Sirte, Libia. - Muammar Kaddafi, el dictador que gobernó Libia con mano de hierro durante 42 años hasta que fue depuesto por una sangrienta rebelión, fue muerto ayer cuando las fuerzas revolucionarias tomaron su ciudad natal y último bastión. La ciudad de Sirte resistió dos meses desde la caída del régimen. "Hemos esperado este momento durante mucho tiempo. Han matado a Muammar Kaddafi", anunció el primer ministro Mahmud Jibril en Trípoli. "Confirmamos que todos los males, además de Kaddafi, han desaparecido de este querido país", agregó Jibril. "Es tiempo de comenzar una nueva Libia, una Libia unida. Un pueblo, un futuro", sostuvo.
Según pudo reconstruirse, Kaddafi y sus hombres huían al amanecer en una columna de unos 80 vehículo de Sirte cuando fueron bombardeados por aviones de la Otán. Un avión no tripulado de EEUU y un caza francés los atacaron, reduciendo los autos a hierrros humeantes. No hubo sin embargo confirmación oficial de la Otán. Kaddafi en todo caso sobrevivió al bombardeo y junto con un grupo de sus custodios se refugió en una alcantarilla cercana. Allí fue capturado por los rebeldes. Según un video de Al Arabiya, Kaddafi estaba claramente herido y sangraba por la cabeza, pero estaba vivo y consciente. En el video, filmado por un espectador entre la multitud, se ve a Kaddafi arrastrado y golpeado, tirado al suelo y zamarreado por sus cabellos."!Manténganlo con vida!", grita alguien. Entonces suenan disparos y la cámara se desvía. "Ellos lo capturaron vivo y mientras era trasladado, lo golpearon y luego lo mataron", dijo a Reuters una fuente de alto rango del gobierno de transición libio. Posteriormente, Al Jazeera emitió otro video en el que Kaddafi está muerto, semidesnudo y con varios disparos. Llegó entonces una explicación del gobierno. "Kaddafi fue sacado de un túnel de alcantarillado. No ofreció resistencia. Cuando comenzamos a moverlo recibió un balazo en su brazo derecho, pero cuando lo pusieron en una camioneta no tenía otras heridas", afirmó el primer ministro Jibril en una nueva rueda de prensa, leyendo un reporte médico forense. "Cuando el auto comenzó a moverse quedó atrapado en un tiroteo entre los revolucionarios y las fuerzas de Kaddafi, en el que recibió un balazo en la cabeza", agregó Jibril. El médico forense no puede decir de cuál bando provino el disparo, remarcó Jibril.
La televisión libia mostró imágenes de combatientes posando junto al cadáver de Kaddafi. La cara del derrocado líder estaba llena de heridas, pero ya sin sangre, a diferencia de las imágenes captadas inmediatamente después de su captura, cuando estaba aún vivo. El cadáver fue llevado por las calles de la vecina ciudad de Misurata, en la parte superior de un vehículo y rodeado de numerosos civiles y milicianos que coreaban "la sangre de los mártires no será en vano", según un video de Al-Arabiya. Al parecer, los revolucionarios que le dieron muerte provenían de Misurata, una ciudad que sufrió un brutal sitio de varios meses por las fuerzas de Kaddafi. Misurata quedó prácticamente destruida y muchos cientos o incluso miles de sus habitantes fueron muertos por los kaddafistas. Ayer el cuerpo de Kaddafi permanecía en Misurata, en una mezquita.
El gobierno de transición libio informó asimismo que uno de los hijos de Kaddafi, Mutassim, fue también muerto en Sirte y otro, su heredero Saif al-Islam, fue capturado con un herida de bala en una pierna. Saif era considerado el más preparado de los hijos, y heredero del enorme poder construido por su padre, así como de la inmensa fortuna que Kaddafi había amasado en 42 años de su dictadura.
Alegría popular. Abdel-Jalil Abdel-Aziz, un médico que acompañó el cuerpo y lo examinó, dijo que Kaddafi murió de dos balazos, en la cabeza y el pecho. "Ustedes no pueden imaginar mi felicidad.", dijo Abdel-Aziz. "La tiranía se ha ido. El pueblo libio puede descansar". El sentimiento de este médico reflejó el de la enorme mayoría de los libios, quienes en la capital, Trípoli, ocuparon la Plaza de los Mártires (así bautizada en honor a los caídos en la lucha contra el dictador). También hubo grandes celebraciones en Bengazi, segunda ciudad del país, Misurata y otras. Pocas horas después de su muerte, el cuerpo de Kaddafi fue trasladado a una mezquita en Misurata, según la emisora árabe Al Jazeera. Esta información confirma que Kaddafi será enterrado bajo el ritual islámico.
