El Cairo.— Egipto celebrará elecciones legislativas en septiembre, según anunciaron ayer sus gobernantes militares, quienes también informaron que el derrocado presidente Hosni Mubarak y su familia se encuentran bajo arresto domiciliario. En otro paso hacia la democracia, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas afirmó que las leyes de emergencia que ayudaron a sepultar la vida política del país por décadas serían levantadas antes de las elecciones, y también aprobó una legislación que alivia restricciones para la formación de partidos políticos.
El Consejo negó informaciones según las cuales Mubarak se habría marchado a Arabia Saudita, donde se encuentran otros líderes exiliados como el ex presidente de Túnez. “Mubarak y su familia están bajo arresto domiciliario en Egipto”, afirmó un comunicado de los militares colgado en Internet.
Mubarak, su mujer Suzanne y sus dos hijos Alaa y Gamal se encuentran en el balneario de Sharm el Sheij, junto al Mar Rojo, desde la dimisión del mandatario el 11 de febrero tras 18 días de protestas populares.
Los militares emitieron el 28 de febrero una prohibición de viaje y decretaron la congelación de activos a la familia, mientras la fiscalía del Estado está investigando la procedencia de sus fondos. Defensores de los derechos humanos acusan también a Mubarak de ser responsable de los cientos de muertos durante la represión inicial de las protestas.
Por otra parte, el Consejo militar anunció ayer que las impopulares leyes de emergencia serán derogadas antes de las elecciones de septiembre, la última medida para desmantelar el sistema creado por Mubarak. Esas leyes, que están vigentes desde 1981, dan a la policía poderes casi ilimitados de detención y permiten el arresto sin cargos, además de limitar el derecho de asamblea y de organizarse políticamente.
Más participación. Asimismo, los militares emitieron un decreto suavizando las condiciones para la formación de nuevos partidos políticos. El decreto derogó el sistema establecido por Mubarak que daba a su partido un poder de veto virtual en la creación de nuevas formaciones, lo que en la práctica hacía imposible agruparse con fines políticos fuera del partido gobernante.
La nueva orden otorga a los ciudadanos el derecho a crear partidos políticos mediante la notificación a un comité judicial recientemente establecido. Conforme a esta normativa, los nuevos partidos deberán tener al menos 5.000 miembros en 10 provincias, con un mínimo de 300 militantes por provincia para ser reconocidos. Egipto tiene un total de 29 provincias.
“Un desafío”. Analistas opinan que los tiempos para las elecciones se adaptarán mejor a los políticos islamistas bien organizados y a los remanentes del partido de Mubarak.
“Es un desafío para las nuevas fuerzas que surgieron como resultado de la revolución”, comentó Mustapha al Sayyid, un analista político, en referencia al calendario de las elecciones. “Este período es relativamente corto para estos partidos”, aseveró.
Muchos grupos de reforma laica han estado pidiendo a los militares que extiendan el período de transición para permitir que la vida política se recupere de décadas de opresión.
Los Hermanos Musulmanes, un grupo islámico formalmente prohibido en la época de Mubarak, han resurgido como la fuerza política mejor organizada del país. Otras agrupaciones nuevas están tratando de organizarse.
“El tiempo es corto, pero trabajaremos con todas nuestras capacidades para formar parte”, dijo Abou Elela Mady, líder del recién inscripto Partido Wasat (Partido de Centro). “No nos da una oportunidad total pero es un buen comienzo”, indicó.
Los Hermanos Musulmanes han expresado su apoyo a unas elecciones rápidas, pero intentaron tranquilizar a los egipcios sobre su relativa solidez política, al decir que no buscarán la presidencia ni una mayoría parlamentaria.