Miles de personas se manifestaron hoy en varias ciudades de Brasil para pedir la salida de la presidenta Dilma Rousseff y en contra de la nominación de su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, como jefe de Gabinete.
Miles de personas se manifestaron hoy en varias ciudades de Brasil para pedir la salida de la presidenta Dilma Rousseff y en contra de la nominación de su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, como jefe de Gabinete.
En San Pablo, la avenida Paulista fue tomada por miles de personas, en una marea humana que abarcaba unas cuatro cuadras.
En Brasilia también fueron varios cientos de manifestantes los que se concentraron en la plaza de los Tres Poderes, y llegaron a amenazar con invadir el Palacio del Planalto, sede de la Presidencia, donde la seguridad fue reforzada.
Otras capitales regionales como Belo Horizonte y Curitiba fueron escenario de protestas, al tiempo que en otras, como Río de Janeiro y Florianópolis, se pudieron escuchar “cacerolazos” y bocinazos. También hubo manifestaciones en ciudades del interior.
Algunos actos, como el de Brasilia, comenzaron poco después de que Lula fuera confirmado como secretario de Estado, lo que provocó indignación porque el ex presidente está bajo sospecha de haberse beneficiado con la trama de corrupción en Petrobras.
Su nominación despertó suspicacias debido a que el ocupar el cargo de ministro le confiere el privilegio de los fueros, con lo cual solo puede ser procesado por la Suprema Corte de Justicia, la más alta corte del país.
Pero el grueso de las protestas, a las que faltando poco para la medianoche seguía sumándose gente, estalló con más fuerza después de que la Justicia divulgara un audio que sugiere que la mandataria designó a Lula como ministro para evitar que vaya preso.