Kaddafi es el primer gobernante que es muerto en la "Primavera Arabe", como se denominó a la serie de rebeliones populares que recorrieron el Medio Oriente a partir de febrero pasado, cuando comenzaron en Túnez, para exigir el fin de los regímenes autocráticos y el establecimiento de una mayor democracia.
“Terminó una brutal dictadura”
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama afirmó que “la lucha en Libia está llegando a su fin y terminó la era de uno de los peores dictadores. El proceso hacia la democracia en Libia será difícil. “Sic transit gloria mundi” (así transcurre la gloria del mundo), expresó por su parte el premier italiano Silvio Berlusconi, antiguo aliado de Kaddafi. El premier británico David Cameron, en tanto, dijo que era el momento para recordar a todas las víctimas de la “brutal dictadura” de Kaddafi. También rindió tributo “a las víctimas del atentado de Lockerbie y a las del IRA, “organización terrorista que recibió ayuda de Kaddafi”. La muerte de Kaddafi representa “solamente el fin del principio de la transición histórica que afronta Libia”, advirtió el jefe de la ONU, Ban Ki-moon. A su vez, el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, destacó que su país está “orgulloso” de haber ayudado al pueblo libio. Mientras, Amnistía Internacional pidió “romper por completo con el pasado de una cultura del abuso y represión, y exigir una rendición de cuentas de décadas de violaciones de los derechos humanos”. El Vaticano dijo tener la esperanza de que “los nuevos gobernantes le ahorren al pueblo libio toda forma de violencia por venganza y comiencen lo antes posible la reconstrucción y la pacificación”. Para el aliado confeso del dictador muerto, el venezolano Hugo Chávez, Kaddafi es “un mártir”, y calificó a su muerte como “un asesinato, un atropello más a la vida”.
Una muerte que evitó incómodo juicio
Londres. — La muerte de Muammar Kaddafi durante la caída de Sirte implica que se evitará un largo y complejo juicio que hubiera dividido a Libia y avergonzado a los gobiernos y compañías petroleras occidentales. Los primeros reportes y rumores sobre su captura desataron celebraciones en todo el país y ayudaron a bajar los precios del petróleo. Si hubiera sido atrapado con vida, seguramente se hubiera generado un amargo debate sobre si debía ser juzgado en Libia o extraditado a la Corte Penal Internacional, que hace unos meses emitió una orden de arresto en contra suyo, su hijo mayor y su jefe de espionaje.
Un juicio hubiera dado al excéntrico, belicoso y peculiar Kaddafi un podio desde donde atacar tanto a los nuevos líderes como a las potencias occidentales, revelando secretos que quisieran olvidar. Desde que Libia salió de su aislamiento internacional en la última década, muchas firmas petroleras internacionales firmaron acuerdos multimillonarios con Kaddafi.
Pero lo peor para el gobierno interino y la Otán, según los analistas, hubiera sido que Kaddafi siguiera prófugo, quizá desapareciendo en el Sahara para formar nuevas milicias y desestabilizar a Libia y sus vecinos. “Es muy importante simbólicamente”, dijo Alan Fraser, analista de Medio Oriente de la consultora de riesgos AKE, sobre su muerte. “Ayuda al Consejo Nacional de Transición (CNT) a avanzar. Que Kaddafi haya sido asesinado en vez de capturado significa que también evitará un largo y agotador juicio que hubiera sido muy decisivo y revelador de secretos incómodos”, agregó.
“Resultado ambivalente”. El derrocado líder también podría haber usado la oportunidad para abrir viejas heridas políticas y generar el mayor daño posible. Según Daniel Korski, investigador del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores y defensor de la intervención de la Otán, la muerte del dictador es un “evento ambivalente” para el nuevo liderazgo libio. “Evita un prolongado drama judicial al estilo Slobodan Milosevic, que podría haber fomentado un apoyo al ex dictador, pero también quita al nuevo gobierno libio la oportunidad de mostrarse superior a él”, opinó. “Su muerte, en circunstancias tan violentas, también corre el riesgo de crear una figura de mártir de un hombre cuyas acciones en vida nunca le hubieran otorgado ese mérito”, agregó.
Los medios internacionales hubieran capitalizado cualquier detalle jugoso sobre cómo las naciones occidentales cortejaron a Kaddafi, ayudándolo a depositar su fortuna y a reconstruir su industria petrolera. Grandes firmas como la italiana ENI, la francesa Total y la británica BP tenían acuerdos con Trípoli. Ese riesgo no desapareció del todo, ya que al menos uno de sus hijos sigue prófugo y podría ser juzgado.
