Silvio Berlusconi y su partido Pueblo de la Libertad (PDL) lanzaron ayer un duro doble emplazamiento, al presidente de la República, Giorgio Napolitano y al gobierno de coalición del que forman parte. Los legisladores del PDL reclamaron a Napolitano la aplicación de la "gracia" o indulto presidencial para el flamante condenado Berlusconi y entregaron sus dimisiones a sus jefes de bancada, los que pidieron una audiencia presidencial para este lunes. Berlusconi a su vez declaró, reunido con sus diputados y senadores en el Parlamento, que "debemos pedir elecciones lo más pronto posible, para ganarlas. Busquemos el mejor camino para alcanzar este objetivo". Y como condición para no dejar de inmediato el gobierno exigió una "reforma de la Justicia".
El jueves Berlusconi resultó condenado por primera vez en forma definitiva por la Corte Suprema a 4 años de prisión en un caso de fraude fiscal. De esa cifra sólo deberá cumplir un año en forma efectiva, y bajo arresto domiciliario por razones de edad. Pero la sentencia causó la misma noche del jueves una furibunda respuesta de Berlusconi en la televisión, aunque estuvo más dirigida a la magistratura que al gobierno.
Berlusconi, en su encuentro con todos sus legisladores en una sala del Parlamento, condicionó su apoyo al actual gobierno de coalición a la realización "inmediata de una reforma de la Justicia", a la que considera sesgada en su contra y dominada por la izquierda. Caso contrario, se irá a nuevas elecciones, afirmó el ex premier en un encuentro álgido con los legisladores de su agrupación. "Eligió la línea dura en relación con el Ejecutivo", apuntó el diario Corriere della Sera.
En tanto, la fiscalía de Milán ya firmó la orden de ejecución de la sentencia que pesa sobre Berlusconi, condenado el jueves por la Corte de Casación (Suprema) por el "caso Mediaset", en el que este holding de medios de Berlusconi cometió fraude fiscal mediante el sobrepago de películas extranjeras. El dinero en negro así logrado se depositaba luego en un paraíso fiscal.
En la que el Corriere della Sera llamó "una atmósfera surrealista", los legisladores del PDL presentaron sus dimisiones, las que pusieron en manos de sus respectivos jefes de bancada en el Senado y Diputados, Renato Schifani y Renato Brunetta. Con estas renuncias en sus bolsillos, los jefes parlamentarios del PDL se presentarán ante el presidente Napolitano para exigirle "que venga restablecido el estado democrático". Lo harían este lunes, si es que Napolitano les concede la audiencia respectiva. Entre tanto, se convocó a una manifestación en Roma para mañana.
Schifani anticipó que pedirá a Napolitano la concesión de la gracia presidencial para Berlusconi. Delante de este afirmó: "Nos moveremos para que te sea restituida, en el respeto de la Constitución, esa libertad que te mereces por tu historia, así como para obtener de Napolitano el restablecimiento del estado democrático que esta sentencia ha alterado". Renato Brunetta a su turno anunció que "si nuestro pedido de gracia no tuviese una respuesta positiva, todos sabemos lo que es necesario hacer: defenderemos la democracia de nuestro país". Un verdadero ultimátum, que difícilmente una figura como Napolitano admita.
Pedido de Letta.En tanto, el primer ministro, el centroizquierdista Enrico Letta, insistió en que el país necesita estabilidad y evitar las peleas partidarias. La coalición se sostiene en los dos mayores partidos: el Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi y el centroizquierdista Partido Democrático (PD), de Letta. "Estoy convencido de que estamos en una situación en la que cada uno tiene que asumir sus responsabilidades en el mejor interés del país", dijo Letta en una conferencia de prensa, y agregó que está seguro de que "todas las partes" harán lo correcto. Asimismo, el ministro de Asuntos Regionales, Graziano Delrio, expresó su deseo de que la coalición pueda seguir funcionado, aunque señaló que no depende de él sino del Parlamento. "Tenemos que poner delante los intereses del país con un gran sentido de responsabilidad", advirtió por su parte la diputada del PD Alessandra Moretti, al tiempo que el diputado del PDL Gianfranco Rotondi consideró que Berlusconi nunca pondrá en juego la estabilidad del gobierno.
La prensa, en tanto, dio cuenta del clima de inestabilidad. "El gobierno está en peligro", tituló en primera página el diario romano Il Messaggero mientras con tono cínico Il Fatto Quotidiano resumió el clima que vive Italia: "El gobierno es un muerto que camina".Tres meses después de que Enrico Letta asumiera el gobierno tras el pacto alcanzado en abril entre el PDL y el PD para sacar al país del estancamiento político en que estaba desde las elecciones de febrero, vuelve a reinar la incertidumbre en Italia. "Y ahora, ¿qué va a pasar?", es la pregunta que prevalece en los medios políticos pero que por ahora ha quedado sin respuesta, según escribió el editorialista de Il Messaggero Carlo Fusi.
Banca de senador. A su vez, había ayer en los medios interpretaciones opuestas sobre las intenciones reales de Berlusconi. Según la agencia AFP, debido que la condena impide a Berlusconi presentarse nuevamente como candidato a las elecciones, dado que ya quedó inscripto en el registro de condenados, el líder del centroderecha italiano intentará mantener su curul de senador hasta el término de la legislatura en 2018 y evitar elecciones anticipadas. Aunque Berlusconi logró postergar una condena de inhabilitación para ejercer cargos públicos, que deberá ser revisada, la sola condena por fraude lo hace "incandidateable", según explicó ayer el Corriere della Sera. Un decreto ley de 2012 firmado por el entonces premier Mario Monti impone que todo condenado por penas superiores a los 2 años quede fuera de carrera para cargos de diputado o senador. Pero ese mismo texto ordena además expulsar a los legisladores que hayan recibido una condena definitiva, lo que explicaría la ofensiva de Berlusconi, dado que tendría poco que perder.