Cuando faltan 19 días para el comienzo del Mundial de Brasil 2014, los estadios aun presentan atrasos, varias obras de movilidad y aeropuertos en ciudades sedes siguen inacabadas y sobrevuela la amenaza de los "sin techo" de promover un «junio rojo», con protestas que "paren la ciudad de San Pablo". "O el dinero para construir casas aparece ahora, o el junio de la Copa se convertirá en un junio rojo", dijo el dirigente del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), Guilherme Boulos, ante las cerca de 15.000 personas que participaron el jueves de una nueva marcha anti Mundial. "Si no se aceptan nuestras reivindicaciones, la ciudad parará el día 12 de junio", advirtió al referirse a las demandas de los cerca de 4.000 integrantes del movimiento que ocupan un terreno baldío localizado a 4 kilómetros del estadio Arena Corinthians, donde Brasil y Croacia jugarán ese día el partido inaugural del certamen.
Los participantes de la ocupación llamada "Copa del Pueblo" no abandonarán el predio hasta que no tengan garantizadas las viviendas, agregó Boulos, quien insistió: "Si no se aceptan nuestras demandas el 12 de junio no habrá Copa del Mundo sino que habrá Copa del Pueblo".
Hace dos semanas, la presidenta Dilma Rousseff conversó con miembros del MTST y no descartó la posibilidad de que se expropie el terreno donde fueron montadas tiendas de campaña y un comedor colectivo. "Si el gobierno y la empresa constructora (propietaria del terreno) desoyen este reclamo, va a haber resistencia... Si ellos quieren una copa con sangre la van a tener", prometió Boudous.
Semana caótica. La protesta contra la Copa copó el centro de San Pablo y los medios locales estimaron que fue la más concurrida en lo que va del año. Los activistas marcharon por tercera vez en contra del Mundial, en una medida de fuerza que contó con el apoyo del Movimiento País Libre, organizador de las marchas de junio de 2013, y del Comité Popular de la Copa, que programó otras marchas de resistencia al torneo antes de la inauguración. La mayor ciudad de Brasil vivió una semana caótica debido a una huelga del transporte de pasajeros.
En paralelo a las protestas anti Mundial, los estadios siguen manteniendo en vilo a la Fifa, que ya asumió el control de la mayoría de ellos pero que aun teme que los atrasos empañen en certamen. Los mayores dolores de cabeza del organismo rector al día de hoy son el Arena Corinthians y el Beira Rio de Porto Alegre. Las obras del estadio paulista siguen padeciendo las consecuencias de los atrasos ocasionados, entre otros factores, por la muerte de tres obreros. La inconclusa instalación de las gradas temporales son hoy el aspecto que más preocupa, puesto que sin ellas el estadio no puede organizar ningún partido de prueba a plena capacidad, que es de 68.000 asientos. Fue por eso que el partido de prueba previsto para el 29 de mayo tuvo que ser pospuesto para el 1º de junio, cuando la Fifa espera poder recibir al menos a 60.000 personas.
Los atrasos también originarán problemas de conexión a internet para los aficionados, no solo en el nuevo Corinthians, sino en otras estadios mundialistas, debido a que los equipos de telecomunicaciones comenzaron a ser instalados con demora. El estadio Beira Río, en el extremo sur del país, también está en jaque, además de por los retrasos en la instalación de las estructuras provisorias, por los que presentan las obras de movilidad e infraestructura de sus alrededores. Tras visitar esta semana la arena, el secretario general de la Fifa, Jerome Valcke, admitió vía Twitter: "Sigue el trabajo para la entrega de las estructuras complementarias en el Beira Rio y todavía hay mucho por hacer en Porto Alegre". "No podemos perder ni un minuto o la calidad para los aficionados y los equipos de tv estará comprometida", enfatizó.
También Salvador de Bahía prendió una luz amarilla, cuando la alcaldía avisó que la "fan zone" de esa ciudad puede ser cancelada por falta de patrocinio. El secretario de la oficina municipal vinculada a la organización del certamen, Isaac Edington, informó además en la ocasión que el costo inicial del evento, estimado inicialmente en 9 millones de dólares será superior, que la alcaldía no cargará con los gastos en caso de que no se consigan esponsor y que todavía no fue definido el lugar en el que se realizará el evento, en caso de que se haga.
Tampoco las obras previstas en los aeropuertos de las ciudades sede están concluidas. Según el diario Folha de Sao Paulo, ninguno de los ocho aeropuertos estatales, que debían realizar obras de cara al torneo, concluyó las reformas previstas. Asimismo, el diario Zero Hora añadió que las terminales aéreas cuyas reformas fueron cedidas a la iniciativa privada tampoco estarán cien por ciento completas, en ninguno de los casos, para la cita. Tal vez los problemas latentes expliquen en parte la baja demanda de hospedaje revelada en estos días por Folha, que cita datos proporcionados por la entidad que reúne a las 26 mayores redes hoteleras del país, y que indican que hasta ahora se vendieron el 55 por ciento del total de 560.000 plazas disponibles.