El presidente de Brasil, Lula da Silva, respaldó a su ministro de Defensa, José Múcio, tras las críticas recibidas desde el Partido de los Trabajadores (PT) y otros afines al gobierno por no darles importancia a las protestas de bolsonaristas del domingo pasado en Brasilia que derivaron en el asalto y toma violenta de las sedes de los tres poderes en Brasilia. Lula excusó a su ministro. “Todos cometemos errores”, adujo. Múcio llegó a decir que los campamentos bolsonaristas eran “una demostración de democracia” y que tenía amigos y familiares en esos lugares. Lula y sus ministros tomaron posesión de sus cargos el 1º de enero, y apenas una semana más tarde, el domingo 8, se produjo el asalto bolsonarista a Brasilia.
"El va a continuar siendo mi ministro porque confío en él”, declaró Lula. “Siento el más profundo respeto por él y va a continuar. Si tuviera que cambiar ministros cada vez que cometen un error sería la mayor rotación de mano de obra de la historia de Brasil”, expresó con ironía el presidente brasileño.
“Todos cometemos errores. José Múcio va a continuar”, aseguró Lula. Sin embargo, según la prensa brasileña, le hizo saber al ministro de Defensa su malestar por la displicencia que habría mostrado ante las protestas de ultraderechistas que derivaron en el asalto a las sedes de los tres poderes. Múcio es criticado por haber abogado por una salida negociada que incluyera a los campamentos golpistas de bolsonaristas frente a los cuarteles. Estos exigían la actuación de las Fuerzas Armadas para impedir que Lula asumira el 1º de enero.
“Quien pone ministros y quita ministros es el presidente de la República. Fui yo quien trajo a José Múcio. Seguirá siendo mi ministro porque confío en él, una relación histórica, le tengo el más profundo respeto. Continuará”, dijo Lula ante periodistas en el Palacio de Planalto.
El movimiento bolsonarista culminó con los actos terroristas del domingo 8, en los que sus fanáticos invadieron las sedes de los tres poderes en Brasilia. El 1º de enero, cuando asumió el Ministerio de Defensa, Múcio llegó a decir que los campamentos bolsonaristas eran “una demostración de democracia” y aseguró que tenía amigos y familiares participando de esas manifestaciones.
Lula dijo que los ministros saben que “nadie sospechoso de ser bolsonarista de raíz” puede ingresar al Palacio de Planalto. Por otro lado, dijo que no pretende hacer un “palacio de petistas”. Según él, lo importante es que el funcionario haga un buen trabajo.
Desde el PT se instó a Lula a despedir a Múcio por su supuesta connivencia con los bolsonaristas, argumentando que se mostró partidario de no desmantelar por la fuerza los campamentos bolsonaristas desde los que se gestó el ataque y desde donde pidió innumerables veces un golpe militar tras la derrota en las urnas de Bolsonaro el pasado 30 de octubre.
Las dudas acerca de Múcio datan de las semanas previas a la toma de posesión de Lula, cuando algunos eran partidarios de expulsar a quienes estaban acampando a las puertas de los cuarteles en varias ciudades del país. Al asumir el Ministerio de Defensa, Múcio llegó a decir que tenía “amigos y familiares” en los campamentos. Múcio, exdiputado del Partido de Frente Liberal y exministro del Tribunal Federal de Cuentas, fue elegido por Lula por ser considerado un político moderado y conciliador. Uno de los roles de Múcio es precisamente la interlocución entre el gobierno de Lula y los militares, en un ambiente de polarización política de fuerzas, que incluyen a sectores cercanos a Bolsonaro.