, no los dejaré en medio del camino, fueron convocados porque tienen competencia, porque fueron sugeridos por las organizaciones políticas a las cuales pertenecen y yo respeto mucho esto”.
Una amiga de las “milicias”
Los diarios O Globo y Folha de Sao Paulo revelaron las conexiones de la ministra de Turismo, Daniela Carneiro, del partido de derecha Unión Brasil, con expolicías de Río de Janeiro acusados de pertenecer a las “milicias”, como se conoce a las mafias parapoliciales que actúan en las favelas.
Carneiro fue la diputada más votada del estado en las elecciones de octubre y es la esposa de Waguinho dos Santos, intendente de Belford Roxo, municipio del Gran Río de Janeiro. En la segunda vuelta, ambos optaron por apoyar a Lula y abandonar a Jair Bolsonaro, tal como ocurrió con gran parte de Unión Brasil. Tres ministerios de los 37 fueron otorgados a Unión Brasil: el de Turismo a Carneiro, el de Comunicaciones al diputado Juscelino Filho y el de Desarrollo Regional a Waldir Goes, exgobernador del amazónico Amapá.
El expolicía Juracy Prudencio, líder de una milicia conocida como “de Jura”, aparece en 2018 en fotos al lado de la actual ministra. Prudencio fue condenado a 22 años de prisión por homicidio y fue investigado por el diputado Marcelo Freixo, conocido por actuar contra de las mafias parapoliciales. Freixo, aliado de Lula y derrotado candidato a gobernador de Río, será el presidente del Ente Brasileño de Turismo y su jefa será la ministra Carneiro.
Según el diario Folha de Sao Paulo en base a fotos de redes sociales, la ministra de Turismo hizo campaña al lado del concejal Fabio Brasil y de familiares del exconcejal Marcinho Bombeiro, ambos fueron presos por vínculos parapoliciales. Carneiro borró de Instagram fotos con estas figuras vinculadas al crimen organizado y a la política del Gran Río de Janeiro.
Unión Brasil es un partido que formó parte del bolsonarismo hasta hace muy poco. Su súbita migración hacia el lulismo es clave para atraer nuevos aliados en el Congreso, donde el gobierno debe construir mayorías. La ministra y su partido pueden ser poco potables, pero se los debe tolerar en nombre de hacer avanzar la agenda de gobierno. Por eso, Lula enfatizó ante sus ministros y los jefes de bloque que la prioridad es el Congreso. “Nosotros necesitamos más del Congreso que el Congreso de nosotros”.