Jerusalén/Gaza.— Cohetes palestinos alcanzaron ayer por primera vez Jerusalén y volvieron a golpear Tel Aviv por segundo día consecutivo, mientras Israel ordenó movilizar hasta 75.000 reservistas, una cantidad mucho mayor a la prevista hasta horas antes, en un indicio de que se aproxima una guerra a gran escala. Salvas de cohetes palestinos cayeron en el sur israelí, como en días anteriores, sumando al menos 500 desde el miércoles. A su vez, la aviación israelí bombardeó duramente la Franja de Gaza, matando a dos altos jefes militares de Hamas. Israel asimismo bloqueó las carreteras en torno de Gaza, en otro signo que hace prever una vasta acción militar terrestre. Los tanques israelíes se movían ayer hacia el sur, en dirección a Gaza. La escalada bélica comenzó hace una semana, cuando milicianos palestinos destruyeron un vehículo militar israelí. Se desataron una serie de represalias recíprocas, hasta que el miércoles Israel lanzó una fuerte ofensiva aérea que mató al máximo jefe militar de Hamas.
Alarmas. En Tel Aviv y Jerusalén sonaron ayer las sirenas antiaéreas al caer cohetes de gran alcance palestinos, que sin embargo no dejaron víctimas ni daños visibles. Jerusalén se vio sacudida por dos cohetes, que cayeron con varias horas de diferencia en sus cercanías. El segundo cohete golpeó en cercanías de Gush Etzión, a 75 km de la Franja, aunque como el primero no provocó víctimas ni daños de consideración. Fue la primera vez desde 1970 que Jerusalén fue blanco de este tipo de ataques. Tel Aviv , que fue atacada por primera vez desde 1991 el jueves, volvió a serlo ayer, pero tampoco acá hubo daños ni víctimas. Pero la población civil de ambas urbes israelíes se mostró consternada por tener que huir hacia refugios y abandonar sus actividades normales.
Los cohetes de largo alcance que lanzan los palestinos son de construcción iraní. Carecen de un sistema de guía de precisión, lo que hace difícil que alcancen un blanco aún cuando sea de varios km. de extensión, como Tel Aviv o Jerusalén.
Los ataques de las dos partes se sucedían ayer mientras el primer ministro egipcio, Hisham Kandil, visitó la Franja de Gaza y condenó la "agresión israelí", en una señal clara de que Egipto ha cambiado desde los tiempos de Hosni Mubarak. Ahora gobernado ahora por los Hermanos Musulmanes, Egipto se puso abiertamente del lado de los palestinos. El presidente egipcio Mohamed Mursi declaró que "la tragedia que he visto en Gaza no puede ser ignorada. Hay que parar la agresión". Kandil, desde Gaza en una conferencia de prensa conjunta con el jefe de gobierno de Hamas, Ismail Haniya, calificó de "mártires" a las víctimas de los ataques israelíes. A su vez, fuertes movilizaciones de apoyo a los palestinos se vieron en varios países árabes, desde Túnez al Líbano y el propio Egipto.
Jornada violenta. La actividad militar no se detenía anoche, tanto la de la fuerza área israelí como la de los cohetes palestinos. Durante la jornada, cinco palestinos murieron. Entre ellos había dos jefes militares de Hamas, así como tres militantes de este movimiento. Hamas, junto a las otras milicias palestinas, renovaron el lanzamiento de cohetes hacia el sur de Israel desde primera hora de la mañana, con impactos importantes en Ashdod y otras zonas pobladas del sur del país, aunque sin provocar víctimas, salvo una mujer herida.
La aviación israelí atacó desde la noche del jueves 150 blancos, según medios locales. La fuerza aérea dice haber destruido unos 600 blancos en la Franja desde el miércoles, cuando se inició la operación Pilar Defensivo. Trescientos de esos 600 objetivos serían lanzadores de cohetes. El sistema antiáereo Cúpula de Hierro (Iron Dome), por su parte, derribó 130 cohetes palestinos desde el miércoles. Este sistema ha demostrado su efectividad, pero se ve superado por el lanzamiento masivo de cohetes que hacen los palestinos. Por esto los palestinos han logrado golpear territorio israelí con unos 500 cohetes de todo tipo desde el miércoles. Tres civiles murieron ese día como consecuencia de un impacto directo en un edificio de departamentos.
Ejército en movimiento. En este contexto de violenta escalada, llegó la orden de movilizar hasta 75.000 soldados del ejército. Poco antes se habían movilizado 16.000 y se había autorizado hasta 30.000. Pero ayer el ejército pidió y logró que el gobierno aumentara la movilización hasta 75.000. Cientos de vehículos blindados se movían hacia el sur, en dirección a Gaza, mientras en las calles se veía a miles de reservistas en viaje hacia sus regimientos. La decisión de movilizar en gran escala fue tomada en una reunión del gabinete de seguridad, constituido por los nueve principales ministros.
El premier Benjamin Netanyahu ha decidido de esta forma poner sobre la mesa la opción de una gran ofensiva terrestre, mientras ya tiene a las puertas las elecciones anticipadas de enero venidero.