¿Demasiadas muertes? Con Osama Bin Laden muerto en una misión de fuerzas estadounidenses este año y los líderes talibanes y de Al Qaeda cada vez más perseguidos por aviones no tripulados, algunos temen que los asesinatos o muertes “accidentales” de enemigos —en lugar de complejos juicios o confinamientos en lugares como Bahía Guantánamo— se han convertido en una opción demasiado atractiva. “Decir que es mejor para todos que haya sido asesinado en vez de capturado es decir que el enfoque legal tiene desventajas y eso es rendirse al cinismo”, sostuvo Rosemary Hollis, jefa del programa de estudios de Medio Oriente de la Universidad de Londres. “Es difícil ver eso como algo bueno. En el caso de Kaddafi, si hubiera ido a juicio hubiera divagado eternamente hasta terminar minando su propia credibilidad”, agregó.
Riesgos. Con su muerte, afirmó, existe el riesgo de que se exacerben algunos de sus simpatizantes más duros y otros radicales, sobre todo si se revela que fue ejecutado por rebeldes después de su captura gracias a un bombardeo de la Otán. Otros analistas creen que su fallecimiento podría no ser el fin de los problemas de Libia. “Si uno mira Irak, la captura de Saddam Hussein no detuvo a la insurgencia”, dijo Anthony Skinner, director de Medio Oriente de la consultora de riesgos Maplecroft. “Son dos países muy diferentes, pero Libia también tiene divisiones étnicas y más allá de lo que ocurra allí, hay muchas cuestiones por resolver”, añadió. l
Prometen un nuevo gobierno
Trípoli. — Tras la muerte de Muammar Kaddafi y la conquista de su último bastión, Sirte, los libios comenzarán rápidamente con la reconstrucción del país, según prometió el jefe del gobierno de transición, Mahmud Jibril. Este le dijo al canal árabe Al Jazeera que los nuevos gobernantes anunciarán mañana oficialmente el inicio de la etapa de transición hacia un régimen democrático. El presidente del gobernante Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafa Abdul Jalil, hará el anuncio en Sirte, la ciudad natal de Kaddafi, y donde murió ayer.
A partir de ese momento, y en el transcurso de 30 días, se formará un nuevo gobierno de transición. Ocho meses después se convocará a un Congreso Nacional, para sentar las bases del nuevo régimen democrático. Al declarar la liberación, el CNT mudará su sede de Bengazi a Trípoli. A los 240 días debería surgir ese Congreso o conferencia nacional de 200 miembros, que un mes más tarde nombraría a un primer ministro, que a su vez nominaría a su gobierno.
Jibril dijo que el Consejo Nacional de Transición tomó ayer contacto con la Corte Penal Internacional, luego de la muerte de Kaddafi. La Corte pidió a los libios no enterrar a Kaddafi para que pueda ser estudiado su cuerpo. Sin embargo, el CNT decidió otra cosa, y enterraría a Kaddafi en un lugar desconocido, aunque los médicos tomaron pruebas de cabello y tejido del cadáver para no dejar dudas de la identidad del muerto.
Milicias. En cuanto a la transición, estará llena de incertidumbres. El experto en Libia Alex Warren, de Frontier MEA, una firma de asesoramiento sobre Medio Oriente, sostuvo que las milicias que se armaron desde febrero para combatir a Kaddafi, son tal vez el mayor peligro. “Estos grupos necesitan ser desarmados cuidadosamente o integrados en las fuerzas armadas. Aún quedan dudas acerca de a quién responden estas milicias, cómo manejan sus relaciones entre sí y cuáles son sus demandas”.
El vital crudo
Pasarán aún varios meses antes de que Libia pueda exportar tanto petróleo como el que enviaba al exterior antes de la guerra civil, pero la muerte de Kaddafi reduce las probabilidades de que la violencia se interponga mientras se pone en marcha nuevamente la producción. Y conforme regrese el crudo libio al mercado, podría bajar el precio del mismo a nivel mundial y en las estaciones de servicio. El crudo libio, conocido como dulce ligero, es valorado debido a que para las refinerías es más sencillo convertirlo en diesel y nafta. Antes del conflicto, Libia producía sólo 2% del petróleo mundial. Pero incluso interrupciones pequeñas en la producción del hidrocarburo pueden tener un enorme efecto en el precio porque el balance entre oferta y demanda es delicado.