Los dos principales partidos soberanistas de Cataluña coincidieron ayer en la necesidad de apostar por el diálogo con el Estado central a partir de las elecciones regionales del 21 de diciembre y abandonar la vía unilateral con la que abrieron la peor crisis institucional de las últimas décadas en España. La secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Marta Rovira, abogó ayer por que el programa de su partido impulse una relación de bilateralidad con el Estado para entablar "un diálogo y una negociación" tras los comicios. ERC lidera las encuestas de intención de voto para diciembre. "Nunca hemos hecho proclamas a favor de ninguna unilateralidad", añadió Rovira, pese a que el ya destituido gobierno catalán organizó el 1º de octubre un referéndum soberanista que había sido suspendido por la Justicia e impulsó una resolución en el Parlamento para crear de forma unilateral una república soberana.
También el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), del ex "president" Carles Puigdemont, pidió "bilateralidad" con el gobierno de Mariano Rajoy y sostuvo que el soberanismo debe encontrar "nuevas formas de seguir adelante sin renunciar al objetivo" de la independencia. "No todo lo hemos hecho bien. Y la unilateralidad de la última fase del proceso es derivada de una actitud del gobierno de Rajoy con el que no ha habido nada que hablar", explicó Marta Pascal, coordinadora general del PDeCAT, aludiendo al referéndum y a la declaración independentista. El tercer partido que apoyó al "Govern" secesionista de Puigdemont, el antisistema Candidatura de Unidad Popular (CUP), rechazó en cambio abandonar la vía unilateral e insiste en que Cataluña declaró la independencia y debe implementarla. Rovira confió en que las tres fuerzas se pongan de acuerdo antes de las elecciones.
El posible giro del soberanismo fue recibido con escepticismo y críticas por parte de los partidos que rechazan la independencia. "Si la expresión por parte de ERC de que abandona la vía unilateral fuera sincera, ERC tendría que disolverse como partido político", analizó Xavier García Albiol, líder y candidato del Partido Popular (PP) de Rajoy en Cataluña. La candidata del partido liberal Ciudadanos y jefa de la oposición en Cataluña, Inés Arrimadas, aseguró que ERC y PDeCAT "van a volver a hacer lo mismo" si gobiernan. "Creo que están un poco asustados con las encuestas y están intentando desmovilizar el voto no independentista", especuló. El avance unilateral de los independentistas abrió una incertidumbre política y social que generó la huida de más de 2.700 empresas de Cataluña y la intervención de la autonomía de la región por parte del gobierno de Rajoy, que destituyó además al "Govern" y convocó las elecciones del 21 de diciembre para "volver a la legalidad".
Cataluña está dividida prácticamente en partes iguales en torno a su secesión de España, con una leve ventaja para los que no quieren un Estado independiente, que representan un 40,2 por ciento frente al 39,2 por ciento que apuestan por la ruptura, según un sondeo publicado ayer, a un mes de los comicios regionales. El estudio, realizado por el Observatorio de la radio Cadena Ser, refleja por el contrario que en el conjunto de España el "no" a la independencia es mayoritario, con un 71 por ciento de respaldo frente al 10,1 por ciento de españoles que sí quiere que Cataluña se constituya como un Estado soberano.
Preguntados sobre las posibles soluciones al conflicto catalán, una mayoría de españoles, el 25,1 por ciento, cree que debe haber un referéndum pactado con el Estado español, frente a otras opciones como una reforma constitucional para transformar a España en un Estado federal (21,1 por ciento), la formación de un gobierno no independentista en Cataluña (21,1 por ciento), o la reducción del autogobierno (16 por ciento).
La opción del referéndum pactado es también la apuesta del 48,9 por ciento de los residentes catalanes, y el porcentaje se eleva al 79 por ciento entre los independentistas. Por otro lado, la vía elegida por el gobierno español de Mariano Rajoy para convocar elecciones el 21 de diciembre, a través de la polémica intervención de la región al amparo del artículo 155 de la Constitución española, es valorada de manera positiva por la mayoría de españoles, mientras los catalanes se encuentran divididos.
Más del 62 por ciento de españoles y alrededor de un 43,5 por ciento de catalanes consideran que la decisión está "bien", frente al 24 por ciento de españoles que dice que está "mal o regular" y el 50,6 por ciento de catalanes que optan por estas últimas opciones.
Asimismo, en el conjunto de España y en Cataluña hay percepciones diferentes respecto a medidas polémicas como el encarcelamiento de los líderes sociales independentistas y de integrantes del gobierno catalán cesado, que están siendo investigados por delitos de rebelión, sedición y malversación por haber intentado la secesión de Cataluña. Entre los españoles, el 54 por ciento de los encuestados sostiene que los encarcelamientos están "muy o bastante bien" mientras que, al contrario, en Cataluña el 68 por ciento piensa que están "muy o bastante mal".